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09 | Enterarse

Penúltimo capítulo.

Toqué la puerta del apartamento de Justin después de cinco minutos de pie frente a la misma. No sabía cómo decirle lo que había pasado con Joyce, y el hecho de que ella haya avanzado y conseguido alguien más. Él se veía tan dispuesto a recuperarla que me dolían las circunstancias aunque yo no estuviese directamente involucrada en ello.

Estaba algo nerviosa porque sabía lo que sucedería. Él estaría emocionado y nervioso a la vez por ir a disculparse con Joyce, y yo tendría que quitarle esas esperanzas al darle las noticias.

No quería hacerlo, pero tenía qué.

La puerta se abrió develando a Justin, que estaba armado con un delantal y guantes. Alzó las cejas al verme, definitivamente no me esperaba allí.

—Janelle, hola. Pasa —se apartó de la puerta y entonces pasé, viendo un departamento humilde a medio arreglar. Se nota que estaba acomodando las cosas aquí.

—Hola, Justin. ¿Estás redecorando o algo por el estilo? Porque si quieres puedo pasar en un rato...

Él me interrumpió, negando con la cabeza, una sonrisa en su rostro. —No, cielos, no tengo dinero para remodelar. Pero estoy cambiando el puesto de las cosas, y también limpiando.

—Quizás vine en un mal momento entonces —puse mi bolso en el sofá después de preguntarle, con un gesto, si lo podía hacer.

—Oh, claro que no. A menos que seas alérgica al polvo o algo así —se enderezó, haciendo una mueca y entonces me miró, un poco nervioso—. ¿No eres alérgica verdad?

Sacudí la cabeza y sus hombros cayeron con alivio, haciéndome reír. —Déjame ayudarte. ¿Tienes algún plumero o una escoba extra?

—En aquella pequeña habitación están todas esas cosas —señaló una puerta pequeña al otro lado del departamento—. Pero en serio que no es necesario. Si hubiera sabido que venías todo esto lo hubiese hecho antes.

—Sí... la verdad yo tampoco me esperaba tener que venir ahora mismo, pero aquí estoy —dije distraídamente, mientras buscaba un plumero entre el montón de objetos de limpieza. Cuando finalmente lo conseguí, salí de allí, y me di la vuelta para ver como Justin me estaba viendo, una expresión de confusión en su rostro mientras estaba de brazos cruzados.

—¿Cómo no sabías que venías? —preguntó. Traté de buscar una forma de huir del tema, aunque sea por un par de minutos, pero su mirada inquisitiva me lo impidió. Suspiré, encogiéndome de hombros y haciéndole un gesto con la mano para que tomara asiento.

—Es mejor que hablemos de esto de una vez, porque para eso vine.

—Me estás asustando, Janelle —dijo, riendo nervioso. Él pensaba que yo estaba bromeando, o que no era gran cosa.

Me senté frente a él, jugueteando con el anillo en mi dedo anular mientras trataba de buscar las palabras correctas.

—Hoy fui a ver a Joyce —le confesé y su expresión se convirtió en una seria.

—¿Por qué hiciste eso? Ustedes sólo han hablado una vez y no fue en las mejores condiciones que digamos —acotó, confundido.

—Sí, tienes razón. Pero yo sólo no quería que ella pensara que tú y yo teníamos algo, no quería que se sintiera engañada o algo así —me expliqué, y el frunció el ceño.

—Pero eso era algo que tenía que explicarle yo.

—Justin, piénsalo. Quizás a ti no te hubiera creído, si yo no daba la cara le podía dar a entender que tenía cosas que esconder. Le estaría dando la razón, prácticamente. Y yo no quería eso.