Cocoon -Paraíso Unipersonal- (Saint Seiya)

Capítulo 3

Cocoon

~Paraíso Unipersonal~

-Capítulo 3-

Disclaimer: Los personajes son propiedad de sus respectivos autores. No busco un fin comercial al usarlos, si no satisfacer un fin meramente ocioso.

— ¿¡P-POR QUÉ RAYOS LE DIJE ESO.........?!

Mientras Shura se encontraba preparando unas verduras para la cena, el Caballero de Sagitario había entrado corriendo a su casa a los gritos y se derrumbó en una de las sillas de su comedor.

— ¿Y ahora qué hago...? — lloriqueó con la frente apoyada en la mesa. —Me dejé llevar Shura, realmente no sé qué hacer...

El capricorniano giró un poco la cabeza hacia atrás para verlo y suspiró.

—Aioros... Si me explicases qué sucedió en lugar de gimotear, podría intentar ayudarte. — le respondió mientras rallaba algo de zanahoria.

—S-sucede que Nanako es asertiva, p-pero la quiero y no sé qué hacer y-y me dejé llevar y cometí un error, ¿qué hago ahora? — Aioros habló muy nervioso mientras se agarraba la cabeza. —Ahhhhh... — llorisqueó sobre la mesa.

—Sigo sin entender Aioros. Explícame bien qué pasó.

—E-es que yo tampoco entiendo bien, Shura...

—Así no podremos llegar a nada. — le respondió, con menos paciencia, tomando varios tomates y lavándolos. — A ver... Hasta que entramos al depósito estaba todo normal, quitando tu desempeño algo patético...

—T-tampoco para que lo digas así... — El sagitariano interrumpió con vergüenza.

—Sí que lo fue, no podías articular palabra y no te involucraste en nada... con todas las oportunidades que te brindé en esa charla...— Shura tomó aire y suspiró profundamente. —En fin, ¿qué pasó en el depósito? Porque claramente ahí ocurrió algo extraño, cuando fui a buscarlos el ambiente estaba raro.

—Honestamente no lo sé, estábamos charlando...— Aioros frunció el ceño al ver la mirada que le dirigió su amigo. —Bueno, está bien, ella estaba hablando sola prácticamente... a mí no me salían muchas cosas.

—¿Entonces?

—Ella estaba igual que antes, pero en un momento su humor cambió y empezó a preguntarme qué me pasaba y a decir que le molestaba que yo esté "así". No entendí muy bien a qué se refería la verdad...

—Creo que a cualquier persona le molestaría estar con alguien que pareciera no escucharla y respondiese sólo con monosílabos. — Shura acotó, mezclando la verdura cortada en un bowl de vidrio. — ¿Y qué más pasó?

Aioros miró hacia la mesa con un gesto de incomodidad, ruborizándose casi instintivamente.

—P-pues después de eso cambió el semblante nuevamente y tocó mis brazos y hombros —pausó el relato al ver cómo su amigo se dio vuelta de manera repentina para verlo, adelantándose a la interrupción de Shura. —S-sí, sí los tocó... los apretó y dijo que yo estaba muy tenso y que me serviría una ducha caliente.

—Ay Aioros...

Shura pausó los quehaceres culinarios y se apoyó en la mesada de la cocina, frente a su amigo. Se llevó una mano a la sien, suspirando profundamente, con mucho pesar... era lógico que Aioros se sintiese tan frustrado, diablos, que él sólo había tenido una sola pareja y aquella relación había sido un juego de niños, de adolescentes inocentes, sin segundas intenciones, todo muy vainilla y con mucho amor.