¤Día 4¤

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Error e Ink habían planeado ir a un café en la superficie de UnderTale.

Más bien, el guardián fue quién decidió aquello, el destructor tan sólo debió tragarse todos sus insultos y quejas, no quería ser catalogado como un cobarde.

Y ahora, el pintor estaba frente a Dream, ambos hablaban de distintos temas, específicamente sobre los universos alternos, la belleza que estos poseen y sus enormes cantidades de sentimientos positivos, al menos así se podría describir a la mayoría.

—¿No deberías ir con Error ya? —Preguntó el más pequeño, bolitas llenas de sueños y esperanzas estaban en sus manos, y él las observaba cautivado.—Puede enojarse si llegas tarde, otra vez

—¡Descuida, Dream, aún faltan diez minutos para nuestro encuentro, con mi pincel llegaré en un dos por tres! —Heroicamente elevó su arma y más grande tesoro.—Además, de seguro él también llega un poco tarde, tengo casi veinte minutos libre.

—Bueno, si tú lo dices...

Por otra parte, en el Anti-Void, el glitch se encontraba meditando si asistir o no a la cafetería, es decir, en Snowdin no había problema que esperase, después de todo, adora pasear por Undertale. Ahora, la superficie es un caso diferente, especialmente si se trata de un lugar público. Demasiadas personas ignorantes, muchos monstruos alegres, y el ambiente lleno de edificios es agobiante, no le permiten disfrutar del silencio y la tranquilidad.

"—Sin embargo.—" Repitió su mente, como en días anteriores. "—Si no vas, ellos te llamarán cobarde.—".

Presionó los hilos con los que jugaba, él no era aquello, no sería llamado de esa forma, abrió un portal directo a la cafetería, iba veinte minutos tarde, entró de todos modos, si Ink ya estaba allí no habría llegado hace mucho.

Sólo se sentó aburrido en una de las mesas, el pintor aún no había llegado, y no era de sorprender, le conocía lo suficiente como para saber que era un retrasado, en todo sentido de la palabra, según piensa Error.

Treinta minutos.

Cuarenta.

Cincuenta.

Una hora.

Una hora y diez minutos e Ink no aparecía.

El destructor claramente no le iba a esperar para que ordenen juntos, claro que no, no caería tan bajo. Él realizó su pedido apenas pasaron quince minutos de su llegada.

No fue tan malo como creyó en un comienzo, es decir, pudo darse el lujo de comer todo el chocolate que se le dio la gana, y beberlo también, nunca imaginó que existiría esa creación de los Dioses llamada "Malteada de chocolate".

Incluso, cada vez que la mesera le atendía, ya ni preguntaba, llegaba con la Malteada terminada para entregarla. Cabe mencionar que ya la había bebido siete veces, e iba por la octava.

O así fue hasta que cierto guardián de universos alternos decidió aparecer, finalmente.

—¡Hola, Er-

—Llegas tarde.

—Sí... Lamento eso, estaba con Dream vigilando los universos y se me pasó la hora... ¿Sabes lo bellísimo que está DanceTale hoy? ¡Y ni te imaginas lo que hizo la Frisk de SwapFell, fue lo máximo, repetiría ese momento mil veces! Oh, ¡Y aún no te digo lo que pasó en UnderLust! ¿Conoces a Lu-

—No me importa. —Informó el destructor, totalmente asqueado por la simple mención de todos esos AU's.—Creí que ya te había dicho que no llegues tarde.

—Pero... No parece que te hayas aburrido mucho...—Comentó Ink, observando los restos de malteada vacíos que permanecían sobre la mesa.

—Con eso pasé el rato, menudo idiota.—Respondió con molestia, ya comenzaría otra discusión.

—Lo siento, es que Dream estaba a-

—¡Que no me importa esa mierda! —Gritó, dándole un gran golpe a la mesa. Ante esto, el pintor enseguida tomó su pincel por pura inercia, apuntando al contrario con un semblante serio.

Los clientes del local no tardaron en tomar sus cosas y retirarse en silencio, ni siquiera los mismos meseros se atrevían a separarlos de su discusión, pese a su tamaño parecido al de unos niños, sus miradas congelarían a quién sea...

Ambos se observaban con odio, frialdad, listos para ser los primeros en lanzar un ataque, dispuestos a entrar en batalla.

El lugar se quedó en un profundo silencio ante la ausencia del resto, sólo quedaban ellos dos. Ink devolvió su arma lentamente hacia su espalda, seguido de Error, quien bajaba sus manos, llevándose consigo los hilos que aparecían de sus falanges.

—No quiero pelear. —Comentó el guardián de una buena vez.

—Yo sí quiero, pero no lo haría aquí. —Admitió el glitch, por lo que el contrario le miró mal.— ¿Qué? Yo no fui quien llegó una hora tarde, no me vengas con esa cara, bicho raro.

Antes de dejar a su acompañante replicar, siquiera, tomó una malteada de chocolate lista para entregar y se retiró por un portal. Minutos después, el pintor imitó sus acciones, sólo que no se llevó una merienda consigo.

Su salida no había salido del todo bien, para ser sinceros, fue un fracaso total.








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Y si les digo que no publiqué antes por pura flojera, ¿cómo se quedan?

UOUOUOUOUOUOU

-Cxnni-

30 de Febrero 《InkError》▪30 Días De OTP▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora