Capitulo 7

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Oi el chorro del agua sonando, tenia su imagen en mi mente, el agua corriendo por su pecho, mojando su cabello, en sus labios, y en…

-          ¡Puedo sentirte! ¡Por cierto no se que piensas pero me encanta lo que te hace!

Grito desde la ducha riendose. Termine por sonrrojarme y decidi que despues de todo una caminata por la fria noche casi en lluvia no venia nada mal. Necesitaba algo frio, frio muy frio, que no fuera la ducha.

Pase por algunas tiendas que uan permanecian abiertas, mire al cielo aproximando que tanto tiempo tendria para regresar a casa sin llegar a bañarme en la lluvia. Entonces descubri justo lo que necesitaba.

Helado.

Frios y deliciosos helados.

Entre a la tienda y busque en el menú lo que podría gustarme al momento y me decidi por una nutella extra chocolate. En estos casos, ¡el chocolate es vital!. Tome una taza grande crocante de galleta helado y comence a prepararme mi propia version del nutella extra. Me sente cerca de la venta y disfrute de los sabores. Tenia mucho en que pensar, ¿dejaria que todo esto llegara mas lejos’ definitivamente no querria que fuera más lejos, pero no podia permitirle el irse… no podia permitirme a mi misma dejarlo ir. Era una compañía, y por más detestable que sonara, era lo que me hacia falta últimamente. Estaba segura que si no fuera porque el estuvo alli acompañandome hubiera caido derretida nuevamente ante las mentiras de Tomás. Pero esta vez no. Esta vez, era diferente.

Mire a la ventana mientras abria un sprite de limón para pasar el dulzor del chocolate y el helado. Agradeci la mezcla de sabores en mi garganta mientras la gaseosa me hacia burbujas en la campanilla de mi boca. Cerre los ojos entonces oi la bendita música que anunciaba que el estaba cerca.

Mire a los lados, haciendo caso omiso de que pronto llegaria segui en mi helado aunque no era muy dificil darse cuenta de la diferencia entre el y cualquier otro hombre del negocio a pesar de estar atestado de gente. Levante mi vista del helado y me dio una cegadora sonrisa, una de esas tantas suyas.

Espere fijarme a que estuviera cerca, un chico estuvo mirandome casi toda la noche hasta el momento en que “Raúl” estuvo sentado en la misma mesa, con el mismo helado.

Sonrio llevandose una cucharada grande de helado a la boca. Mire su nuevo atuendo unos vaqueros casuales – que le quedaban increiblemente hermosos enla caida de sus angostas caderas – y una frandelilla de algodón azul en cuello v que resantaba lo prominente de su pecho. Intente no mirar hacia abajo a sus zapatos por temor a detenerme en el camino a mirar algo más.

-          Mmm… - dijo suavemente saboreando el chocoalte – chocolate, mi sabor favorito. Aunque la verdad… el chocolate de tiempos anteriores era mucho mejor… lo han diluido demasiado, y lo han hecho muy dulce.

-          ¿Cómo sabias donde estaba? – pregunte casualmente.

-          Dulzura, te huelo a donde sea que te vayas. – tomo otro bocado chupando un dedo lleno del helado.

-          No hagas eso…

-          ¿Qué? – pregunto extrañado.

-          Nada.. – trague y me meti una buena proción de helado en la boca para entretenerme con un dolor diferente al bajo.

-          Ohm… - sonrio comiendose con mayor rapidez su porción. -  ¿sabias que el chocolate es un afrodisiaco?

Segui en mi helado sin levantar el rostro y alzce la ceja para no ser tan descortes.

-          De hecho… no recuerdo exactamente si fueron los mayas, o los incas ¿los aztecas? Uno de sus superiores lo tomaba casi todo el día para reponerse en cada sesión de relaciones sexuales diarias. Le ayudaba a encenderse con mayor rapidez.

Saga Delucios 1: Besos de un Inmortal (Completada) SE PUEDE LEER SIN EL EPÍLOGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora