~4~

188 13 0
                                    

Me levante temprano esa mañana, hice lo mejor que pude para verme al menos decente aunque me siento totalmente un fracaso debido a esa sombra oscura debajo de mis ojos. No fue una buena noche y aun no logro comprender ese extraño sueño que solo puede significar que el pasado está volviendo.

Ayer no fue la primera vez que Courtis intentaba hablar conmigo luego de la traición, pero sin embargo ya habían pasado casi tres meses desde que no se acercaba a mí, ni siquiera nos habíamos cruzado.

Es doloroso admitir que cada vez que me buscaba o que nos encontrábamos de casualidad el dolor ardía en mi interior y me asfixiaba de tal manera que hacia que me dieran ganas de morirme.

Pero lo peor era cuando me suplicaba que lo perdonara y que volviéramos a estar juntos, llamaba a cada hora todos los días, debido a eso tuve que cambiar de teléfono. De un momento a otro dejó de llamar, por lo que había pasado tiempo sin sentir esa sensación. Y justamente el día de ayer fue prueba de que ese dolor todavía vive en mí.

Baje a desayunar y encontré a todos en la mesa, le di un pequeño abrazo a papá de saludo y me senté.

-¿Cómo amaneces cariño?

Preguntó mamá

-Bien, he dormido bien

Mentí para no ser interrogada

Mamá se ha dedicado siempre a cuidarnos y a ser ama de casa desde que se casó con papá y nos tuvo a cada uno, aunque en su juventud ella estudió psicología, ejerció su carrera por muy poco tiempo. Papá es ingeniero en una compañía de comercio y Ryan y Rygan están en la universidad y practican beisbol profesional desde pequeños. Yo tengo 19 y estudio literatura en la universidad, trabajo los fines de semana en una librería a dos cuadras de aquí desde hace más de dos años, gracias a eso y a la ayuda de papá pude comprarme un auto de segunda mano.

-¿No ha llamado el mecánico?

Pregunté a mamá, ya que mi auto tiene una semana en cuidados intensivos.

-Oh April si, lo había olvidado por completo, vino temprano, el auto ya está listo aunque dijo que tuvieras cuidado con las velocidades.

Contestó ella.

-Ya era hora de que apareciera

Respondí sonriente.

-Debes manejar con cuidado April, nada de carreras ilegales por ahora

Añadió papá y todos nos echamos a reír debido a que es obvio que mi vida no es tan divertida. Continuaron hablando de beisbol y luego de desayunar me dirigí a la universidad.

Estaba buscando un lugar para estacionarme cuando apareció ante mi visión un rostro familiar, era ese chico de ojos negros pero al parecer discutía con dos chicos más, me estacioné y apague el motor, quería saber acerca de por qué discutían pero no logré escuchar. Pronto los otros dos chicos se alejaron y quedó él solo, cerca de un auto que supuse que era el suyo. Pareció notar que estaba observándolo, me baje del auto y me acerqué para hablar con él, parecía nervioso y sus ojos estaban aún más intensos, por un momento me sentí pequeña y desaliñada a pesar de que estaba vestida con un jean ajustado, mis converse favoritas, franela negra ajustada y una camisa a cuadros color vino atada a la cintura.

-Hola

Me apresuré a decir, el vestía una camisa negra doblada en el extremo de sus codos y un jean rasgado, es de piel pálida y cabello negro bien peinado, metió sus manos dentro de sus bolsillos delanteros y respondió:

-Hola April.

-¿Cómo es que sabes mi nombre?

Mierda este chico me intriga, no me molesta que sepa mi nombre, me molesta no saber el suyo, debido a que nunca lo había visto antes de ayer cuando estaba sentado fuera de la universidad.

-Te he visto algunas veces antes, pero nunca me he tomado el atrevimiento de saludarte o dirigirte la palabra.

-¿Que hace de este día un día diferente como para que siquiera hayas devuelto el saludo?

-Simple, hoy te ves más linda

¿El habla en serio? Pensé

-¿Eso quiere decir que te basas en cómo se ven las personas para poder hablar con ellas?

-Absolutamente no, solo quise darte un cumplido

Arquee una ceja y enderece mi espalda.

-Entonces te refieres a que anteriormente me veía mal.

-¿Siempre le busca la vuelta a todo?

-Se podría decir que si por cierto, el hecho de que me hayas visto antes no explica cómo es que sabes mi nombre.

-Es muy sencillo April, solo deja de darle tantas vueltas y recuérdame.

-Tu pareces conocerme pero, ¿porque yo a ti no?

Miró a todos lados como buscando a alguien, o tal vez solo evadiéndome.

-Tengo que irme

Añadió y comenzó a caminar

-¡No, espera!

Se giró para verme

-¿Cuál es tu nombre?

-Tienes que recordarme, Ah y hoy están de color verde.

Dijo y se marchó, así sin más.

La hora grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora