Finite Incantatem [•Cedric Diggory•]

11. El Baile de Navidad

Harry se dirigió a la Lechucería para entregar otra carta que le había escrito a su padrino. Para entonces ya había comenzado a hacer un poco de frío gracias al invierno y por tanto el joven famoso iba bastante bien abrigado.

Para su sorpresa, al llegar a la Lechucería se encontró con Cho Chang y al pasar el uno con el otro, hicieron un baile un tanto tonto para no chocar.

—Harry, hola... ten cuidado, el piso está resbaloso.

—Sí... gracias...

Mientras Cho se retiraba, Harry se decidió a armarse de valor para invitar a la chica al baile de navidad.

— ¡Cho! ¡Espera!

Al oír el llamado de Harry, Cho Chang se detuvo y volvió.

— ¿Sí?

—
Queríasabersiqueriasiralbaileconmigo—dijo Harry a tal velocidad que dejó confundida a la chica.

—Perdona Harry, no te entendí...

Harry tragó saliva.

— ¿Te gustaría ir al baile conmigo? —dijo ya más lento y entendible.

La joven de Ravenclaw se mostró algo extraña al momento en el que Harry se decidió a invitarla.

—Ah... Harry, lo siento, pero... otro muchacho me invitó y acepté ir.

A pesar de estar decepcionado, Harry intentó que no se notase, de igual manera tratando de ser indiferente.

—Ah... claro... no te preocupes.

El niño que vivió se dio la vuelta.

— ¡Harry!

Se detuvó y volvió con la esperanza de que Cho dijera que prefería ir con él y que haría lo posible por no terminar mal con el otro chico.

— ¿Sí? —preguntó efusivo.

—Lo lamento...

Y las esperanzas de Harry se acabaron, así que asintió y se dio la vuelta para ir hacia la Lechucería.

Más tarde, cuando ya hubo regresado a la sala común de Gryffindor, se encontró con Hermione y con su hermana que irradiaba gozo, claro estaba, porque ansiaba que el día del baile llegase para bailar toda la noche con Cedric, aunque la realidad era que Harry no estaba mucho como para ser tan alegre como su hermana.

Para cuando ya era relativamente tarde la sala común de Gryffindor, Ginny apareció con Ron del brazo y el joven pelirrojo parecía estar en peores condiciones que Harry, pues se había quedado sin habla.

Al momento de ver a Ronald tan afectado, sus tres amigos se pusieron de pie.

— ¡¿Qué pasó?! —preguntó Imogen preocupada.

—Invitó a Fleur Delacour al baile—respondió Ginny.

Al escucharlo tanto Hermione como Imogen y Harry se fueron acercando a su amigo, Hermione e Imogen en particular, se arrodillaron frente a él.

— ¿Y qué te dijo? —preguntó Harry.

—Que no, por supuesto—intuyó Hermione, con un suspiro por parte de Ron y su mirada, Hermione se cubrió la boca— ¡¿Te dijo que sí?!

—No seas ridícula... iba caminando, con lo que me gusta verla caminar...—se atrevió a decir Ron—. Y entonces se lo dije...

—De hecho se lo gritaste y fue aterrador—confesó Ginny.

— ¿Qué voy a hacer ahora? No tengo una cita para el baile...—en ese momento, Harry levantó la mirada y vio a las hermanas Patil saludarle, por lo que tuvo una idea para no ser ni él ni Ron los únicos sin pareja—. Ella debe pensar que soy un tonto ¡Nunca me lo voy a perdonar...!