Finite Incantatem [•Cedric Diggory•]

15. El Regreso del Señor Tenebroso

— ¡NO! ¡CEDRIC!

Al momento Harry no pudo reaccionar del todo, hasta que sus sentidos pudieron responder y hacerlo intentar llegar al novio de su hermana, cosa que no le fue posible cuando Colagusano lo sometió y lo atrapó en una escultura.

Harry miró hacia el cuerpo inerte de Cedric que yacía extendido y con los ojos bien abiertos. Verlo así le dolió a Harry Potter como no imaginó.

— ¡Hazlo! ¡Ahora! —decía el hombre del cuerpesillo que Colagusano cargaba en brazos.

Pettigrew arrojó el cuerpo al caldero que estaba cerca y Harry no podía hacer más que rogar que se tratase de una horrible pesadilla. El vasallo del Señor Tenebroso hizo levitar un hueso de la cripta de Thomas Riddle.

—El hueso del padre, tomado sin permiso...—deposito el hueso aquel en el caldero—. La carne del sirviente, entregada a voluntad—sacó una daga y con esta se cortó una mano, dando una imagen macabra, posteriormente se acercó a Harry—.  La sangre del enemigo, tomada por la fuerza—con la misma daga le hizo una herida a  Harry y tomó la sangre que de ésta salió mientras que Harry gemía del dolor.

Asimismo, Colagusano depositó la misma sangre en el caldero.

— ¡Resucitarán al Señor Tenebroso!

Harry podía sentir que cada vez le dolía más la cicatriz, más aún cuando de aquel caldero que se hallaba en llamas surgió el cuerpo del mismísimo Lord Voldemort, la peor pesadilla de Harry Potter.

El Señor Tenebroso miró su cuerpo recién reconstruido, al igual que Colagusano, que estaba demasiado impresionado por lo que sus ojos veían.

Lord Voldemort rió con maldad, gozoso de haber regresado y se acercó a su sirviente.

—Colagusano, mi varita—solicitó, su sirviente de inmediato obedeció e hizo una reverencia—Levanta el brazo.

—Amo... gracias... Amo—levantó el brazo creyendo que el Señor Tenebroso le recobraría la mano.

— ¡NO! ¡El otro brazo!

Tomó el brazo de su sirviente e hizo llamado a la Marca Tenebrosa para así reunir a sus mortífagos que no tardaron en manifestarse.

—Bienvenidos amigos—dijo Lord Voldemort—. Han pasado 13 años y aun así, aquí están frente a mí, como si todo hubiera sido ayer. La verdad me siento muy decepcionado. ¡Ninguno trató de encontrarme! ¡Crabbe! —fue despojando uno a uno de sus sirvientes de sus máscaras— ¡Avery!¡Macnaire!  ¡Nott! ¡Goyle! Ni siquiera tú.... Lucius...

Despojó a Malfoy de su máscara, y al momento éste cayó de rodillas.

—Milord, si hubiera detectado una señal o pista de su paradero...

—Hubo señales, mi escurridizo amigo y más de una pista.

—Le aseguro Milord, que yo nunca he renunciado a la magia tenebrosa—se puso de pie y mostró el rostro—. Ésta cara que me he visto obligado a mostrar cada día desde su ausencia es mi verdadera máscara.

—Yo sí lo ayudé—intervino Colagusano. 

— ¡SOLO POR MIEDO! —le dijo Lord Voldemort amenazante—. No por lealtad, pero aun así me has sido útil los últimos meses, Colagusano.

Le otorgó una nueva mano en señal de su "benevolencia".

— ¡Gracias Amo! ¡Gracias!

Lord Voldemort se acercó al cuerpo inerte del joven Diggory y le tocó el rostro con los pies, imagen que Harry no podía soportar ver y más aún al pensar en su hermana.