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No vuelvo a hablar con ninguno de los muchachos hasta la mañana siguiente, y eso termina siendo apenas un saludo en la entrada de la escuela.
Los eventos de la noche anterior todavía rondaban mi cabeza, con tantas preguntas y teorías que tuve que irme a dormir para evitar que me dieran dolor de cabeza.
Y como no había hablado realmente con Stiles, no estaba segura de que nuestros planes siguieran en pie.
En especial porque antes de entrar a clases me escape en cuanto lo vi acercarse, temerosa de que me preguntara algo relacionado con los acontecimientos de anoche.
Pero de eso se supone que me ocuparía luego.
Había pasado el resto del día escolar preguntándome si debería ir a visitar a Derek y aclarar las cosas por mí misma, pero la idea me estremecía de una manera tan extraña que ni siquiera me atrevía a compartirla en voz alta.
Tal vez era miedo, o simple cobardía; de cualquier manera, no logre hacerlo.
Por lo cual, después de salir de la escuela, me dirijo directamente a mi casa, usando el tiempo libre para darme una larga ducha y relajarme mientras mis padres llegaban.
Al salir del baño, con mi pijama puesta y mi cabello mojado, ambos están en casa, preparándose para salir de nuevo.
Papá había decidido llevar a mi madre a una cena romántica sorpresa, sin razón aparente, aunque estoy segura que de alguna manera se relaciona con el juego de fútbol que habrá la próxima semana en Beacon.
De cualquier manera, es un lindo gesto.
Cuando ambos desaparecen por la puerta, yo conservo mi posición en el sofá, viendo la película de Los Cazafantasmas y reuniendo un poco de valor para llamar a Stiles, ya que pasar la noche sola con mis interrogantes ya no parece tan atractivo.
