Besos de un Inmortal

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Buenos Aíres, Argentina

22: 03 horas.

Me encontraba en la cocina de mi departamento observando mientras cocinaba en mi tv portatil desde mi mesón un programa a blanco y negro de los de mi país. Aunque esa noche pasaban un especial de Julio Sosa[1], estaba cantando el tango Cambalache.

Mientras, preparaba mi cena luego de llegar de la oficina.

Mi fascinante horario de seis a seis.

No digamos que llenaba al todo mis espectativas pero era algo que ayudaba a pagar las cuentas.

Esa noche debido a mi falta de animo lo único que podria pasarme por el esofago seria algo liviano, un sencillo omellete fino sin nada. Trataba de relajarme viendo la televisión y al mismo tiempo oir la música, esto me ayudaba a no sentirme tan sola, a estas eran las unicas horas que debia hacer ruidos porque en el edificio donde me encontraba eran absolutamente calladas.

Disfrutaba cuando nadie venia a molestarme - que normalmente era siempre - pero a veces esa soledad era aburrida.

Mientras cortaba los vegetales para llevarlos al Omellete miraba riendome al artista imaginanadome, como carambas seria bailar un tango con alguien... La chica soplando y el chico lanzando aquella flecha. Me balance al ritmo de la música dejandome llevar por el compás, cerre los ojos mientras batia los huevos en un pequeño bol junto los vegetales.

Al abrir los ojos alguien estaba allí delante de mi.

La música seguia sonanado y senti las piernas que caerian al suelo del terror. Alguien habia entrado. Alguien habia entrado, y estaba acercandose, por impulso me heche hacia atrás y entonces...

El estaba ya besandome...

Solte por instintivo el bol al suelo tanteando tratando de tomar un cuchillo mientras el me llevaba presionada hasta el embestimiento donde estaba la cocina.

No podia quitarmelo de encima, ni sesaba en el trote de sus labios. Estaba entre el pánico y... ¿el deseo?

Tome un cuchillo el primero que encontre, no, no era uno, era el cortador del hielo. Y lo lleve hasta su estomago, jamás, jamás haria eso pero era, era en defensa propia.

No sucedió nada

El siguio besandome, baje mi vista como pude, como el me permitia desde donde me habia acorralado. Intente nuevamente, seguro habia fallado pero podia verle... podia verle como no le hacia nada.

Entonces le mire a los ojos aterrada, y una sonrisa se dibujo en la comisura de sus labios, no podia apartar la vista de él. Pero sabia que la música habia terminado, y la luz estaba titilando, lo objetos fallando.

Entonces,

Desperte.

[1]Julio Sosa: Cantor de tangos de nacimiento Uruguayo.

Capitulo 1

Dios...

Eso habia sido por mucho el sueño más extraño que habria tenido en toda, toda mi vida. Mis manos aun temblaban, pero me dije a mi misma que era una reverenda tonteria. El trabajo esperaba por asi que me levante de un salto para incorporarse al baño.

Aun tenia esa sensación de aquel hombre dentro de mi cocina. Daba ciertos vistazos de vez en cuando para recuperar la cordura y ver que no era real. Pero era tan hermoso. Ojos verdes, cabello negro y de un blanco perfecto que se cernia con un tono dorado de bronceado, sus musculos estaban estrechos y duros debajo de ese sobre todo negro - ¿o era una camisa? -No importaba solo habia sido un sueño.

Saga Delucios 1: Besos de un Inmortal (Completada) SE PUEDE LEER SIN EL EPÍLOGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora