Saga Delucios 1: Besos de un Inmortal (Completada) SE PUEDE LEER SIN EL EPÍLOGO

Capitulo 9

Mientras Raúl subia con las cosas me quede en el auto pensando en que hacer. Lo que acababa de sentir de camino habia sido la cosa más fuerte que jamás pude sentir con ningún hombre, y para empeorar las cosas. Raúl no era solo un hombre, lo cual me dejaba con la duda de todo lo que podria pasar. ¿Qué podia hacer? Estaba temblando, en parte por la anticipación y por otra el miedo a lo que pudiera suceder, jamás lo habia visto con las casillas tan salidas del lugar. Vi como se asomo en la ventana que daba al frente de los apartamentos como última advertencia.

Podia asegurar que cada vello de mi cuerpo se levanto al ver u mirada, no habia nada de perdón en él.

Cerre los ojos tratando de calmar mi respiración, solo podria convercerle de no tocarme si prometia no volver a comportarme así, y estaba segura que numero uno, si lo hacia el se saldria con la suya cada vez que quisiera dejandome como niña boba burlada, y segundo, no estaba muy segura que aun así, lo dejara pasar.

Di un sonoro grito cuando tocaron la ventana del auto. No sabia si estar más asustada o más tranquila, porque esta vez no era Raúl, era nuevamente Tomás.

Deberia estar más preocupada.

Si Raúl salia con lo cabreado que estaba y lo veia alli parado, no estaba segura de que tan bien se tomara las cosas. Por otra parte, estaba segura que no haria ninguna escena que después pudiera perjudicarlo.

Aunque siempre podria borrar su mente – pense.

Me deshice de todos mis pensamientos y Sali poco a poco del auto mirandole despreocupada mientras me calzaba bien el abrigo, iba a ser un día lluvioso nuevamente.

-          ¿Qué sucede Tomás? ¿Qué haces por aquí?

-          Venia de paso y…

Alce mi ceja demostrandole que claramente no me creia eso.

-          Bien, la verdad. Si queria hablar contigo Amelia. Por favor…

-          Te di la oportunidad la otra noche Tomás… y solo dijiste incoherencias y estupideces.. debiste ser abogado… para saber como usar en parte tus palabras.

-          Amelia, solo necesito uan verdadera salida. Una donde podamos hablar tranquilamente.

-          ¿Sabes que esto es muy inapropiado no es así?

-          ¿Lo dices por tu prometido? ¿no es así?.

Le mire incredula de su tono celoso

-          Es en serio Amelia, de verdad… pareciera que le tuvieras miedo. ¿Es eso?

Mire a un lado y luego al ascensor que venia en bajada y luego a él.

-          ¿Esta aquí? – pregunto mirandome preocupado. - ¿En verdad le temes Amelia?

-          No seas ridiculo Tomás… al único que ralmente deberia tenerle miedo es a ti. La ultima vez que confie en ti me destrozaste. ¿Para que quieres otra oportunidad?

-          Para demostrarte que lamento lo que hice y que me doy cuenta de todo lo que perdí… - dijo con una voz suave y triste.

Por primera vez, el reconocia que habia fallado. Estaba casi atonita.

-          ¿Por qué ahora Tomás? ¿Por qué no hace un año? O al menos hace unos meses.

-          Porque debia darme cuenta que en verdad te necesitaba…

-          ¿Significa que tienes problemas con tus consultas o te falta salir con chicas?

-          No. Jamás tuve mejor clientela que ahora, y te aseguro que las chicas me llueven. Pero cada parte de mi te extraña, no es suficnete con tenerlo todo y no poder tenerte a ti… a veces paso por tiendas, dulces que te gustaba comer, el café casi ni lo quiero mirar, todo me recuerda a ti Amelia… incluso hable conmis padres, dije que te volveria a buscar y… quiero presentartelos.