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Marise (parte 1)

Nota: Jade Thirlwall como Marise <3 ( Marise es una perra, pero no la odien, plox)

  Y de repente llega alguien a tu vida, 

alguien con mucha luz que no le importa cuán oscuro estas,

 y se queda ahí al ladito tuyo alumbrándote.... 

Ese es un amigo.  

FlashBack

-Venga Mari. -Lili me tomó de la mano y me jaló el brazo mientras corria divertida, esa pequeña perra bipolar, negué con la cabeza mientras intentaba mantener el equilibrio con mis tacones-

-Ya Lili, estoy cansada, joder, tengo hambre, a diferencia tuya, yo no como todo el día y tengo hambre. -mencioné ya un poco exhausta-

-Venga, yo no como todo el día Marise. -noté como se detuvo y me soltó con delicadeza, quizás hablé de más, sonreí nerviosa y dirigí a la pequeña polar hacía una cafeteria- 

-Vamos, era una broma, pide lo que quieras, yo invito. -sonreí guiñando un ojo-

-Vale. -su mirada se ilumino observando el menú, si, esa era mi mejor amiga, esa era mi Lili-

-Pide algo más de tu estilo. -le dije con los ojos entrecerrados cuando le pidió al camarero tan solo un mufín y un capuccino-

-¿Segura? -susurró imitando mi expresión- no seas una perra, no me ilusiones así-

-No lo hago, con confianza. -reí ante la ocurrencia mientras el camarero anotaba un smotie de fresa, unos pancakes y el mufín para Lili y un Capuccino con una tartaleta de fresa para mi-

-Eres una pequeña zorra, cada vez que pido cosas así te enojas y ahora que pido con cautela, me dice que pida más, joder, mujeres, ¿Quién las entiende?

Golpee su codo con diversión mientras negaba, ¿ahora yo era la zorra?, sonreí.

-Bueno pues yo no fuí la que se besó con David Harrison -exclamé risueña-

-Él me besó, pero, ugh, no es mi estilo hablar de los chicos, pero besa terrible. 

Lili hizo un gesto de asco mientras movia las manos de manera extraña para dramatizar la situación, en esos instantes el camarero llegó y Lili casi tumba la charola, observé como sus ojos se abrían y sus mejillas se tornaban rojas, pequeña y torpe, combinación tierna, pero peligrosa, el camarero la miró mal y ella solo atinó a disculparse con su mejor sonrisa inocente, aunque de inocente no tenga nada, pequeña arpía sabe lo que hace, reí ante la ocurrencia mientras dos pares de ojos me observaban con recelo.

-Pon el pedido aquí, gracias. -el camarero se retiró confundido por nuestra actitud, joder, ya lo espantamos y estaba bueno, hice un puchero imaginario.

-No te lo podrás follar. -rió Lili-

-Si quisiera sí, pero es demasiado pequeño para mi, no me apetece cambiar pañales de nuevo. -sonreí-

La charla transcurrió tranquila, excepto por los comentarios de Lili sobre el clima.

-Te lo digo Mari, es una perra.