Saga Delucios 1: Besos de un Inmortal (Completada) SE PUEDE LEER SIN EL EPÍLOGO

Capitulo 23

Me mire al espejo y sonreí, no era la imagen de la belleza pero definitivamente mataria de un pre infarto a Raul. Di un ultimo toque a mi cabello y rocie de nuevo perfume. Casi me ahogaba en el.

Al salir Raul estaba dentro de las sabanas mirándome, y podría decir que con una mirada endemoniadamente enloquecida.

-          Solo tu olor esta matándome… - guño cerrando y abriendo los ojos, mire a las sabanas y comprendi que estaba realmente vivo.

-          Lo siento, creo uqe tarde demasiado…

-          Lo bueno se hace esperar pequeña castigadora… - miro mi ropa mientras me apoyaba en la pared.

-          ¿Y bien?

-          Me retracto… mi color favorito es el negro ahora…

Sonrei caminando despacio.

-          Bien…. Quizás deba dejarte sufrir un poco mas… es lo menos que mereces por todo lo que me has hecho pasar….

Sujeto mi mano antes de intentar huir y me miro desquiciado sonriendo.

-          No te atrevas….

-          Bien… ¿entonces tu que procedes?

-          A comer pastel… y preferiblemente…

Solto algunas tiras del traje.

-          Sin envoltura…

Con un dedo toco el conjunto y este se deshilacho por sus costuras cayendo al suelo. Su mirada entonces se encendio subiendo y bajándola a través de mi cuerpo.

-          Eres… como un dulce… manjar… 

 Mire alrededor y el con sus extraños movimientos cambio el ambiente, de la nada el suelo se lleno completamente de petalos de rosa de todos los colores, no cabia uno mas, el balcón abierto de luz nocturna levantaba con la brisa algunos de ellos dándole mas hermosura al momento en medio del silencio. El golpeo mi pecho con su dedo haciéndome caer a la cama mientras se colocaba sobre mi.

-          Estas muy ansioso…

-          Te equivocas… pienso disfrutar cada detalle…

Miro a la mesa de noche donde apareció una bandeja de chocolate derretido con fresas y otras suculentas delicias para untar, incluso crema batida.

-          Es bueno que no vaya a hacerme daño el azúcar...

Sonrei mientras rozaba sus manos sobre mi acariciando mi cuerpo, tomo cohcolate he hizo un camino besando y comiéndole, gemia a causa de sus caricias y el ansia, entonces llego a mis montañas de piel donde jugueteo un rato mas del acordado, cuando finalmente se decidio me miro a los ojos, que suavizo en medio del hambre y el deseo. Era como la plata derretida fundida y llena de presión.

-          ¿Recuerdas las clausulas?

Asenti sonriendo.

-          Por favor… - gemi. – por favor… - urgiéndome a su cuerpo rozándome a el.

El solo miraba.

-          No hagas esto… no me hagas esperar mas.. – el deseo unido al frio de la noche me hacia erizar cada parte de mi cuerpo mientras el se mantenía estatico sobre mi.

Me gire sobre el uniéndome en una sola carne, entonces ambos gritamos al unisono con la vista perdida.

 Cuando finalmente pude hablar, le mire a los ojos sobre el.