A Desperate Arrangement.

Capítulo 10: La posada.

Stiles se quedó boquiabierto ante Scott. "-¿Vamos a hacer qué ahora?"

"-Compartir una habitación" -repitió Scott. "-Estas casado, es perfectamente apropiado compartir una habitación con tu cónyuge."

"Pero... Scott." Stiles se atrevió a pensar en cómo explicarlo. "Hemos estado haciéndolo tan bien, no tiene miedo, lleva los brazaletes, lo vi sonreír ayer, en realidad sonreír, Scott, con los dientes".

Había sido hermoso, y Stiles quería doblar el momento y ponerlo junto a las notas escasas y cuidadosamente escritas que había escondido en su caja de encanto.

"-¿Y piensas que compartiendo una habitación? -replicó Scott levantando una ceja interrogante-, "¿ponen en peligro eso de alguna manera?"

"Sí."

Scott suspiró. "Yo te sacaría de esto si pudiera, pero no hay suficiente espacio para todos nosotros, estoy compartiendo con Madre, por piedad."

"Pero-"

"-Stiles" -dijo Scott con un tono de paciente exasperación-. "Tu única opción es dormir en los carruajes, pasar la noche en el suelo, si es necesario, pero no hay nada que pueda hacer para conseguir dos habitaciones separadas".

Con eso, Scott llevó su caballo hacia el establo y se alejó. Todo lo que Stiles podía hacer era quedarse boquiabierto.

Habían estado bien, con las notas y los brazaletes. Derek los usó, Derek le escribió de nuevo, Derek no corrió al otro lado cuando Stiles se acercó. El espacio que se estaban entregando, el cortejo antes de saltar en cualquier cosa más, era todo, pensó Stiles, una muy buena idea.

Las notas de Derek nunca fueron muy elaboradas, pero siempre había un poco de humor astuto allí. Y por su parte, Stiles no se sentía como si tuviera que mirar lo que decía tanto, no se sentía como si tropezara con sus palabras. No tenía ganas de estropear una cosa buena, no cuando la alternativa era que Derek parecía que tendría su noche de bodas.

Eso haría. Stiles dormiría en el suelo, se guardaría las manos para sí mismo, y no haría absolutamente ningún chiste o insinuación. Sería un caballero y daría a Derek todo el espacio que pudiera necesitar.

Podía hacer esto.

Por supuesto, esa determinación duró hasta que llegó a la habitación, su habitación, y vio a Derek, que sólo llevaba camisa y pantalón, sentado en el suelo y dibujando un trozo de papel con carbón. Parecía que lo había estado haciendo un rato; El papel estaba esparcido por el suelo.

Stiles cogió uno, sobre todo para tener algo que mirar que no fueran los anchos hombros de Derek. "¿Qué es esto?"

Derek levantó la cabeza, y sus ojos se abrieron y su rostro se blanqueó tal como Stiles no había visto desde que se habían ido. Agarró el papel que sostenía Stiles. "-Nada, no es nada, lo siento, no te he oído..."

Stiles lo escuchó, lo hizo, y él supo que debía devolverlo, pero sus ojos cayeron a lo que estaba sosteniendo y no pudo.

Era un boceto de él y Scott, uno de los días en el camino que habían tomado su descanso del mediodía. Estaban sentados juntos, riendo, Scott tratando de detener a Stiles de arruinar su cabello. Stiles podía oírlo, en su cabeza: sus chistes fáciles, Scott murmuró: "¡Alto!" Mientras luchaba con una sonrisa. Parecían felices, como si todavía estuvieran en casa, todavía niños, como si no tuvieran ninguna de las responsabilidades que ahora llevaban.