Capítulo 8

180 20 9
                                    

Estar en sus brazos definitivamente era delicioso, sobre todo si se incluye esos besos que dejaba por todo mi cuello..

- Deberíamos levantarnos e ir a cenar - dice ella, pasando sus manos por mi cuerpo y yo sonrío - No te burles, si no fueras tan adictiva podría hacer caso a mis propios comentarios.

- Claro, yo soy la culpable de que no me saques las manos de encima - me levanto de la cama exhibiendo mi cuerpo - Pero ya que estamos, aprovechemos en ahorrar agua para poder bajar a comer algo más que nuestros propios cuerpos. - ella solo se ríe y no duda en seguirme al baño. ¡Como me pone esta mujer!

Después de poner nuestro granito de arena en preservar el medio ambiente nos arreglamos y bajamos para conseguirnos con nuestras amigas succionándose la vida cerca de la piscina. Carraspeamos sutilmente, obviamente ni se inmutaron así que Mia, con su demostración de paciencia le dio un golpe en el brazo a Kath para señalar nuestra presencia, ambas se separaron sonrojadas.

- Hola chicas, disculpen, es que esta morena me pone mal - dice Kath haciendo enrojecer aun más a mi amiga.

- Lo hemos podido apreciar darling, pero bueno, no te puedo culpar, me pasa igual - dice Mia observándome y yo desvié la mirada al cielo que estaba de un bonito azul, para nada sonrojada, no, soy una chica ruda... No engaño a nadie, mi corazón se aceleró tanto que no pude evitar el suspiro que di y que a mi diosa griega no se le escapó por la sonrisa pintada en su rostro.

- En fin ¿por qué no vamos a comer ya? muero de hambre... - digo para salir del apuro mientras empiezo a caminar con destino al restaurante del hotel.

Al final la cena transcurrió sin mayor relevancia que los chistes dados por todas, aunque en cierto momento no pude evitar sentir un poco de nostalgia y a mi alemana no se le pasaba nada, no dudó en preguntarlo cuando fuimos al área de la playa.

- ¿Qué te sucede hermosa? He notado que te has apagado un poco, ¿dije o hice algo que pudiera incomodarte? - Mia tenía dibujada una mueca de preocupación que me pareció adorable.. ¡Hasta eso le queda hermoso en su rostro!

- No, bueno si tengo algo pero no tiene nada que ver con algo malo que hayas podido hacer, todo lo contrario, es que no sé, esta será nuestra última noche aquí y pues - empecé a dudar en decirle más - no sé, en fin no me hagas caso. - pero esta no es una mujer que se deje disuadir fácilmente, además que no es tonta...

- Entiendo, sabes quería hablar contigo sobre eso, yo deseaba saber que planes tienen para después - se sonrojó, MIA SCHNEIDER se acaba de sonrojar, pensé que no se podría ver más hermosa pero acabo de descubrir que si - Lo cierto es que bueno, como decirlo... Tengo aun unos días libres y me gustaría compartir más contigo ¿qué me dices?

- Yo, wow, pues ciertamente quisiera lo mismo, sabes que me gustas, ya sabes, ¡¿por qué me pones tan nerviosa?! - ella suelta una risa preciosa - Me encantaría.

- ¡Perfecto! Podemos ir a Madrid, te encantará.. - Me abraza de forma efusiva, y le hace señas a nuestras amigas para que se acerquen a nosotras - Bueno Natalia como supongo no dejarías sola a tu amiga, te informo que les haremos compañía por unos días más.. ¡Aceptó Kath! ¡Iremos a Madrid! - No podía creer que esa mujer estuviera tan eufórica, ¿esto es real o estoy soñando? Lo único que sé es que si resulta ser un sueño el que se atreva a despertarme lo mato.

Hay viajes, historias y personas capaces de dar un giro en tu vida, siempre me acostumbré a seguir reglas y protocolos, tener todo bajo estricto control, no sabía con exactitud dónde o qué me traería esta aventura pero estaba dispuesta a disfrutar al máximo, por alguna razón una canción vino a mi mente mientras veía a las chicas haciendo planes frente a mis ojos... "Y celebrar que está viva explotando en libertad para sanar las heridas con pura electricidad... Y recordar que la vida es solo una, no hay dos, al cuerpo lo que le pida y al que dirán un adiós".

Me uní a su conversación mientras Mia me envolvía en sus brazos apoyando su mentón en mi hombro sonriente, no pude evitar suspirar...


Quién sabe y éste, tal vez, sería el camino que siempre estuve esperando tomar.

Sin Aliento. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora