Capítulo 6. La noche anterior

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"Así que aquí estás."

Derek golpeó su cabeza contra el libro que había abierto sobre el escritorio al oír la voz de Peter. Eran casi las diez de la noche, y la mayoría de los demás se preparaba para la cama, ya que la boda era mañana por la tarde. Como Derek no había podido ni siquiera considerar el sueño, le había pedido a Boyd que le dijera a todo el mundo que estaba caminando por el jardín e inmediatamente se acomodó en la biblioteca.

Aparentemente, Peter no había sido engañado por el truco.

Se deslizó en la silla frente a Derek, una sonrisa astuta plasmada en su rostro. "-Pero, sobrino, pareces casi inquieto, ¿nervios antes del gran día?, ¿pies fríos?"

"-¿No tienes nada mejor que hacer?" Derek volvió a su libro. "-¿Niños pequeños a quien asustar, tal vez?".

"Oh, sabes que eres mi niño pequeño favorito para asustar." Peter unió sus dedos detrás de su cabeza y sonrió. "-Ah, no es por eso que estoy aquí, hay algo importante que necesito discutir contigo, o mejor dicho, hay algo de gran importancia que debo discutir contigo, y me temo que soy el único con la... la experiencia, por así decirlo."

"-Peter, te aseguro que no hay absolutamente nada en lo que necesite tu consejo." Derek pasó a la siguiente página antes de darse cuenta de que en realidad no había leído una sola palabra. "Y si lo necesitara, por alguna razón incomprensible, necesitara tu consejo para algo, reexaminaría rápidamente mis opciones de vida y agotaría todas las otras oportunidades primero".

Peter se río, el maldito bastardo. "-Muy bien, hazme saber a quién tienes la intención de preguntarle sobre lo que es estar con otro hombre en la cama, ¿eh?"

Derek sintió que toda la sangre se escurrió de su rostro, una lenta sensación de hundimiento que lo dejó sintiéndose vagamente enfermo. No había pensado en eso.

"Ah, sí, eso es lo que pensé." Peter subió los pies sobre el escritorio y cruzó los talones. "-Y puesto que sabes tan bien como yo que el sexo es lo único que estás llevando a esta relación, quizá te convenga escucharme sin decir algo... Por lo menos durante unos minutos."

"-Lo averiguaremos" -dijo Derek, pero su voz sonaba débil y hueca hasta sus propios oídos-. "No es... no puede ser..."

No podía ser tan difícil, iba a decir, no cuando ambos cuerpos trabajaban generalmente de la misma manera, pero antes de que pudiera pronunciar las palabras, oyó la voz de Kate en su cabeza otra vez.

No, Derek, no es así, Dios, ¿no tienes idea de lo que estás haciendo? ¿No puedes hacer nada bien?

Algo dentro de él se retorció, y Derek deseó poder desaparecer en el suelo.

"-Ahí, ahí "-respondió Peter, con una completa falta de semejanza de sinceridad-. "Solo escucha a tío Peter y todo saldrá bien".

A Derek le costaba mucho creer eso. "-Ya he leído sobre eso" -dijo él, aunque sabía muy bien que los conocimientos teóricos y los conocimientos prácticos no eran lo mismo.

"UH Huh." Peter no sonó impresionado. Apartó los pies de la mesa y se sentó, buscando en el bolsillo. Sacó un frasco de vidrio y lo puso sobre la mesa. –"¿Sabes para qué sirve esto?"

Derek lo miró. "Es Aceite."

"Observador." Peter sonrió. "Te pregunté si sabías para qué era."

Derek agachó la cara hacia su libro para esconder el rojo que sabía que estaba arrastrando por su cuello. Esto ya iba a ser bastante difícil sin que Peter se burlara de él sin piedad.

A Desperate Arrangement.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora