Finite Incantatem [•Cedric Diggory•]

4. El Torneo de los 3 Magos

El Expreso de Hogwarts estaba a 10 minutos de detenerse en el andén de Hogsmade y Harry, Ron y Hermione trataban de hallar la manera de hacer que Imogen despertara, ya que era una chica con el sueño bastante pesado y con un tremendo cariño a esa actividad. Inclusive Mittens trepó hacia el pecho de su dueña tratando de despertarla.

Imogen gimió al sentir la cola de su gato pasar por su nariz lo cual le provocó un poco de comezón e hizo que despertara quejándose un poco. Obviamente, tenía una expresión de pocos amigos que hizo que sus acompañantes se rieran al parecerles demasiado graciosa.

—Nunca me canso de esa cara—dijo Harry entre risas ruidosas.

La adormilada Imogen hizo un gesto grotesco con el rostro y se pasó las manos para lograr despertarse, aunque no paraba de bostezar.

—Te perdiste de algo bueno, Igi—dijo Ron ansioso.

Imogen volvió a bostezar pero el interés despertó en ella.

— ¿Qué?

—Escuchamos a Malfoy hablar, ¿Te acuerdas de que Percy dijo que este año iba a pasar algo interesante en Hogwarts?—la pelinegra asintió—. ¡Tiene que ver con otras escuelas de Magia! ¡Durmstrang y Beauxbatons! ¡Y pues Malfoy sabe algo!

Sinceramente a Imogen ahora le iba o venía lo que pasara con Malfoy, ya no le interesaba, no quería saber nada de aquel idiota, así que se le fue el interés.

—Sí, sí, ya descubriremos de qué trata, entretanto ve a cambiarte,  Imogen, ya casi llegamos a la estación—dijo Hermione con su típico tono autoritario, parte de esa actitud ahora, era porque sabía que a su amiga no le gustaba que mencionaran al rubio.

La chica Potter cambió sus ropas por la túnica de Hogwarts y mientras regresaba a su vagón escuchó truenos, debido a que la lluvia estaba bastante intensa. Por alguna razón, aún dentro del tren, sintió algo de frío.

Al entrar nuevamente en su vagón, y antes de que pudiese sentarse de nuevo, el tren aminoró cada vez más la marcha.

La estación de Hogsmade se encontraba en total oscuridad gracias a la lluvia y la hora.

Las puertas se abrieron y se oyó otro trueno. Las chicas envolvieron a sus gatos en sus capas y los abrazaron.

No pasó mucho cuando los 4 amigos se encontraron a Hagrid, el guardabosques de Hogwarts y buen amigo para los 4. Hagrid se despidió rápido, ya que fue por los alumnos de primer curso para llevarlos hacia los botes.

Imogen aún abrazaba a su gato y se cubría con la capa por el frío, además la lluvia le golpeaba bastante fuerte.

Entre la lluvia, subieron a los carruajes los cuales los llevarían a las puertas de Hogwarts.

Llegaron al vestíbulo acompañados de Neville Longbottom, quien les sonreía a Imogen y Hermione, asombrado por los cambios que ambas habían tenido durante el verano.

Imogen notó a la distancia a un chico que no se separó de su pensamiento desde los Mundiales. Trató de arreglar su cabello hecho un desastre por la lluvia e intentó tocar su rostro, algo que no tenía sentido ya que no había ningún sitio donde pudiese mirarse.

Al momento, un globo grande lleno de agua le cayó en la cabeza dejándola todavía más empapada y haciendo que Mittens saliera despavorido.

— ¡¿Qué caraj...?! —dijo ella claramente malhumorada y levantó la vista dándose cuenta de que todo había sido obra de cierto poltergeist travieso—. ¡¡¡PEEVES!!! ¡Maldita sea!—Peeves rió ante su travesura—. ¡¡TE HAS PASADO ESTA VEZ, ESTÚPIDO POLTERGEIST DE PORQUERÍA!!