La hora gris

~8~

He vivido mucho tiempo pensando que mi vida es normal, que conozco a los que me rodean plenamente, que sabía el por que de cada circunstancia a mi al rededor. Hasta hoy, nada es como parece, o al menos las cosas que tienes a simple vista, quise buscar respuestas, necesitaba por lo menos intentar comprender la vida que estaba viviendo, ya que al parecer los demás me conocían mejor yo.
Recibí una nota que decía que vivía en una burbuja, quizás sea así la pregunta es en que momento se comenzó a explotar dicha burbuja.

Ese día luego del trabajo decidí pasar por el centro comercial, muy poco iba y a pesar de que era de noche quise hacer algo diferente para distraer mi mente, pasé por varios puestos de comida pero solo compré un batido de fresa y caminé por todo el lugar viendo tiendas pero nada interesante, y así estuve por una hora hasta que el sonido de una cámara capto mi atención, miré a todos lados buscando de donde provino el sonido pero no vi a nadie con una cámara y de pronto una luz de flash frente a mis ojos casi me deja ciega , Dominik estaba de pié en frente de mí y tenía la cámara en sus manos.

- ¿Qué rayos estás haciendo?

Cualquiera diría que soy una despistada ya que nunca entiendo nada ni a las personas.

- Oye calma, solo tomé un par de fotos de ti

- A ver

Le arrebate la cámara de las manos

-Cuidado, con cuidado

Dijo todo desesperado.

-Esto no es un par, hay como cien fotos de mi, ¿Porqué haces esto?

-Mm bueno soy fotógrafo, y en mi defensa solo tomo fotos de cosas bonitas.

-Ahora dices que soy una cosa

-También digo que eres bonita

Y en este momento no pude evitar sonrojarme y para no sentir vergüenza le devolví la cámara con disgusto y caminé dejándolo atrás.

—Vaya pero que modales tienes, ¿porque te vas?

—¿Hasta cuando vas a seguir acosandome?

Ciertamente llegué al punto en el que todo me molesta, tantas mentiras y tanta falsedad ya me está cansado.

-April

Dijo con un tono de voz tranquilo y en suplicio.

Me detuve y me voltee a verlo, arquee una ceja y levante la barbilla

-¿Si?

-Perdóname

- ¿Porqué no me lo dijiste antes?

-Trataba de protegerte

- Merecía saber toda la verdad

-Todavía lo mereces

-¿Que quieres decir?

-Nada, no quiero decir nada, sólo que ... por Dios April lo siento, verte a ti es lo único que hace que siga en ésta ciudad, encontarte en cada rincón leyendo, ver como ladeas tu cuello cuando estás cansada y como te muerdes los labios cuando lees algo divertido, notar la pasión que se refleja en tus ojos y cuando me miras con esa cara de no comprender nada, me gustas lo afirmo y se me es imposible negar que voy a tomar una foto de ti en cada momento del día que te vea.

-Dominik yo..

Se acercó a mi y puso un dedo en mi boca suavemente para callarme

-Shhhh, no digas nada

Nos quedamos mirando fijamente, otra vez estaba perdida en su mirada, en esos ojos negros de otro mundo, un mundo de misterio que quiero conocer, lleno de enigmas por descifrar.

Puse una mano en su mejilla, lo acaricie por primera vez, estábamos tan cerca pero a la vez tan lejos, el me conocía pero yo a él no, no lo conocía en lo absoluto, era todo un misterio tan negro y blanco a la vez.

Me separe de él lentamente

-Me tengo que  ir

-Lo entiendo

Caminé lentamente, casi como contando los pasos.

Pasaron tres días desde que fui al centro comercial, en la casa las cosas estaban normal, excepto que Ryan trajo a una chica a casa y a todos nos cayó bien, ellos nunca han querido tener nada formar, por su carrera de béisbol, necesitan mucho tiempo y dedicación.
Hoy en clase de historia me crucé con Grace, pero se contuvo de  mirarme, Courtis  a estado enviando mensajes de texto, y solo he respondido algunos, papá tiene dos noches sin ir a cenar, ni siquiera se si llega a casa.

Me salté el almuerzo y salí al estacionamiento a leer, era el único lugar que estaba libre de gente, al menos hasta la hora de salida.
No había leído dos páginas cuando llegó Grace y se sentó al lado de mi, cerré el libro para obligarla a sacar todo lo que tiene que decirme.

-Y bueno..

-Eres muy ingenua

-¿Y?

Sacó un arma de su bolso, me apuntó discretamente y fue totalmente inesperado.

-Wo, ¿De dónde sacaste eso?
Levanté las manos instintivamente.

-A quien le importa, vamos, daremos un paseo.

No había nadie cerca, mi corazón latía fuerte, no pude gritar, no pude correr, sólo me subí a su auto sin decir una sola palabra y hasta olvide mi libro en la banca.

-Yo era tan feliz April, yo de verdad pensaba que mi vida era perfecta, tenía a los padres perfectos, salía con el chico que quería, la veces que quería. JAJAJA, no me mires así pequeña, pronto tu burbuja explotará.

Estaba confundida, mas que confundida, rezaba en silencio para que no me hiciera daño, y esperaba cualquier oportunidad para quitarle el arma, pero todas las ideas se esfumaron, cuando se estaciono y de la guantera sacó un paño húmedo y por más que luché por resistirme, terminó poniéndolo en mi cara en cuestión de segundos, y cada vez la veía con menos claridad hasta que mis  manos que apuñaban su camisa dejaron de sentir.

¿Donde estoy?

¿Cuando llegué a casa?

¿Que pasó?

No, esta no es mi casa. Poco a poco fui recuperando la conciencia y llegaron a mi los últimos recuerdos de golpe hasta causarme dolor de cabeza.

Escuché pasos y una canción a lo lejos, abrí los ojos y todo yacía oscuro, me levanté como pude y tanteando conseguí el cerrojo de la puerta, estaba abierta y al asomarme reconocí el lugar, era la casa de Grace. Mis movimientos eran lentos y como pude logré bajar las escaleras, nadie me escuchó todo parecía estar en orden, llegué hasta la sala de estar, al parecer estaban en el comedor cenando, todo estaba ordenado e impecable, para nada parecido a la última vez que estuve aquí, pude seguir hasta la puerta e irme pero caminé hasta el comedor esperando encontrar a la familia Morgan oí voces y risas y efectivamente estaban, Grace, su madre y...

-¿Papá?