Capítulo 24: Abuela

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Carolina estaba ahí, parada, toda la familia la miraba. Ella tan relajada con una posición desafiante, esperando a que alguien hablase para poder contraatacar. Ella siempre tenía una posición defensiva. Cualquiera que se metiese con ella era como entrar a la boca de la bestia, terminaría perdiendo la discusión y Carolina con una sonrisa malévola. La mujer de rasgos latinos estaba ahí parada, sin contestar la pregunta que le hice con anterioridad. Al final solamente se relajó y termino encogiendo los brazos.

- ¿No puedo venir a este festejo? ¿No me quisieron invitar?

Oía los refunfuños de familiares en sus mesas, simplemente viéndola con desprecio. Sylvia solamente estaba ahí, sentada sin entender que sucedía. Fue cuando mi abuela simplemente se acercó a ella, diciendo algunas palabras a su oído. Fue cuando ella entendió, más no hizo nada por entrometerse. Y era mejor así, esa mujer era todo un peligro.

- Sabes que no estás invitada en ningún festejo familiar – Hable, desafiando a esa mujer parada ahí.

Ella con toda tranquilidad hablo, con un tono irónico.

- ¿Piensan que vengo aquí por algo más que no sea voluntad propia? – Pregunto con tono retorico y sarcástico. Al igual que dramático.

- Tu nunca piensas en los demás. ¿Qué te haría venir aquí si no hay dinero o algo que quitar a la gente?

- El amor – Su tono no me convencía – Vamos, tu abuelo fue un buen hombre...

- No te atrevas a mencionarlo – Refunfuñe entre dientes.

- Pero bueno, no puedo fingir más, siento que vomitaré si no hago algo. Tienes razón, vengo aquí por trabajo...

Más refunfuños susurrados de parte de mi familia se hacían notar.

- ¿Qué vienes a quitar ahora? Sabes que no puedes quedarte con esta propiedad pues es de la familia.

- Al parecer esto es más personal, ni tus abuelos y ni tu familia tienen que ver en esto. Más bien vine por esa niña... - Hablo, apuntando a Sylvia.

- ¿Sylvia? ¿De qué rayos hablas? Ella no le pertenece a nadie más que a mi...

- ¿A no? Según tengo entendido, la OMAE hizo CASI todos los papeleos de ella. Solo que... olvidaron hacer un papel importante que tiene que ver con sus derechos. Ese papel que le permite tener certificados y credenciales que la hagan "Legal" ante el mundo...

- ¡Tonterías! – Exclame, casi gritando de la rabia.

Ella con tanta calma simplemente saco unos papeles de un portafolio que tenía. Acercándose a mí y extendiéndolos hacía mí. Yo se los arrebate y se alejó un poco de mí. Fue cuando lo leí detenidamente.

Una organización tenía influencia aquí. Tenía el sello que lo avala que es un documento legal. Ahí ponía que Sylvia estaba en compra. Fue cuando explote casi en rabia.

- ¡Esto es mentira! – Grite con rabia.

La mujer estaba ahí, tranquila.

- Oh vaya. Creo que no notaste que faltaba un documento. Este tipo de cosas suelen suceder si no pones atención a lo que recibes...

- Quiero... Que te largues... - Hable entre dientes.

- Sabes...

- ¡LARGO! – Grite con tanta furia. Sentía mucha adrenalina del enojo, tanto odio hacía esa persona que estaba ahí presente.

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