Número desconocido

Capítulo 5

Otro mensaje entró esta vez en el celular de Victoria, ella lo saco del bolsillo trasero de su pantalón y suspirando leyó el mensaje, luego nos pasó el aparato a Dylan y a mí.
- Esquina entre Kings y Thomas Burgers.

Nos miramos entre nosotros y empezamos a caminar siempre a un ritmo rápido, pude notar que a Victoria le costaba mucho mantener el ritmo que teníamos Dylan y yo, sonreí un poco al verla frustrarse por no mantener nuestro ritmo. Al comienzo había un silencio abrumador entre los tres, estábamos  uno más incómodo que el otro, hasta que Dylan rompió el silencio.
- Por favor no hablen las dos a la vez- Victoria y yo reímos.
- Realmente no tengo ningún comentario que hacer- dijo ella- solo que como vamos a trabajar juntos realmente sería buena idea dejar nuestras diferencias de lado.
- Estoy de acuerdo- Dylan hablo un poco entre dientes lo cual me hizo dudar si lo decía en serio o si por dentro quería matarla.
- Yo también.
- Y entre esas diferencias me gustaría que caminaran más lento porque entiendo que estamos apurados pero una tortuga camina más rápido que yo - ambos reímos y bajamos la velocidad para que ella no se quedara atrás.
Hablamos de cualquier tontería que se nos venía a la mente, hasta que por fin llegamos a la esquina indicada. Nos paramos ahí esperando un nuevo mensaje, mi celular vibró.
- Entren a Kings- tal cual robots hicimos caso y entramos al restaurante más caro de la ciudad- siéntense en la mesa número 5- nos sentamos y esperamos a recibir un nuevo mensaje, voltee y pude ver que había una cámara viendo directamente a esa mesa, me sentí nerviosa, y comencé a hacer nudos con la cola de cabello que tenía en el mano haciendo de pulsera, pude ver cómo Dylan movía insistentemente la pierna y Victoria golpeaba el dedo contra la mesa nerviosa, otro mensaje entró a mi celular- tienen que desactivar esas cámaras en 30 min, no pueden levantarse de la mesa.
- ¿Como vamos a desactivarlas si no nos podemos levantar?- dijo Victoria en voz baja.
- Tenemos media hora así que será bueno que vayamos pensando- dijo Dylan y justo después un mesero se acercó a nuestra mesa.
-¿Puedo traerles algo?- dijo el mesero amablemente, cada uno pidió bebidas tratando de disimular el nerviosismo.
El tiempo pasaba y a ninguno se le ocurría nada, comencé a considerar pedir ayuda disimuladamente en el restaurante y que ellos mismos desactivaran las cámaras, pero descarte esa tonta idea rápidamente, prefería no arriesgarme.

- ¿Y si se refiere a que hackeemos las cámaras?- dijo Victoria.
- ¿Como lo hacemos sin levantarnos de la mesa?- dije mostrándole lo tonta que era esa idea.
- ¿Y si lo hace alguien externo a nosotros?- dijo Dylan acercándose para que escucháramos, Victoria comenzó a revolver su bebida con el pitillo mientras escuchaba.
- ¿A que te refieres?- dije.
- Me refiero a que si se le pedimos a alguien que no esté aquí que hackee el sistema, podría funcionar- me aclaro.
- ¿Eso se puede?- dijo Victoria aportando algo útil a la conversación.
- Sugiero que lo hagamos y ya, si no quieren que nos levantemos tienen que referirse a que lo haga otra persona que no somos nosotros- Victoria asintió, al escuchar la teoría de Dylan, y dejando de remover su bebida dijo lo que yo me había estado preguntando.
- ¿Quién?  ¿Quién es tan tonto como para hacer algo como eso sin preguntar?
- Noah- su nombre salió de mi boca sin mi permiso, no quería meterlo en esto pero ya lo había dicho y no había vuelta atrás.
- ¿Noah Weber?- pregunto Dylan con cara de no saber quién era.
- Es verdad, él es amigo tuyo seguro lo hace sin dudar, además es bueno en estas cosas- me impresionó que Victoria siquiera supiera quién era.
- Entonces llámalo- dijo Dylan- no nos queda mucho tiempo.
Sin pensarlo saque mi celular y marque su número, espere, tan nerviosa que las manos me sudaban y el celular se me resbalaba, no contestaba, se estaba tardando mucho, nunca se tardaba tanto, nos quedaba poco tiempo, no sabía cuánto pero era poco.
-Alo- contestó su familiar voz, suspire aliviada y procedí a contarle.
-Noah necesito tu ayuda- baje la voz- necesito que hackees el sistema del Kings y desactives sus cámaras- hable rápido por los nervios.
- Ya va Kat cálmate, ¿porque quieres que haga eso?
- Porque...- no sabía que contestar, mire a Victoria que me hacía señas y modulaba cosas con la boca, al ver que no la entendía lo escribió en su celular.
-¿Kat?
- Sigo aquí- Victoria me pasó su celular en donde había escrito "Me robaron dinero y no me lo quieren devolver"- Porque me robaron dinero y no me lo quieren devolver- dije repitiendo lo que decía en el celular de Victoria.
-¿Y piensas robarlo?
- Noah tienes que entender he estado peleando por horas con el dueño y no me quieren devolver mi dinero, va a ser rápido solo tienes que hacerlo por segundos- hubo un silencio y las gotas resbalaban por mi frente, me pase la mano tratando de limpiarlas.
- Kat por favor no hagas nada tonto, solo las voy a desactivar por 2 minutos así que te tienes que apurar- suspire de alivio, a Dylan le llego un mensaje a su celular.
- Gracias Noah, y por favor no le digas nada de esto a nadie.
- Está bien, esto muere conmigo.
Colgué y Dylan me pasó su celular con el mensaje.
- 2 Minutos para ir a la oficina del dueño y desactivar las cámaras completamente, además de abrir la caja fuerte.
Un mensaje llegó a mi celular.
- Listo- era Noah, los tres nos levantamos de la mesa y pagamos nuestras bebidas.
- ¿Como vamos a entrar a la oficina del dueño?- dije preocupada.
- Déjamelo a mi- Victoria se acercó a donde estaba el cajero y comenzó a hablar con el, nos miro de reojo indicándonos que pasáramos mientras estaba distraído.
Entramos por la puerta que estaba detrás del cajero.
Al entrar nos encontramos con una pequeña oficina, había una computadora donde generalmente estaban las imágenes que proyectaban las cámaras, en el suelo habían un montón de cables enredados y un cuadro en la pared, Dylan se acercó al cuadro y lo quito, detrás había una caja fuerte, lo mire sorprendida.
- ¿Que? ¿Nunca has visto las películas? Ahora revisa esos cables seguro está el de las cámaras- dijo y se dispuso a abrirlas, yo me agaché a los cables, alguno debía de ser de las cámaras.
No encontraba cuál podía ser el cable y comencé a pensar que esta vez tampoco íbamos a lograr la tarea a tiempo, de pronto noté, entre los nervios y el miedo de que el tick tack del reloj se acelerara, un cable blanco, conectado a la computadora que se extendía por el suelo y al llegar a la pared se dividía en cables más pequeños y menos gruesos que iban por dentro de la pared, ese tenía que ser, la imagen de las cámaras volvió al monitor, ya habían pasado los 2 minutos, tome rápidamente una tijera y corte cada uno de los cables pequeños, el monitor quedo en negro, había funcionado.
Dylan me vio preocupado y salimos con mucho cuidado de la oficina, el cajero seguía hablando con Victoria, ella nos miro disimuladamente y comenzó a despedirse, Dylan y yo íbamos a mitad de camino cuando nuestros celulares vibraron.
- Muy tarde.
Volteamos a ver a Victoria que había recibido también el mensaje, y estaba ya a nuestro lado, seguimos caminando más rápidamente y cuando estábamos a punto de abrir la puerta un ruido ensordecedor seguido de una explosión hizo que todo quedase en negro.
Abrí los ojos y una luz invadió mi vista, un pitido en mis oídos no me dejaba escuchar, todo el cuerpo me dolía, me levante torpemente y me sacudí los pedazos de cemento en la ropa, lo que alguna vez había sido el Kings había desaparecido, ya no había nada más que una pared, la policía estaba revisando el lugar y varias ambulancias se llevaban gente cubierta de sangre, en carne viva o sin extremidades, había gritos, llantos, sirenas, cámaras grabando todo y madres abrazando a sus hijos. Los oídos me retumbaban y la cabeza me daba vueltas, me dolía respirar, comenzaron a aparecer puntos negros a cada lado que miraba y el estomago se me comenzó a revolver, los pies me fallaron y comencé a caer, sentía que estaba cayendo en un agujero interminable y olvide por segundos donde estaba, de pronto unos brazos cubiertos de sangre me sujetaron y me colocaron de pie, sacándome de una especie de trance, era Dylan, tenía un corte en la frente y otro, muchísimo más grande, en el brazo.
- ¿Estas bien?- dijo aguantándome por los hombros, antes de que pudiese responder, sentí como de nuevo estaba comenzando a caer, otras manos me aguantaron, y me sentaron en el suelo.
- Siéntate, mejor espera a que se te pase el mareo- era Victoria, asentí y note un pequeño corte en su pierna, además de que estaba mucho más sucia que yo.
- ¿Están bien?- pregunte, ya sintiéndome mejor.
- Si tranquila, por ahora relájate- dijo ella de nuevo- sé que es difícil pero inténtalo.
Ambos se sentaron a mi lado, y unos paramédicos se acercaron a nosotros para curarnos, nos desinfectaron las heridas y llamaron a nuestros padres.
Mi mama llego una vez que Victoria y Dylan se había ido, y me abrazo.
- Gracias al cielo que estás bien- dijo mientras nos montábamos en el carro- cuando escuche la noticia y me llamaron los paramédicos no tienes idea del miedo que sentí de perderte- dijo mientras comenzaban a salir lagrimas de sus ojos.
- Mama estoy bien tranquila- dije para calmarla, ella asintió.
- Pero de ahora en adelante vamos a tener otras normas sobre esto de salir sin permiso.
-¡¿Que?!- dije sin poder disimular mi molestia.
- ¿Crees que después de esto te voy a dejar caminar por ahí como quieras? No- dijo, me mantuve callada tratando de tragarme mi ira, no quería pelear ahora con ella- además se supone que estás en clase- dijo como finalizando su argumento.
Un mensaje entró a mi celular.
- Siguiente trabajo en 30 minutos , esta vez no lo terminen tarde.
Un mensaje de Dylan apareció en mi pantalla.
- Hay que ir a la calle Black en 30 minutos.
- Ok- respondí, los nervios volvieron a aparecer como por enésima vez en el día y comenzaron a subir por todo mi cuerpo, nos acaba de explotar una bomba a tan solo metros de distancia y en media hora tenía que volver a trabajar para esa gente, además de que mi mama no quería que saliera, no sabía que hacer, mi corazón se aceleró al darme cuenta de la única solución viable en aquel momento, las manos me empezaron a temblar, respire hondo y cerré los ojos, los volví a abrir y vi como las figuras pasaban rápidamente por la ventana, suspire y con el corazón en la garganta, abrí la puerta del carro mientras me impulsaba hacia afuera.