"Negras lágrimas de cristal."

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-Negras lágrimas de cristal...-

Un susurro en el silencio de la habitación se escuchó, las palabras provenían del muchacho de piel pálida con cabellos negros que tenían algunos mechones plateados en este, él sabía lo que había hecho, estaba completamente consciente del pecado que había cometido y el daño que este podía causar... Y mientras en sus manos veía las lágrimas negras que había recogido de su rostro la realidad llegaba como un golpe duro contra la cara... Gundham Tanaka había sido capaz de cometer un acto de adulterio contra su esposa Sonia Nevermind... ¿Cómo o por qué? Él no lo sabía, y aún si hubiera deseado adjudicar esos deseos carnales a algún hechizo demoníaco sabía que no era así, sabía que él mismo era el que había ido en búsqueda de quien en ese momento a su lado en la cama dormía, lo sabía, y esa era la razón de su llanto que sin querer se deslizaba por su rostro llevándose parte de su delineador negro terminando en lágrimas negras, lágrimas que parecían de cristal.

-...Negras lágrimas de cristal...- repitió con un poco más de fuerza que la que antes había tenido, estaba sentado a orillas de la cama apretando la sabana que cubría sus muslos y parte de su abdomen entre sus puños, el llanto era silencioso y terminaba en su barbilla... Y era que él no se creía capaz de realizar un acto como tal, menos contra su Dama Oscura, sin embargo allí estaba, ajeno a sus pensamientos, incapaz de creer lo que acababa de hacer y sin querer creerlo.

Souda Kazuichi estaba a su lado después de la actividad que habían tenido la noche anterior, después de el pecado que entre los dos habían llevado a cabo y del que seguramente ambos estaban muy arrepentidos.

La noche anterior a esa ninguno de los habría creído lo que las paredes de la habitación de Kazuichi iban a ver, el acto del que sólo sus sabanas serian testigos... El consumar el deseo dejando ir a la lujuria y al cuerpo, dejándose llevar por los más bajos instintos mientras nada más importaba.

Entre sus sueños y el no querer despertar el joven de cabello teñido en rosa lo recordaba, recordaba a la perfección el momento en el que había abierto la puerta y se había topado con esa visión tan extraña para él. Gundham, el muchacho que durante sus años de preparatoria se había estado comportando tan prepotente estaba debajo de la lluvia torrencial con apenas un paraguas que le mantendría seco, a excepción de sus botas y parte de sus hombros, su cara delataba que no se encontraba para nada bien... Y el hecho de que fuera Souda el primero al que había buscado indicaba que claramente no estaba para nada bien, ni siquiera un poco.

Los recuerdos después de eso eran borrosos, ambos hombres ya habían dejado atrás parte de lo que habían sido durante sus años anteriores en la época que se habían conocido, sin embargo había cosas que todavía permanecían. Un ejemplo claro de esto era el estilo de cabello que los dos lucían, ambos llamativos y por cosas diferentes, otro ejemplo era su apariencia... Y era que en realidad parecía que lo único en lo que habían cambiado era en como se llevaban ellos dos, los dos tipos que en medio del pasillo de la academia habían creado un par de discusiones y parecía iban a por la misma chica, quienes parecían ser rivales en el amor e igual parecía no tenían intenciones de darse por vencidos en esa rivalidad de iniciar discusiones estúpidas y por los motivos más absurdos.

... Esas actitudes habían quedado atrás, y al final quien se había quedado con el corazón de la princesa y como todos creían era Gundham, quien había contraído matrimonio con ella y creía iba a tener una vida entera junto a su Reina de la Oscuridad...

Nada era tan fácil como parecía, y el estar sentado allí en uno de los sofás en casa de Souda lo demostraba.

Cuando ellos dos habían contraído matrimonio había sido algo doloroso para el mecánico de cabello teñido en rosa, sin embargo y a pesar de su personalidad había encontrado el valor suficiente para levantar su pulgar y aparentar que todo estaba bien, al final había llegado a la conclusión de que si su hermosa princesa era feliz él también lo seria, y no importaba si ese hombre que la haría feliz fuera Hámster-chan... Él seria feliz por ambos, podía serlo, debía ser mas fuerte y lo demostraría de esa manera.

Pero nada era tan fácil como parecía... Y mientras estaba a lado de Tanaka en el sofá sólo podía pensar en todo lo que había batallado en aceptar el matrimonio de esos dos; El llanto, las noches de insomnio, preguntarse por qué había sido Tanaka y no él.

Ese proceso había sido difícil par ambos, y todavía más debido a lo que había ocurrido entre los dos la noche previa al compromiso... El beso que habían compartido mientras se suponía que entre el grupo de amigos y compañeros estaba celebrando todo eso. Sonia estaba por su parte junto a Nanami e Ibuki, así mismo el resto de miembros de su grupo no tan pequeño mientras Tanaka se había distanciado para poder sentir la brisa fresca de lo noche en su rostro. Lo que el criador no creía era que en el balcón se iba a encontrar con Kazuichi, a quien apenas soportaba ver.

Si había salido para llorar o para hacer cualquiera de estas cosas era su problema, igual no podía dejar que le vieran así y el ver al hombre de cabello bicolor le había llevado una gran sorpresa... Bien... Al menos podía agradecer que no hubiera sido otro quien le había encontrado así.

Lo que había ocurrido después de ese encuentro era algo que ninguno de los dos se había esperado, el contacto labial, sus labios contra los del otro mientras se preguntaban como era que habían llegado a ese punto.. Y era que el simple hecho de tomar la manga de el abrigo de Gundham para que no se fuera había sido suficiente para desencadenar esa situación, sólo eso había bastado y de pronto cuando menos lo tenían pensado sus labios estaban tan cerca y sus respiraciones tan a la par... El beso entre el de dientes afilados y aquel que por un largo periodo de tiempo no se había dejado tocar alegando que había veneno corriendo por sus venas.

Pero se suponía que eso no iba a volver a pasar... Entonces ¿Por qué habían llegado tan lejos en esa ocasión? ¿Por qué las negras lágrimas de cristal no dejaban de caer?

Lágrimas de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora