Shift Nurse [Feligette]

Capitulo VIII

"En tus brazos"

Tras esa noche de confesiones paso todo un mes, que para Bridgette fue como un parpadeo.

Estaba inmensamente feliz, ya se había recuperado y casi todas sus heridas estaban totalmente sanadas. Felix y ella empezaron a salir como una pareja normal, el la invitaba a cenar a lugares bonitos y muy especiales, o simplemente paseaban de noche por las tranquilas calles de París.

Ella había continuado con las practicas de diseño solo cuando Felix estuvo totalmente convencido de que ya se encontraba completamente bien, a Bridgette le enternecía mucho como él se preocupaba por ella a su manera, aunque a veces seguía siendo un poco gruñón, nada que un beso sorpresivamente en su mejilla y una sonrisa traviesa pudiera arreglar, y a pesar que el rubio se le quedaba mirando con caras de pocos amigos por hacer esa clase de afectos en público; siempre terminaba cediendo y el mismo le demostraba un poco de amor.

Hasta en las batallas se habían convertido en un dúo esplendido, su coordinación era casi perfecta, y la armonía de sus movimientos al luchar era mucho más clara ahora. Mientras tanto HawkMoth se había visto obligado a reducir un poco más las veces que transformaba la gente en Akumas, tendría que pasar un tiempo hasta que el villano recuperara todas sus fuerzas.

En su cumpleaños número veinte; ella realmente no se esperaba nada en especial, solo pasar tiempo con el chico que la tenia locamente enamorada, pero su sorpresa fue que esa misma mañana; Chat Noir la visito con un ramo completo de rosas blancas, rojas y rosadas y un gran peluche de un gato negro, Bridgette casi se desmaya de la emoción con su mirada brillante y una amplia sonrisa. Chat le beso la mano antes de guiñarle un ojo y casi produciéndole un paro cardiaco; le dijo que las sorpresas que le esperaban iban a ir mejorando conforme pasaba el día.

Y vaya que la dejo con la boca abierta de la impresión, Felix la llevo a almorzar en su mansión; mandándole a preparar todos los platillos que a ella le gustaba, y en el trascurso de la tarde como estaba ocupado con el trabajo; le enviaba distintos obsequios que sinceramente Bridgette nunca se imaginó tener en su vida.

Y Cuando finalmente se dio las siete de la noche; el la paso buscando en un flamante auto vestido impecablemente, ella nerviosa solo se había puesto un sencillo vestido azul degradado en un tono más oscuro, largo, sin mangas y con algo de escarcha que la hacía que brillaba bajo la luz de la luna, se había arreglado el cabello con algunos risos, y aplicado un sencillo maquillaje. Al principio pensó que estaba demasiado simple, pero Felix la beso febrilmente antes de subir al auto alegando que si se veía más hermosa entonces no podría llevarla a ningún lado por temor a matar algunos hombres que osaran ponerle los ojos encima, ella se sonrojo dándose cuenta que le había quitado todo el lápiz labial con un ligero puchero, el solo sonrió gatunamente antes de volverla a besar.

Así pasaron una noche romántica, en una cena bajo las estrellas en un ambiente exquisito y perfecto. Bridgette no cabía en sí misma, mantenía un rubor perpetuo en sus mejillas con su corazón inflado de emoción. Y para finalizar el fantástico día; ambos se habían trasformado, y juntos quedaron sentados uno al lado del otro en lo alto de la torre Eiffel.

Felix no podía evitar sentirse afortunado cada vez que observada a su amada chica con esos ojos azules tan expresivos y brillantes, y esos dulces labios rosados que formaban una sonrisa hermosa. La chica poco a poco se había colado en su corazón aún más todos los días, ahora no existía ni un solo día que no quisiera estar a su lado por completo.

Todo transcurría perfectamente, hasta que un día su padre lo mando a llamar a su despacho, y Felix sin saber que esperarse de Gabriel; fue con un poco de tensión en sus hombros y su mirada igual de impasible que podría rivalizar contra el más viejo.