El amor que me hizo odiar.
Un ciclo inquebrantable del día y la noche,
Obligando a vivir según el cielo.
El frío sol y el cálido invierno esperando un cambio de papeles.Y el reloj me dijo que ya no quedaba tiempo.
Tuve que actuar.Mi traviesa liebre, mi astuto zorro,
La solitaria tortuga, el corcel majestuoso,
Cisne admirado, leal cachorro,
gran oso.
Con hiedra venenosa ardieron
Gracias a mis manos
Desesperadas por tomarlos.Ese amor que era enfermizo,
Me hizo odiar al más puro de los ciervos.Y el agua de un río no muy puro
Lavó el residuo de unos labios,
Quitándome el último recuerdo de una sonrisa.Me hacía daño.
Su amor me hizo odiar.Bajo una lámpara contemplaba el mundo de las sombras,
Y cuando la oscuridad las aniquilaba,
Por fin veía una luz.¿Sería posible?
¿Odiar sin haber amado?
¿Amar sin saber odiar?
O tal vez,
¿No sentir en absoluto?
ESTÁS LEYENDO
POETA
PoetryQue la crueldad de una espina no se encaje en el corazón. Pero si lo hace, -Y ruego por que no lo haga-, que el rojo de su sangre te sepa a pasión. Imagen de portada original: Magritte, "The therapeutist", (1937).