Mi cumpleaños [Verkwan]

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POV SeungKwan

- Está bien – asentí – me casare contigo ¿Esperabas que dijera eso? Vernon no abandonare a mi familia.

- No te estoy pidiendo que los abandones – tomo mi mano – solo te estoy pidiendo que vengas a mi lado.

- Estoy comprometido – dije – espero que entiendas eso.

- Y yo espero que entiendas que te quiero – sonrió – ¿Cuánto tiempo queda antes de tu cumpleaños?

- Queda poco – suspire – un poco más de una semana.

- Serán los mejores días de nuestras vidas – beso mi mano – te lo prometo.

***

Era sábado y mi madre me había dejado dormir hasta tarde, cuando desperté a las 10AM fui a saludar a mi padre pero no esperaba encontrar a Vernon junto a él; sonriéndole y conversando de no sé qué cosas, el resto del día la pasamos en mi casa "conviviendo" con mi familia.

- Es tarde – dije mientras Vernon se mantenía revisando cada detalle de mi habitación – ya deberías irte.

- Yo nunca te hecho de mi departamento – sonrió.

- Lo sé – sonreí – pero deberías irte.

- Kwannie – hizo un puchero.

- Vernonnie debes irte – me acerque a él – es tarde y no quiero que te pase nada.

- Llamare un taxi – levanto el libro que tenía en sus manos – Kwannie en serio leíste esto – rió.

- Si – me sonroje – aunque no leo mucho en verdad.

- Pero lo leíste – acuno mi rostro – no te avergüences muchas personas leen cosas así.

- Ya – puse mis manos sobre las suyas – es tarde, llama un taxi.

- Está bien – dejo un pequeño beso en mis labios.

Muchas personas leen literatura erótica ¿verdad? no es como si fuera algo malo, estuvimos esperando el taxi por unos veinte minutos en los que Vernon no me soltaba y bueno, no era como que yo quisiera que me soltara.

- Eres calientito – sonrió – quisiera estar así todo el tiempo.

- No puedes abrazarme siempre – sonreí hundiendo mi rostro en su pecho; olía delicioso.

- Quisiera poder – beso mi frente – Kwannie te quiero mucho.

- También te quiero Vernonnie – mire como el taxi se estacionaba – debes irte.

- Aún estoy pensándolo – se separó un poco – debería entrar en tu casa y no salir.

- No bromees – deshice el abrazo – ve pronto.

- De acuerdo – asintió.

- ¿Nos vemos mañana? – ladee una sonrisa.

- No – rió – mis padres vendrán y no tendré tiempo, te veo el Lunes Kwannie.

- Está bien – bese sus labios – hasta el Lunes Vernonnie.

- Quiero otro beso – hizo un puchero.