Capítulo 1

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A todos los que confiaron en mí



Eden


Cruzo la esquina que da lugar a la misma calle de siempre. Por muchas veces que pase por este sitio, sigue dándome escalofríos. Me subo a la acera y comienzo el camino hasta casa. Mientras voy metiéndome en mis pensamientos poco a poco, me doy cuenta de que la farola que haya mi lado comienza a parpadear...

Esta calle siempre está a oscuras y esto solo hace agrandar el miedo que tengo. Me sobresalto cuando escucho unos pasos detrás de mí. Giro un poco la cabeza y veo a un chico de unos veinte años. Vuelvo a mirar hacia delante intentando que no se note que se que ha acelerando el paso. Estoy empezando a ponerme nerviosa.

Comienzo a acelerar mi paso, pero por lo que parece él es más rápido que yo y está a punto de alcanzarme. Intento dejar de ser tan paranoica como siempre, e intento convencerme de que es mi imaginación, no va a hacerme nada. Pero justo en el momento en el que comienzo a tranquilizarme, noto que me pone la mano en el hombro e intenta frenarme. No me da tiempo ni a pensar, así que lo primero que hago es colarme en un callejón que hay entre dos edificios. Miro un momento hacia detrás para ver dónde está él y me doy cuenta de que le queda poco para alcanzarme.

Cuando voy a mirar un momento hacia delante, me choco contra algo que hace que caiga al suelo. Miro hacia atrás y veo que el chico que me perseguía está parado de pie, paralizado, mirando a algo que hay delante de mí.

Me planteo si mirar hacia delante o no, porque no se con qué me voy a encontrar y menos aún estando en esta situación y estando tan asustada como estoy.

Decido mirar hacia delante poco a poco y acabo encontrándome con lo que menos me esperaba. 

Me encuentro a unos ojos oscuros que me miran fijamente. Tengo a otro chico delante mía que parece ser de la misma edad que mi perseguidor.

Estando como estoy en estos instantes, no sabría si echar a correr. Me mira desde arriba con cara de pocos amigos y admiro su gran altura. Antes de pensar lo que digo, varias palabras salen solas de mi boca haciendo que quede ridícula e indefensa.

— Lo lo siento. —Tartamudeo.

— Levántate, Eden. —me dice.

Me levanto algo confundida al oír mi nombre salir de su boca teniendo en cuenta que para mí es un completo desconocido, pero por lo que se ve, para él no lo soy.

Cuando consigo ponerme en pie, me arrastra con su brazo hacia detrás suya sin ni siquiera mirarme, y se gira hacia el chico que me perseguía hasta hace unos minutos.

— ¿Qué coño estabas haciendo Scott? —le espeta de repente el chico que me ha arrastrado hasta detrás suya. Se acerca al tal Scott y le pone una mano en el pecho y lo pega contra la pared.

—Tranquilízate, Cole.

El chico de pelo rizado y ojos oscuros, llamado Cole, me mira a mí y me cuesta mantenerle la mirada.

— ¿Qué te ha hecho? —Me pregunta. Dudo en si responder o no, pero opto por al menos decir algo.

— No sé, solo vi que me perseguía y eché a correr, quizás me haya puesto un poco paranoica —Me sorprendo a mí misma por que me hayan salido tantas palabras a la vez. Lo último que he soltado ha sido pésimo, pero así quizás, evite una pelea.

— Ves, no he hecho nada.

—Te he visto correr detrás de ella. —La cara de Scott cambia y se queda muy serio, más bien, preocupado. Por un momento voltea un poco la cabeza y me mira con cara de asco.

Protégeme. (Ya a la venta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora