Yo soy Green-Boy. Alguien tiene que madurar.

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-Siempre he dicho que la vida es como un videojuego. Un juego de esos de misterio, amor, aventura, pelea y  más. Uno de esos que sientes todo y a la ves nada. Tiene las mejores gráficas y todo lo que puedas imaginar... Pero...Lo malo de vivir en la vida real y no en un videojuego es que tus vidas no son infinitas y que no tiene un "restar".-

Miró la puerta de su nueva casa tirando un suspiro aliviado, Josefa se llama la señora que se supone que tenía que cuidarlo, Su madre estaba detrás él.

-/¿Y que, no piensas tocar?/- Dijo su madre en un tono un tanto burlón.

-/Pensé que lo haría usted madre/- Contesto un tanto sarcástico.

-/No me hables en ese tono, tu y yo ya hablamos./-

-/Yo lo tengo claro...solo trate de ser amable por favor/- Dijo cabizbajo al tocar la puerta. Tenía su mochila en los hombros. Y atrás de el una caja plástica y una maleta ambas moradas con el logo "M²" con letras negras. Una señora abrió la vieja puerta, era joven, ojos café claro, casi avellana que los ocultaban unos lentes azules, un caballo esponjado aunque lacio y unos labios pintados con unos brillos casi imperceptibles, usaba un chal café y un pantalón azul de mezclilla

-Usted debe ser la señora Julia, y tú eres el pequeño Matt, ¡Un placer conocerlos a ambos! Pasen por favor- Dijo con una sonrisa al quitarse de la puerta.

-Es...Julia- Dijo ya que había pronunciado mal su nombre. Con la "J" cuando se pronuncia con "Y". Su asentó era muy notable, en cuando al del chico, era nulo.

-Un placer conocerla por fin señorita Josefa- Dijo al agarrar la maleta y la caja como pudo al entrar.

-Mire yo no tengo tiempo para esto- Se arregló el cabello un poco -¿Tengo alguna forma que llenar o algo que decir o hacer antes de irme? Mañana tengo que irme de vuelta. Y no quiero nada que quede pendiente.-

 Josefa hizo una mueca rara. Entre sorpresa y disgusto por los comentarios,  trato de mantener su sonrisa.

-No...Los papeles están listos...Pero- Fue interrumpida por la señora Julia.

-Bien, Matt te veo mañana en la plaza. Te pasare el resto de los números... Nos veremos con tu profesora jefe. ¡Hay esa señora! Insistió en juntarnos antes que me valla ¡Asqueroso!- Le beso la mejilla -Pórtate bien con la señora...-

-Josefa- Respondió ella algo molesta.

-Pensé que te quedarías a ordenar mis cosas conmigo- Dijo Matt dando un suspiro.

-Claro que no hijo, tengo cosas que hacer. Me tengo que ir ahora ¿Dímelo?-

-/...Te amo mama.../- Dijo algo bajo.

-/Bien dicho/ Un gusto señora Josefa.- Sin más se dio media vuelta y salió de la casa mientras la vista de su hijo, subí a la nueva tutora.

-Me disculpo, mi mama es...- suspiro -Lo siento, ¿Me muestra mi cuarto por favor?-

La señora Josefa se demoró en reaccionar y luego de eso solo sonrió -No hay de que disculparse, sígueme por favor- Subió la escalera por un pasillo no muy largo, una alfombra azul marino y al final dos puertas, ambas blancas solo con la diferencia que una de ellas tenía la letras "Robert" escritas con tempera roja junto a muchos dibujos. -¿Su hijo?- pregunto curioso Matt, no sabía con cuánta gente tenía que convivir la verdad. -Sí, Robert tiene 16 va en el politécnico- Dijo orgullosa la señora -No quiero sonar imprudente, pero cuando años tiene usted- Ella solo le sonrió al abrir la puerta blanca.

-32- Le comunico la señora Josefa al entrar.

Matt quedo atónito, se veía mucho mas joven de lo que aparentaba o por lo menos para sus ojos. La habitación era toda blanca. Con dos estantes grandes a los lados una cama de plaza y media con un cubre cama perfectamente blanco y abajo de la cama un cajón grande donde poder poner la ropa y otras cosas personales. Además de dos cajitas al lado de la cama que tenían el mismo fin era bastante espaciosa la pieza.

-No es mucho. Pero con el tiempo podemos mejorarlas para que te sientas cómodo conmigo. Podemos pintar las paredes, además tengo un escritorio viejo en la parte de atrás que podríamos colocar- Dijo con toda la ilusión del mundo en su mirada, además de una sonrisa. Matt quedó en silencio mirando la habitación desde su puerta. No se parecía en nada a su antigua pieza. Y le encantaba eso.

-Es preciosa, muchas gracias y eso se oye maravilloso todo lo que plantea.- Dijo un vos baja.

-Claro, que sepas que la pieza es tuya y le puedes hacer cualquier arreglo, claro con que no me tires una pared, yo bien- Bromeo la señora, sabia lo duro que debía ser para el venir a un lugar nuevo.

-Sabe que perfectamente podría ser una muy mala persona y a la semana querrá que me valla de aquí a otra residencia, podría ser un niño ricachon que la trate muy mal. O no se un ratero. ¿Por que me recibe tan abiertamente? - Dijo un tanto serio con la mirada baja.

-Siempre me e considerado con un sexto sentido-

- Y que le dice de mi-  

-Que eres un chico  y lleno de problemas emocionales, además de algo extraño- Dijo confiada a lo que Matt levanto la cabeza un poco -Pero eres inteligente amoroso y ordenado...-le acaricio la mejilla-... y se que nos llevaremos bien-

Matt le sonrió y se dejo acariciar dejando su cabeza apoyada en su mano tirando un sonido que era igual a un ronroneo para luego taparse la boca y dar un paso atrás sonrojándose casi por completo. A lo que la tutora rió.

-Creo que lo de extraño me llevará hartas sorpresas- Dijo al sonreírle nuevamente y al ver lo avergonzado que estaba por el acto solo dijo.

-¿Quieres que te ayude a ordenar tus cosas?- Matt asintió con el mismo sonrojo y salio del cuarto bajando la escalera un tanto rápido.

Green Boy.

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⏰ Last updated: Jun 18, 2018 ⏰

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