There are no second chances. (Gianluca Simeone)

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-¡ERES EL MAYOR IMBÉCIL!-Gritó ella aún más enojada que nunca mientras caminaba hacia la puerta.

-Barbie-La llamó Gianluca Simeone-Bar-pero ella continuó hasta abrir la puerta-¡BÁRBARA!-Ella lo miró por última vez y salió por la puerta sin mirar atrás.

Gianluca pasó su mano por su cabello, una y otra vez, pues esta vez sí había perdido el amor de Bárbara Leeson.

Su imagen saliendo por la puerta se repite una y otra vez, nunca en su vida había visto tanta triste y decepción en sus ojos; desde ese día no se volvieron a ver, ni siquiera a cruzar pues ella evitaba a todas costas los lugares que Gianluca solía frecuentar, les había pedido a sus padres que la cambiara de escuela pues no se sentía cómoda y al pasar dos años enteros el destino les jugara una mala jugada.

-Oh, vamos prima, por mí-dijo Antoine Griezmann con una sonrisa en los labios esperando una respuesta de su prima.

-Recuerda me, por que acepté-Dijo ella con Mia Griezmann en sus brazos.

-Porque nos amas-dijo Erika Choperena con su acento español.

-¿Disculpa? ¿Te conozco?-Bromeó ella haciendo que Antoine se riera y Erika golpeará levemente su hombro.

-¡Oye! Ella fue quien te dijo eso, no yo.

-Eso te pasa por reírte.

-Bien-beso los labios de Erika provocando que Bárbara desviara la mira incomoda-nos vemos después del partido-beso la frente de Bárbara y la mejilla de la pequeña de dos años.

Erika y Bárbara entraron al Estadio Vicente Calderón donde se podían escuchar los cánticos de ambos equipos a punto de disputar un partido de liga, pero Erika se detuvo haciendo que Bárbara hiciera lo mismo.

-¿Que sucede?

-Olvidé algo en el auto, ¿me podéis esperar aquí?

-Sí, recuerda que no sé dónde quedan los asientos.

-Cierto, vuelvo en un momento-se devolvió por el caminó que ambas habían tomado hace unos minutos.

En el pasillo se escucharon unas risas masculinas.

-Buee, ¿qué hacés boludo?-Aquella voz con acento argentino la hizo recordar aquel chico que terminó rompiendo su corazón luego de entregarle todo de ella.

De nuevo las risas de escucharon, pero una de ellas logró estremecerla pues aunque pasarán los años aún podría reconocerla estando a ciento de kilómetros de distancia.

Ella vio al grupo de cinco hombres y un adolescente, los ojos de ella se abrieron de par en par pues sus miradas se habían encontrado, Gianluca dejó de sonreír al verla tan cerca.

Él se apresuró para acercarse, ella se giró pero ni siquiera se podía mover pues corría el riesgo de perderse.

-¿Qué hacés? ¡Gianluca!-El ignoró el llamado de su hermano mayor Giovanni Simeone.

Cuando Gianluca estaba frente a ella sus ojos se iluminaron y una sonrisa se dibujó en sus labios.

-Bar-dijo emocionado.

-Gianluca.

-¿Esa bebé? ¿Es mía?-Preguntó nervioso pero emocionado a su vez.

-No seas idiota por favor. ¿Es que crees que estas en una novela o en una película?

-Yo pensé, que...-tragó en secó.

-No pienses tanto que para ti es malo.

-¿Y entonces?

-No tengo porque darte explicaciones.

En ese momento Erika.

-¿Todo bien Bárbara?-Preguntó llamando la atención de ambos jóvenes.

-Sí, ¿listo?

-Vamos.

Ambas se alejaron de Gianluca, el mientras tanto las observaba alejarse.

Los errores cometidos de ellos aprendemos, pero donde quedan las personas que lastimamos. Los errores, son parte del ser humano, sin embargo, una vez cometidos ya no podemos dar marcha atrás.

-¿Qué hacés boludo?

-Era Bárbara.

-¿Y qué hacés aquí y no vas y le rompes la boca?

-Me odia.

-Y vos todo hecho un pelotudo por ella.

Gianluca suspiró.

-Andate y decile que...

-¿Que es un idiota y que aún me ama?

Todos se giraron a verla.

-Nosotros ya nos vamos.-Su hermano se acercó-Te caigo a palo si no le decis lo que senti.-Le susurró a su hermano y se fueron dejándolos solos.

-Bar, yo-Él se iba acercando pero ella levantó su mano y lo detuvo.

-Solo estoy aquí porque Erika me pidió que viniera hablar contigo.

-Yo...

-Adelante, dime que ese día no vi lo que creí ver. Adelante, miente como solías hacerlo hace mucho.

-Lo siento sí. Fui un idiota y me arrepiento de todo lo que hice...

-¿No crees que es demasiado tarde?

-Sí, pero no quería acercarme a ti porque sé cuánto daño te hice...

Giró los ojos-Que bueno que lo reconoces.

-Pero ahora que estas aquí, no quiero alejarme de ti.

-¿Cómo sé que no vas hacer lo mismo?

-Creí, madure, en el poco tiempo que estuve sin ti me di cuenta de que perdí a la mina que me trae re loco.

Mordió su labio inferior-¿Que me asegura que no me lastimaras de nuevo?

-Ya no soy el pendejo que era.

-En la vida real no existen las segundas oportunidades.

Suspiró y bajo la cabeza.

-Sólo si eres capaz de demostrarme que cambiaste y que me puedes enamorar.

Levantó la cabeza y sonrió-Te prometo hacer lo imposible para estar a tu lado de nuevo.

Nunca arriges una hoja, pues no volverá a ser la misma de antes.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2018 ⏰

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