Perderse en algún lugar que no ves, sentir que estás ahogando en el agua, pero la misma no existe, tu cuerpo está seco, o eso parece.
La misma existencia parece ser dolorosa y la oscuridad es la única que te acompaña en ese lento tormento que parece tener como fin que pierdas la cordura.
Duele, todo duele, incluso si no me muevo y dejo de resistirme, parece ser más profundo el dolor en mi ser a cada instante.
Sin embargo, a la par de todo ese sufrimiento, oigo voces demasiado graves como para ser agradables, susurran, hablan muy alto y otras rien, unas más aterradoras que otras.
Todas ellas no tienen orden alguno y se entremezclan constantemente sin dejar que se entienda nada claro o al menos para mí.
Pero pronto una voz más potente y demandante que las demás se oye en ese bullicio, poniendo orden entre todas las demás y fin al bullicio.
El silencio total se hace presente luego de unos momentos de su la más poderosa voz se haya hecho presente.
-Y bien, denme los detalles de la nueva adquisición.
Dijo en tono ronco, esa voz pareció ser más cercana a mí que las demás. Incluso escuchaba la respiración defectuosa que el dueño de aquella voz tenía, su aliento no podría describirlo, ya que parecía ser helado y a la vez demasiado caliente ya que una sensación de que te podrías incinerar con solo chocar contigo.
No entiendo, se supone que no estoy en el mundo material, más sin embargo siento el choque de aire y demás cosas que pasan a mi alrededor.
Todo es confuso, parece desafiar todo lo que había aprendido gracias a quien había sido mi mentor en los mismos abandonos de cuerpo.
Dejando de lado todos mis pensamientos, con algo de valentía intenté abrir los ojos, pero la oscuridad no desaparecía. No podía ver absolutamente nada
-¿No es una monada? La encontramos perdida y parece tener aún contacto con el mundo físico.
La voz de lo que parecía ser un ser pequeño (su voz era en parte algo chillona e irritante) se hizo presente diciendo aquellas palabras. Realmente a la par de entender algo, no entendía nada, sólo creía que hablaban de mi.
-Es una adquisición muy interesante, ¿Se puede saber dónde la encontraron?
-Por allí vagando junto a otro muchaho.
-¿Otro muchacho? ¿Y ese muchacho dónde está en este momento?
-Pues verá, cuando capturamos a esta el otro de repente dejó de existir, parece que desapareció por arte mística y no pudimos dar con ese por ningún lugar.
-¿En verdad?
Un silencio se hizo presente por unos segundos y repentinamente esa voz chillona empezó a quejarse con un tono de voz que me sabía a desesperación.
-No, no jefecito, no lo haga.
-¿Que no haga qué?
-Aghh, Duele ... Miggle se siente sofocado, Miggle siente dolor.
-¿No será por que Miggle hizo mal su trabajo?
-Pero Miggle hizo lo que el jefecito le pidió, Miggle le trajo una nueva adquisición.
-Pero tarde.
-Pero aquí no existe el tiempo jefecito, ese condicionante que es sólo de los del mundo de la materia... Aquí no existe jefecito.
-Pues digamos que aún conservo la mala costumbre de llevar esa condicionante conmigo pequeño engendro.
-Pero jefecito.. ¡Aghh! Miggle no quiere seguir con esto, Miggle se arrepiente, Miggle no lo volverá a hacer, Miggle no volverá a hacer enojar al jefecito.
-Pues dile a Miggle si la siguiente recuerde que a parte de hacer el mandado...
Un silencio nuevamente se hizo presente, pero pronto se oyó la voz gruesa más fuerte, como si estuviera regañando a la vocecilla más aguda.
-¡No puede dejar testigos!
-¡aaah! No jefecito, no jefecito... ¡me sofoco! Miggle promete no hacerlo de nuevo, Miggle promete no volver a fallar.
-No es lo que quiero oír.
-Miggle reparará el daño, sí, lo hará. Pero deje de lastimar a Miggle, déjelo en paz.
Aún se oían gritillos y súplicas durante un buen momento más, pero finalmente cesaron, dando paso a un sonido sordo como si lanzaran alguna cosa al aire. Finalmente se oyó como un jadeo en un eco que venía de todas partes.
-Ya lo dije, no quiero testigos.
-Mig...Miggle reparará lo que hizo mal.
-Muy bien, Así que Miggle debe traer al otro.
-S.. sí, Miggle lo hará.
-Y bien, los demás también ayuden.
Se oyeron varias voces como debatiendo entre sí, al oír las palabras del que parecía ser el jefe de todos.
-No fue una sugerencia, fue una orden.
El debate paró rápidamente y el silencio se hizo presente de manera total nuevamente.
El dolor en ningún momento había parado, ni la sensación de ahogamiento. Más sin embargo luego de que el silencio se hizo presente cuando la voz más poderosa ordenó a las demás. La penumbra parecía dispersarse poco a poco, como si yo hubiera estado en una espesa y oscura neblina todo este tiempo.
Por fin podía abrir los ojos, aunque con dificultad y algo de molestia.
Por fin sabría donde estaba, o eso esperaba luego de tanta confusión sobre que pasaba.
Por fin

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En Cuerpo Ajeno
Fantasy¿ una segunda oportunidad.? No es exactamente eso... quizá ¿es sólo un cambio de cuerpo? Ven y acompaña a conocer que les pasó realmente, que harán con su vida, y cómo debe vérselas la propietaria para intentar tener una vida normal.