Capítulo 17

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Llego el Día de Acción de Gracias con la familia de Sophia. Esperaba el evento pero también me aterrorizaba. Cada día que pasaba, las raíces de mi amor por Sophia se aferraban más profundamente en mi corazón. No sabía cómo encontrar la manera de dejarla ir pero tenía que hacerlo. Ella merecía un hombre que no tuviese que sobreponerse al pasado.

Desde el cumpleaños de los niños la había tratado con un cariño especial. Sentía que luego del dolor que la señora Hatton había causado, no podía seguir siendo indiferente con ella. Me negaba a causarle más dolor.; ya bastante había sufrido por mi culpa.

El viaje en avión fue bueno, y al llegar, el papá de Sophia nos estaba esperando. Sophia corrió hacia sus brazos abiertos. También abrazo a los niños y a mí.

—Samuel, es bueno verte. Gracias por invitarme a mí y a los niños a compartir este feriado con ustedes.

—Estamos muy contentos de que hayan podido venir—miro a Sophia y sonrió—cuando ella estaba en Viola la veíamos casi todos los fines de semana. Ha pasado mucho tiempo sin tener a nuestra osita. Su mamá y yo estamos más que listo para disfrutar de su visita, aunque sea por tan solo cuatro días.

Al entrar a la casa de los Harris, olí todos los maravillosos aromas asociados con el feriado, provenientes de la cocina. Recordé por lo menos dos feriados que había estado en esa casa de niño. El calor que me brindaba la familia me inundo.

Enseguida, toda la familia se sentó a la mesa, Samuel, luego de orar, pidió que cada uno dijese algo por lo cual estaba agradecido. Me senté entre Marissa y Abigail; Sophia y Thomas se sentaron frente a mí. Mi mirada se fijaba en ella, y sabía que podía decir una sola cosa.

—Estoy agradecido por Sophia, por lo que ella significa para mí y para mis hijos.

El rostro de Sophia se puso de color rojo intenso. Mi mirada nunca se apartó de ella mientras cada persona compartía su agradecimiento.

—Yo agradezco que Henry encontró el camino de regreso a Dios—Sophia sonrió de manera muy dulce—. Agradezco también por cada uno de ustedes—su mirada llego a cada uno de nosotros—. Los extrañe mucho; es lindo estar aquí—note que tenía los ojos húmedos.

—Sí, me gusta que llegaras después que todo el trabajo estuviera hecho— dijo Samuel en broma.

—Yo digo que lave los platos—sugirió una de sus hermanas.

—Yo sugiero que lo haga Henry—dijo Sophia—él fue quien planeo los horarios de vuelo.

— ¡Si! —dijeron todas las chicas al mismo tiempo.

—Henry y yo nos encargaremos de los platos, pero solo porque su hermosa mamá se merece un descanso—Samuel miro tiernamente a su esposa.

Las mujeres decidieron ir caminando al parque con los niños.

—Probablemente tuvieron miedo de que nos rebelásemos—bromado Samuel.

Una vez levantadas las cosas de la mesa y puestas en el lavavajillas, Samuel lleno el fregadero con agua enjabonada para lavar lo que no había entrado en la máquina. Mientras el lavaba y yo secaba, la conversación se tornó personal.

—Henry, estoy preocupado por algo e iré al grano. ¿Cuáles son tus futuros planes para Sophia?

Estaba desconcertado.

—No estoy seguro de lo que me pregunta.

—Tenía entendido que la posición de niñera era temporal. Sophia ha trabajado para tu familia por casi siete meses. Estoy preocupado por los niños. No será fácil para ellos perderla después de haber perdido a su mamá.

No te dejaré©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora