Añoranza maldita que envenena el cariño
y lo va transformando en blasfemia.
El odio, su sicario, con armas de verdades y aires de grandeza,
Que exclama y presume de inteligencia.Sabionda sonrisa vestida de ironía
Que oculta sus tristes noches.
Tantas pobres víctimas de un sufrido profesor de confundidos hombres.Sofista asesino de aprendices.
Músico sin repertorio.
Escritor sin tinta.
Arquitecto de prisiones.
Sembrador de traiciones y rencores.
Amante sin lujuria.Dedicado a la vituperación del amor,
Que tanto nos ha cambiado los cristales del corazón,
Y lo han encerrado en habitaciones de piedra y mármol.Sombrío final nos tiene pensado,
Y estúpidos seguimos el camino a la tumba de las palomas blancas,
Que con roja y macabra sangre
Pintan las rosas de la última oportunidad.
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POETA
PoesiaQue la crueldad de una espina no se encaje en el corazón. Pero si lo hace, -Y ruego por que no lo haga-, que el rojo de su sangre te sepa a pasión. Imagen de portada original: Magritte, "The therapeutist", (1937).