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Pasaron al menos tres horas, antes de que lográramos tener comunicación con Scott.
Ya que no teníamos un lugar donde poder dejar a Derek, nos dedicamos a andar sin rumbo fijo, pasando a través de los caminos del bosque y áreas residenciales de manera aleatoria.
Stiles había intentado contactar a Scott durante la prima hora, pero su teléfono había sido apagado, así que el resto del tiempo se dedicó a conducir en silencio, solo intercambiando palabras conmigo de vez en cuando.
Derek, en cambio, había estado entrando y saliendo de la inconsciencia durante las últimas horas. Mientras más tiempo pasaba, más débil se sentía, su respiración se hacía cada vez más trabajosa, lo que me tenía en alerta. Cada vez que caía inconsciente, tenía que revisar su pulso para asegurarme que seguía con vida.
Intente convencerlo de que se pasara al asiento trasero para que descansara y recupera energía; pero, como la persona obstinada que es, se había negado, alegando que estaba en perfectas condiciones.
Sí, claro.
Cuando empezó a anochecer, Stiles decidió dejar de gastar gasolina en vano, así que se estacionó a un lado del camino, junto a una farola.
Que es donde hemos estado durante la última hora.
Durante los últimos diez minutos, Stiles ha estado enviándole mensajes de texto a Scott, mientras que Derek ha estado durmiendo en la misma posición sentada durante la última media hora.
Yo, por otro lado, me había recostado del lado derecho del jeep, extendiendo mis piernas por los asientos y jugando Galaga en mi teléfono.
¿Qué? No me juzguen.
Minutos después, Scott finalmente se da el tiempo de llamar a Stiles. El sonido del teléfono hace reaccionar a Derek.
Stiles responde Inmediatamente— ¿Qué se supone que debo hacer con él?
