Capítulo 2

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-¿Hola?- respondí la llamada con las manos temblando.
- Hola Katherine- odiaba que me llamaran por mi nombre completo pero en este momento, el odio no era la emoción que predominaba al escuchar esa voz que me provocaba escalofríos mencionar mi nombre- tu primer trabajo va a ser algo simple, muy simple de hecho, solo tienes que romper unos bombillos, te envió la dirección por mensaje- hizo una pausa y escuche una risa al otro lado de la línea- y por cierto si le dices algo de esto a alguien a cualquiera que no sean otros participantes, pues creo que no te quieres ni imaginar lo que va a pasar.
-¿Participantes?¿Acaso esto es una broma?
-Ya quisieras tú que fuera una broma- dijo entre risas, tenía un extraño sentido sarcástico en su tono de habla que me hacía tenerle más miedo- y sí hay otros como tú que supongo que con el tiempo descubrirás quienes son, por ahora solo te dire una pista, en total deberían ser solo cuatro de ustedes- corto la llamada, a los pocos segundos me llego un mensaje con direcciones.
-Calle Beckham, frente a la casa de puerta roja, rompe los bombillos de las lámparas de la calle hasta que quede suficientemente oscuro, disfruta tu noche.

Quede paralizada tratando de comprender lo que me estaba ocurriendo en ese momento, y todavía mis preguntas seguían sin respuesta, ¿Como era posible que alguien supiera sobre eso? No había nadie ahí esa noche. El sudor frío me resbalaba por la frente, mis ojos perdidos en el reflejo del espejo en la pared del cuarto, tenía miedo, mucho miedo, no quería que nadie se enterara de esa noche, de lo que pasó aquella noche, tenía que hacer caso, tenía que seguirle el juego a ese desconocido, a ese número desconocido. Me entró un nuevo mensaje.
-Se me olvidó decirte que tienes hasta las 9:00 pm.
Revise la hora en la parte superior de la brillante pantalla del celular, 8:30 pm, me apresuré a colocarme una sudadera negra y unos leggings del mismo color, y salí por la ventana, mis padres a esta hora veían televisión y probablemente no se iban a dar cuenta hasta que fueran las 11 y ya a esa hora debía de estar de vuelta.
Iba corriendo por la acera, los pocos carros que pasaban por la calle pensarían que estaba trotando y no que iba a cometer un acto de vandalismo, el lugar no quedaba muy lejos de donde vivía y creo que el desconocido sabía eso, creo que el desconocido sabía todo sobre mí.
Llegue a la dirección y busque con la mirada la puerta roja, logre ubicarla y me pare frente a la casa, las luces estaban prendidas y se podía ver a través de las cortinas como la familia comía pacíficamente en su comedor, mi celular vibro insistente.
-Revisa entre los arbustos en la puerta, te quedan solo 10 min, si no terminas el trabajo publicare el video.
Corrí a los arbustos y saque una bolsa con pelotas de goma. Me coloqué la capucha de la sudadera y saque de la bolsa una de las pelotas, había seis, trate de apuntar y lance con todas mis fuerzas la pelota rompiendo el bombillo, decidí antes de que los vecinos se alborotaran y salieran a ver que ocurría, apurarme y terminar esto lo más rápido posible, revise la hora 5 min.
-Mierda- dije por lo bajo, y agarre la siguiente pelota y la lance contra el bombillo y lo seguí haciendo hasta que rompí todos los bombillos y la casa quedo en completa oscuridad. Iba a salir corriendo cuando me entró un mensaje nuevo.
-Se me olvidó comentarte que tienes que destruir las cámaras también- revise la hora, me quedaban 3 min, con el corazón en la garganta busque las cámaras, metí la mano en la bolsa pero ya no quedaban más pelotas, había solo una cámara, busque con la mirada donde había alguna pelota de goma, y localice una, 2 min, corrí hasta la pelota la tome y la lance, el objeto circular rozó la cámara, en cuenta en rabia busque de nuevo la pelota, 1 min, la lance y falle de nuevo, el sudor me resbalaba por la cara y el corazón corría en mi pecho, volví a buscar la pelota, respire hondo, 30 segundos, apunte al pequeño artefacto que quería golpear, 15 segundos, y lance la pelota, 5 segundos, 1 segundo, y esta vez acerté, la puerta roja de la casa se abrió y rápidamente me escondí detrás de un árbol, trate de controlar mi respiración pero era imposible, asome con cuidado la cabeza por un lado del tronco y reconocí a ese chico en el momento, era Dylan Startling, otro chico medianamente popular del colegio, era también conocido por ser de los más bonitos, no era atleta, era solo un chico normal que hablaba con todo el mundo, no sabía mucho de el, aunque sabía que también era conocido por meterse en problemas muy seguido; miró extrañado la falta de luz alrededor de su casa, pero se encogió de hombros y se devolvió a su casa cerrando la puerta tras de sí, sin pensarlo dos veces salí corriendo, corrí hasta mi casa y cuando estaba a mitad de camino entró una llamada.
- Hola Katherine- dijo aquella voz desconocida- Vi que ya hiciste tu trabajito.
- ¿Que quieres de mí?
-Que trabajes, creo que lo deje muy claro
- Y ahora ¿me vas a dejar libre?- escuche como reía del otro lado de la línea.
-Ya quisieras tú, aún me eres útil, pero si tú pregunta es si puedes hacer algo más hoy, ya estás lista.
- Maldito...
- Cuidado con tus palabras, no me hagas enojar querida, no te conviene- hubo un silencio- muy bien Katherine, disfruta tus segundos de libertad.
La llamada de corto, y quede yo parada en la mitad de la calle sin saber si llorar o enojarme. Esto no podía estar pasando no a mi.

- Holaaaa- dijo Lily saltándome encima como de costumbre- ¿Y tú que? ¿Te quedaste sin tapa ojeras?
-Hola- dije quitándosela de encima.
-Hola chicas- Noah se acercó a nosotras mientras saludaba- Wow ¿Estás bien? - dijo viéndome.
- Sí solo me quedé despierta hasta tarde viendo Netflix- mentí, no había dormido nada pensando en todo lo que había hecho esa noche, no sabía que hacer, pero no podía contarles a ellos, no quería implicarlos en todo esto.

El día transcurrió normal como siempre, a la salida fue que todo se complicó, cuando escuche para que era todo eso que había hecho el día anterior, o mejor dicho la noche anterior.
Dylan tenía gente alrededor que le hablaba, no es que no fuese normal, pero era demasiada gente, el les contestaba como diciéndoles "gracias", no entendía que estaba pasando.
-¿Que pasó?- dije preguntándole a mis amigos aunque seguía viendo a Dylan.
-¿No te enteraste?- dijo Lily poniéndose a mi lado y mirando a Dylan igual que yo- sus padres murieron, justo enfrente de él, ayer por la noche, aún no se sabe cómo sobrevivió, pero lo encontraron desmayado en el suelo con el cadaver de sus padres al lado- la piel se me erizo, había provocado un asesinato, toda esa tontería de romper los bombillos y las cámaras eran para un asesinato- además fue super creepy por decirlo así porque la policía dijo que no los habían matado a tiros porque los vecinos no escucharon nada, si no que los mataron con un cuchillo, y que ni si quiera se robaron algo, solo entraron mataron a los padres y salieron.
-Además de que les habían escrito una carita feliz con dos x por ojos, en la frente con el cuchillo, que enfermo hace eso por dios- dijo Noah, pareciera como si supiesen que eso era mi culpa y me quisieran dar todos los detalles.
-Y esa zorra de Victoria no se pierde una oportunidad para coquetearle al chico malo del colegio- dijo Lily mirando despectiva a Victoria quién estaba hablándole a Dylan apoyada en su hombro- la odio.
-Solo porque Dylan sea tu crush y ella le este hablando no quiere decir que tengas que odiarla- replicó Noah como siempre buscándole pelea a Lily.
- No le está hablando Noah le está coqueteando- respondió Lily.
Deje que ellos continuarán la conversación, estaba demasiado impactado como para hablar, había matado a alguien, a los padres de alguien, sin ninguna razón aparente, esto era mi culpa, todo era mi culpa.
- Kat ¿todo bien? - dijo Lily sacándome de mi mundo- se que es normal que te quedes pegada viendo a la nada pensando en todo pero me preocupas.
-Estoy bien, es solo que Dylan es muy atractivo- dije sonriendo y ejerciendo mi mejor profesión que es mentir.
- Cuidado que el es mío.
-Si claro- dije con sarcasmo.

Antes de salir por las puertas del colegio vi por última vez el rostro triste de Dylan, quería recordar esa mirada por siempre, esa mirada llena de impotencia, tristeza y soledad, porque esa mirada, esa mirada estaba en su rostro por mi culpa, sus padres ya no eran más que cuerpos sin vida por mi culpa.

Me entró una llamada, me aleje de Noah y Lily y conteste.
-Hola Katherine ¿Recibiste tu sorpresita?
- ¿Porque los mataste?¿Que te hicieron ellos?
-No es de tu incumbencia- abrí la boca para replicar y me interrumpió- y no me digas que si lo es porque aunque trabajes para mi tú solo trabajas no recibes informes- permanecí callada tragándome mi rabia- hablando de trabajos, tienes un trabajo, este es un poco más complicado, por eso vas a tener una ayudante, te envío los datos por mensaje, y recuerda si le dices algo a tus amiguitos, la próxima vez que los verás será en su tumba.
Corto la llamada, me quedé paralizada, volviéndome a repetir lo mismo, esto no podía estar pasando, pero sí estaba pasando y no podía hacer nada al respecto, me sentía como una especie de hormiga impotente en un mundo de gigantes, me sentía inferior y odiaba ese sentimiento.
Camine con Lily y Noah a mi casa y a penas cruce la puerta de mi cuarto me llego un mensaje de un número desconocido.

-Vas a ir al banco Liberty y vas a retirar 3000$ el cheque lo vas a encontrar en el bolsillo derecho de tu pantalón, en el banco vas a encontrarte con tu compañero, y luego van a entregarle el dinero a alguien que los va a estar esperando en el parque al sur de la calle Brior, disfruta.
Metí la mano en el bolsillo derecho de mi pantalón y saque un cheque a nombre de Ryan Bates, mi celular volvió a vibrar.
-Tienes hasta las 4:30.
Eran las 2:00, tome mi bolso del colegio y le saque todos los libros, baje rápidamente las escaleras y salí por la puerta diciendo que iba a hacer un trabajo a casa de Lily, camine lo más rápido que podía, hasta el banco Liberty, con el miedo respirándome en los pulmones, llegue a la puerta del banco y me consigo con una mirada familiar, un rostro familiar, la única persona que no me quería encontrar, no ahora.

- ¿Kat?- dijo con su voz masculina.
- Hola, Dylan.
Nos llego un mensaje a los dos y desbloqueamos el celular rápidamente tratando de no parecer alarmados.
-Te presento a tu compañero.

Número desconocido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora