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Continué caminando y cruce la calle del otro lado de la universidad, camine dos cuadras hasta llegar a mi lugar favorito <FreeBooks> es un agradable sitio donde preparan el mejor café, hay un montón de libros y es lo suficientemente cómodo como para que permanezcas allí todo el día, incluso pasan las horas y eres incapaz de darte cuenta. Intenté no seguir pensando en aquellos ojos negros que me dejaron intrigada

Estaba a punto de entrar cuando cerca de mi pasó un auto a lenta velocidad, el conductor era Courtis, no sé por qué conducía lento, tampoco me interesó, me apresuré a entrar al café y me acerqué al mostrador

-Hola Shase, uno negro por favor sin crema batida esta vez

Shase es quien trabaja detrás del mostrador, tengo más de un año viniendo a este lugar y él siempre ha estado para ya sea servirme el café o acompañándome en cada nuevo libro que leo sea bueno o malo, siempre termino dándole mi opinión y él siempre me escucha, es agradable contar con él, en estos últimos meses que he venido con tanta frecuencia se ha convertido en un buen amigo, aún recuerdo ese día hace un año, era 25 de octubre y llovía a cantaros, venia destrozada, empapada y hecha un desastre recuerdo que lágrimas corrían por mi mejilla, solo llegue y me senté en la mesa del rincón donde pudiera estar sola oculta y a salvo del exterior, Shase se acercó y no dijo nada, solo me trajo un café un abrigo y tres libros que sabía que eran de mi preferencia, le agradecí en silencio aquella tarde

-April, un día sin verte ¿Qué te trae por acá?... Ah, es ese nuevo libro que me comentaste, ya van varias veces que lo traes ¿Por qué te gusta tanto?

-No lo sé, supongo que es por qué no trata de la típica chica virgentona que se enamora del chico malo de la escuela y él le corresponde, Jaja no sé si llamar suertudas a esas chicas que consiguen el amor de su vida en el primer año de universidad.

-Jajaja ya veo, seguro que cada quien consigue su amor, solo que a veces las personas no están en el sitio correcto

Me quedo mirándolo intrigada y contesto: -¿Qué sabes tú acerca del verdadero amor de la vida de alguien?

Se queda serio y en blanco, no logro descifrar esa mirada cuando se encoge de hombros y contesta sin ánimos:

-A veces las personas calladas como yo, demuestran saber más que las que dicen que saben, aquí está tú café y hoy están grises por cierto.

-Vale, algún día me lo demostrarás, y gracias

Tomo mi café y me dirijo a mi mesa de siempre, hago caso omiso de esa conversación tan.. ¿rara? Me pregunto qué ocultará, nunca hemos hablado de nuestras vidas sentimentales pero supongo que así es mejor ya que mi vida sentimental no aporta nada bueno, sino todo lo contrario.

Siempre me dice el color de mis ojos, que suelen cambiar con mi estado de ánimo o el ambiente y hoy solo están grises.

Culminando la última página de mi libro miro la hora y termino mi segundo café cuando recibo un mensaje de texto:

*No es agradable verte terminar el mismo libro por tercera vez en una semana*

No quise mostrar ninguna expresión en mi cara, pero por dentro estaba muy sorprendida e intrigada.. ¿Quién me habrá enviado ese mensaje? Eche un vistazo alrededor disimuladamente pero no vi a nadie con un móvil en la mano, solo personas conversando o leyendo, pensé en Grace tal vez Courtis deberían ya dejarme en paz, superarlo como yo lo he hecho, porque ya lo he superado, he pasado la página esta vez o al menos eso creo..

Decidí salir del café y caminar hasta casa ya había pasado dos cuadras cuando pase por el pequeño parque en el que me divertía tanto con Courtis, veníamos por las tardes nos sentábamos aquí y el me cantaba con su guitarra canciones tontas que se le ocurrían de la naturaleza, odio admitirlo pero tenía una bonita voz en ese entonces, recuerdo ese día cuando cayó una flor de ese lindo árbol de flores blancas, él se tomó la molestia de recogerla y dármela aunque sabía a la perfección que no me gustan las flores, en ese momento solo sonrió mostrándome sus lindos y blancos dientes, no pude resistir más y solo lo besé

La hora grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora