Para, Min Yoongi.
Han pasado varios años desde el debut, tres y algo más, para ser "exactos". ¡Me alegra mucho que las cosas vayan viento en popa! Han logrado muchas cosas que no todos los artistas de la industria consiguen, me siento muy orgullosa.
Hay muchas cosas que quisiera decir, confesar y reprochar. Reprochar más que nada, pero eso en otro momento.
El impacto que has tenido en mí ha sido muy grande, no lo digo como fan, lo digo como persona. "Todos dicen eso", sí, pero no como yo, o a lo mejor sí, no los conozco. Durante los últimos años te he observado y admirado infinitamente desde lejos (igual no tan lejos), he visto cómo te has superado poco a poco, tus cambios, tu forma de actuar... si veo algo del pasado y lo comparo con el presente podría jurar que estoy viendo a dos personas distintas. Aunque siempre va a estar en ti el Min Yoongi impredecible y contestón, eso no se te quita.
Me fui por otro lado, continúo. He visto tus cambios y a pesar de que han sido grandes, siento cómo la esencia de la persona que recuerdo con tanto cariño sigue ahí. Por ti quise crecer, cambiar, ser una persona que pudiera darte más y retribuir lo que habías hecho conmigo. Quise ser útil para poder ser parte de tu mundo, incompatible con el mío, y terminé aún más lejos de ti.
A pesar de que las distancias han creado una brecha igual de grande en mí, cuando tengo algo que me preocupa o que me causa conflicto no dejo de pensar "¿Qué haría Min Yoongi al respecto?". Sé que al principio te quejarías, pero siempre termino dando lo mejor, no porque tú lo harías, sino porque siento que si hago las cosas bien el destino o alguna fuerza poderosa volverá a ponernos en el mismo camino.
Lo que te voy a decir es algo tonto, seguramente te vas a reír de lo infantil que soy. A veces, cuando el día no está tan brillante, pero el cielo está despejado, me gusta pensar en qué ves tú, si el cielo en Seúl es igual, si llueve, si está amaneciendo o anocheciendo. Al fin y al cabo, es lo único que nos une, nos cubre con sus nubes y sus colores, a todos por igual, así puedo creer que de alguna manera no somos tan diferentes.
Mirar el cielo juntos, aún si no lo estás viendo en la lejanía, se ha convertido en mi actividad favorita. Me ha animado a pensar más alto y a creer que todo es posible.
La sinfonía del viento, la orquesta de las hojas, el escenario colorido y los solistas del mundo me muestran siempre que gracias a ti tomé la decisión correcta, aunque no la más fácil. Espero que podamos vernos nuevamente bajo el cielo azul y las montañas altas. No espero que hayas entendido este párrafo, al menos no si no te acuerdas de varias cosas. He tenido que leer mucho y entregarme a la academia, déjame volar un momento y recordar.
Tampoco espero que hasta este punto sepas quién soy, todo ocurrió hace mucho, ni siquiera recuerdo alguna vez en la que te haya importado tanto como para que me llamaras por mi nombre, incluso cuando en un momento creí que estábamos compartiendo más. De cualquier manera eso ya no importa, pensemos cosas bonitas.
Todos los días pienso en los colores del cielo, nunca es completamente azul ¿lo sabías? Tiene colores distintos, son como una pintura que entrega una paleta infinita de tonos. No me daba cuenta de eso antes, y cuando lo hice, pasé de odiarlo por ser igual a darme cuenta de la hermosura de su extensión. Tal vez, si no te hubieses ido, el cielo no habría cambiado de color. Te llevaste el azul para combinarlo con los colores de la lejanía, la ausencia y la añoranza.
Me gustaría haberte hablado más y haber llorado menos. Traté de aferrarme a ti como la última hoja del otoño, pero el viento fue más fuerte. Tal vez yo más débil. Nunca pude decirte lo que sentía, todo fue muy confuso para mí, sin embargo traté de ayudarte en todo lo que pude.
Ahora que me encuentro aquí, en esta tierra lejana y calurosa, tenía la esperanza de deshacerme del hilo invisible que aún me une a ti, pero soy incapaz de hacerlo. Tu impresión sigue grabada en mí como una llama perpetua, cuyo fuego el tiempo, irónicamente, no hace más que avivar.
Hay muchas cosas más que quiero decir, Yoongi, pero acabaría con todos los árboles del mundo, así que me voy despidiendo, quién sabe hasta cuando. Espero que las cosas sigan yendo tan bien como ahora, que puedas conseguir a alguien que te llene como tú a mí o que en la música consigas el refugio que me enseñaste a querer.
Come, abrígate, duerme bien. No quiero verte ojeroso en las fotos, me trae recuerdos no muy bonitos.
Tuya,
La chica del club de música.P.D.: Ya puedo tocar el piano sin sufrir. "Para ella" es ahora, en mi corazón, "Sky-colored Symphony".
Fin

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Sky-colored Symphony
Fanfic«Tal vez, si no te hubieses ido, el cielo no habría cambiado de color». Mi mundo ha estado rodeado por los chicos que quería conocer en las circunstancias en las que no quería estar. En mis últimos años de colegio no me esperaba hablar con el pianis...