Y te preguntas quién soy...quién es la mujer que te escribe a diario; no encuentras respuesta, la buscas pero...cómo encontrar a una persona que no existe ni en tus pensamientos. Tú, habitas en mi ser, en mi mente, en mis recuerdos, eres como la célula que llena de energía mi día, mi vida.
Todos creen que soy incongruente al pensar todo eso de ti pero... ¡Todos no son tú! Todos no me ocasionan ésta luz tan brillante en mis pupilas. Todos no saben como late mi corazón cuando imagino tus labios aproximarse a los míos. Todos no han conocido lo que es enamorarse profundamente. Todos no sienten la algarabía de mis pensamientos. Todos son una mierda, pero tú...quizá también. Aunque, ciertamente, entre mierda y belleza, no hay mucha diferencia.
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