Capítulo 30

1.5K 158 40
                                    

                Desde que tenía memoria, una ducha me dejaba aclarar la mente. Era como el lugar donde mágicamente me llegaban ideas brillantes. Cuando estudiaba y me costaba entender algún tema, tomarme unos minutos para darme una ducha siempre ayudaba con la concentración. Pero esta vez no funcionó. Me metí bajo la lluvia de agua caliente y pasé así largos minutos. Pero no sirvió de nada. No podía dejar de pensar en Piper. Todavía sentía sus labios sobre los míos, sus manos en mi piel. Quería pensar en algo coherente para decirle, no sabía ni como mirarla cuando regresara a la habitación, pero simplemente no podía. Ella estaba metida en mi mente, y lo único que podía hacer era desear volver a sentirla.

                Me sequé lentamente, no queriendo salir del baño. Pero finalmente tuve que hacerlo, muerta de nervios. ¿Qué sentiría ella con lo que acababa de pasar? ¿Estaría tan nerviosa como yo? ¿Qué pasaría con nosotras después de esto? No podía saberlo, pero deseaba con todas mis fuerzas no haber arruinado todo. Aunque, técnicamente, fue ella la que inició el beso. Fue ella la que no paró de provocarme durante toda la noche. Fue ella la que encendió la chispa. Solo esperaba que esa chispa no acabara por consumir nuestra relación.

                Al llegar al cuarto la vi acostada en mi cama, tapada casi hasta la cabeza. Algo dentro de mí decía que en verdad no estaba dormida, que sólo fingía para no tener que enfrentarme. E internamente le agradecí por eso. Yo tampoco me sentía capaz de verla a la cara sin querer volver a besarla. Solo esperaba que no se estuviera arrepintiendo. Aunque yo misma empezaba a hacerlo mientras me metía al saco de dormir.

                Me costó demasiado conciliar el sueño. Mi mente no paraba de repetir en un loop infinito el beso. Era como si toda la vida hubiera estado esperando sentir ese par de labios sobre los míos. Y verla allí, acostada en mi cama, a escasos dos metros de mí, no contribuía. Quería ir con ella, abrazarla y dormirnos así, juntas, como la noche anterior. Pero tuve que vencer ese impulso. Finalmente, en algún momento que no podría precisar, el sueño fue más fuerte.

                Cuando desperté la luz del sol se filtraba por las cortinas de mi ventana. Calcule que sería mediodía. Enseguida dirigí mi mirada hacia donde la noche anterior había visto dormida a la mujer más bella que había conocido. Pero Piper no estaba allí. Es más, la cama estaba perfectamente ordenada. Me levanté a ver si estaba en el baño o la cocina, pero tampoco. Una sensación horrible se apoderó de mi pecho. Piper no estaba en la casa. Se había ido. Algo llamó mi atención cuando pasé junto a la mesa del comedor. Había una nota. “¿En serio?”, pensé, “¿Me das el mejor beso de toda mi vida y luego huyes dejándome una puta nota Piper?”.

Alex:

         Han pasado demasiadas cosas en mi vida en este último tiempo. Sé que no es excusa para nada, pero estoy muy confundida. Lo siento, de verdad lo siento mucho.

Te quiero Alex.

Piper

(Voy a pedirle a Daniel que cierre con sus llaves cuando me vaya, no te preocupes que no dejo el departamento abierto)

 

                Nada podría haberme importado menos en ese momento que el hecho de que la puerta estuviera o no cerrada con llave. Algo se rompió dentro de mí. Piper se había ido de mi casa dejándome esa maldita nota. Eso no podía ser bueno. Entendía que estuviera confundida, claro. Yo también era una maraña de sentimientos y pensamientos encontrados en ese preciso instante. Por un momento había tenido la tonta esperanza de que no se arrepintiera, pero si una persona pide disculpas por algo que ha hecho solo puede significar justamente eso, que se ha arrepentido.

                Volví a mi habitación. No quería salir. No quería hacer nada. Solo volver a acostarme. Abrí las sábanas y mantas de mi cama y me metí dentro. Todo olía a ella. La almohada estaba impregnada con el perfume de su cabello. Las sábanas tenían el delicado aroma de su piel. La quería, quería tenerla allí conmigo y abrazarla. Mi mente comenzó a trabajar sin mi consentimiento, imaginando que ella no se había ido, que amanecíamos juntas y que íbamos a la cocina a preparar hot cakes para desayunar. Luego tal vez iríamos juntas a dar un paseo, justo como habíamos hecho unos domingos atrás. Hasta fantaseé con tomar su mano mientras caminábamos por la calle. Fue demasiado. Las lágrimas comenzaron a rodar despacio por mis mejillas, cayendo al final sobre la almohada, mezclándose con lo que allí había quedado de Piper. “¿Cómo llegué a esto?”, me reproché a mí misma. 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Hola, hola, ¿como están?

Sé que es un cap corto y un tanto sad, y pido disculpas si esperaban algo mejor pero ¿saben? Como decía Alex en uno de los primeros capítulos, la vida es perra. A veces demasiado. Y pasan cosas que uno no quisiera pero... ¿qué se puede hacer?

Como dije desde el principio, intento que mi fic sea lo más realista posible, y agradezco a quienes me han halagado por eso. Así como agradezco enormemente a todas las que leen, votan y comentan. Les mando miles de besos 😚

El resto de mi vida [Vauseman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora