-02- Ten.

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Habían pasado ya cuatro meses, en ese corto periodo de tiempo había logrado estabilizarme con TaeYong, John Seo no siquiera había aparecido, eso me tenía un poco preocupado , no mucho por que fuera él, sino que temía que estuviera planeando algo en mi contra y arruinar mi ahora motivo de felicidad.

-Ten...- los brazos de TaeYong alrededor de mi cintura me hicieron volver a lo que estaba haciendo, por poco más y se me pasa de cocción la carne.

-¿Qué ocurre, Tae?- incliné mi cuerpo hacía atrás para poder apoyarme en su gran pecho.

-Hoy es el día, no lo has olvidado ¿Cierto?-

Como olvidarlo, hoy hacía ya cuatro meses me había reiniciado una nueva vida al lado de TaeYong.

-¿Cómo olvidaría el día más feliz de mi vida? Estar contigo es lo mejor que me pudo pasar.- Y no mentía, en esos cuatro meses mi felicidad había aumentado, ya podía dormir por las noches, ya no sufría abusos, mi cuerpo ya no era tan frágil y lleno de golpes, al parecer estar con TaeYong era mi remedio para todo.

-¿Quieres salir por la noche? Una cena, ir al cine...- los pequeños besos que TaeYong dejaba sobre su oído me hacían removerme por las cosquillas que me causaban.

-Quiero estar aquí esta noche, suena algo absurdo pero quiero una cena a la luz de las velas, algo cliché, pero que siempre quise hacerlo...- apagué la estufa para poder girar y tomar a Tae por el cuello, y besar sus labios de forma suave.

-Si quieres cena romántica en casa, así será- todavía después de aquel beso, seguía dando pequeños besos por todo mi rostro y mis labios. ¿Tanto tiempo debió pasar para darme cuenta que TaeYong era definitivamente el indicado para mi?.

-Ten, mi Ten...- susurraba TaeYong cada que dejaba besos en mis labios, con cada roce yo me sentía en el cielo, era demasiado lindo todo lo que vivía a su lado.

-Tae~ estás muy cariñoso el día de hoy, y eso me gusta.- pronto, sentí como mi cuerpo era elevado hacía la pequeña isla de la cocina, haciendo así que por acto reflejo enredara mis piernas alrededor de la cadera de TaeYong.

-El día de hoy vengo dispuesto a ser lo más amoroso y cursi que pueda...- los besos que ahora dejaba por mi cuello me hacían estremecer, sabía como buscar la forma de tenerme temblando de placer bajo su cuerpo.

Todo subió de tono cuando sin querer un gemido salió de mis labios, ante eso, TaeYong y yo mantuvimos un contacto visual, él demostrando unos ojos cargados de lujuria, mientras que yo, extaciado mostraba ojos llenos de necesidad e impaciencia.

-¿Hoy será el día?- cuestionó TaeYong pasando sus dedos por el contorno de mi labio inferior.

-Después de la cena, veremos si realmente es el gran día, y nuestro último paso...-

Mentiría si dijera que no quería que TaeYong me hiciera suyo, pero la primera vez no resultó como esperaba.

-Flashback-

Ten se encontraba una vez más, en el sofá viendo un dorama, TaeYong había salido a hacer unas compras, era la primera vez que Ten no lo acompañaba, pues se había sentido un poco enfermo y débil.

-Ten, ya regresé- la voz de TaeYong hizo eco en toda la casa, a lo que rápidamente Ten se incorporó del sofá y fue a recibirlo con los brazos abiertos, podría sonar cursi, pero lo había extrañado.

-Tae~ pensé que tardarías más, has hecho las compras súper rápido...- susurró aferrándose a su cuerpo, parecía como un bebé koala.

-No, sólo debía comprar unas cuentas cosas, por eso no he tardado...- cuando Ten sintió el cálido aliento de TaeYong sobre su oído, se estremeció, él lograba tantas reacciones en su cuerpo, y al parecer lo notó, ya que comenzó a besar su oído y bajó por el cuello para dejar suaves y húmedos besos en esa parte tan sensible.

-T-tae... Mmm~ - los dedos de Ten se enredaron con su cabellera y daban suaves tirones cuando TaeYong mordía su níveo cuello.

-Alguien está más sensible de lo normal...- las grandes manos de TaeYong se abrieron paso por los glúteos de Ten, éste último mentiría si dijera que aquello no logró arrancarme un suave gemido, que fue interceptado por TaeYong.

-Tú tienes la culpa, tú me pones así...- para no quedarse tan atrás, Ten comenzó a gemir en su oído, sabía que con eso era más que suficiente para que la erección de TaeYong comenzara a rosar su trasero de forma poco discreta.

Y así fue, como pasaron al sofá, en medio de besos y juegos por excitarse él uno al otro.

Ten, muy en su mi interior sabía perfectamente que no estaba en totales condiciones de entregar su cuerpo a TaeYong, pero estaba dispuesto a intentarlo ya que moría de ganas de que aquél hombre lo poseyera de alguna forma.

No pasó más allá de quitarse la ropa y de que TaeYong tomara la posición de su cuerpo cuando ya se encontraba retorciéndose de dolor, su espalda aún sufría los espasmos de aquellos moretones y cortes que tenía, y una vez más se sintió completamente inútil de no poder satisfacer a TaeYong como era debido.

-T-tae... Lo siento, yo...- de los ojos de Ten, unas cuántas lágrimas amenazaban con salir a flote, pero todo eso fue disminuyendo cuando la voz del mayor se hizo presente.

-Ten, en nuestra relación esto no es tan necesario, yo por ti esperaría años para poder hacerte el amor sin que sufras ningún daño...- TaeYong, como la maravillosa persona que es, siempre buscaba como reconfortar a Ten.

-Prometo que cuando mis cicatrices hayan cerrado, y mi cuerpo haya mejorado, serás la única y la última persona en tenerme, eso tenlo por seguro...-

-End flashback-

—Bueno, como la cena corre por mi cuenta, creó que deberías ir arreglándote, ese traje que compraste no se quedará en el closet para siempre.— me ánimo TaeYong, haciéndome bajar de la isla de la cocina, teniendo un leve contacto nariz con nariz y dejándome con los pies bien puestos sobre el suelo.—No vayas a bajar hasta que yo te lo diga, yo me encargaré de todo, tu sólo ve y ponte hermoso.— Y ahí estaba una vez más, TaeYong haciéndome sonrojar de forma salvaje.

—Pero ¿Y tú? ¿No te piensas arreglar o algo?—

—Hay dos baños, usaré el de abajo, así tendrás privacidad y cuando te vea será una grata sorpresa.—

Asentí suavemente a sus indicaciones, me sentía nervioso, alegre, tenía miles de sensaciones, nuestra primer cena romántica, no me dejaría plantado, no me golpearía por ser cursi, y lo mejor de todo era que por una vez en su vida, podría arreglarse como era debido, sin tener que someterse a insultos por su “elegancia mediocre”

—Gracias, TaeYong...— susurré mientras emprendía una carrera única hacía nuestra habitación.









“Mi felicidad no tiene letras, sólo sentimientos, mi felicidad no la conforma un objeto, lo conforma una persona, cuando sientas que tu mundo se derrumba, ven, te invito a vivir en el mío”

↪Dangerous Love. JohnTen/ TaeTen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora