↪Dangerous Love. JohnTen/ TaeTen.

-05- Ten.

Mi vida había cambiado radicalmente, en éste momento las horas se hicieron días, los días se hacían semanas, las semanas en meses hasta que llegamos a un año de relación. Un año lejos de las heridas de mi relación pasada, sin golpes, sin insultos, ahora todo era color rosa, TaeYong había logrado ganarse todo mi amor, era un chico maravilloso, era atento, amoroso, detallista, todo lo que no encontré en John Seo lo era TaeYong inclusive multiplicado al millón.

-En que tanto piensa el chico más guapo de Tailandia.- Y hablando de la persona más especial en mi vida, TaeYong me había sorprendido viendo a la nada en la sala de nuestra casa.-¿Acaso estabas pensando en lo hermoso que soy? Si es eso, lamento haber interrumpido tus hermosos pensamientos.- Y así era el maravilloso y vanidoso chico del cual me había enamorado.

-Ni creas que gasto mi tiempo pensando en ti, cara fea.- sabía que eso encendería la indignación falsa en el aura de TaeYong, siempre era así y llegaba a tal punto donde me hacía estallar en carcajadas.

-¿A ver, cómo? ¿Me estás diciendo feo a mi? el chico más hermoso de toda la capital, estás mal, Chittaphon.- negaba en una actitud de diva que me hacía reír como si no hubiera un mañana.- ¿Y más encima te burlas? Mereces un castigo...- Y ahora por estarme riendo de TaeYong estaba recibiendo un castigo de cosquillas sobre mi abdomen, sus dedos hábiles me hacían explotar en carcajadas, de haber hecho esto hace meses atrás, en lugar de reír, estaría en agonía total.

-B-basta... No puedo...- y no mentía, de toda la risa que me había provocado en mis pulmones comenzaba a hacer falta el aire. Por suerte y para no morir, TaeYong detuvo sus cosquillas y ahora se encontraba sentado a un lado de mi.

-No sabes lo mucho que amo tu risa, amo verte sonreír, amo verte feliz.- decía mientras tomaba una de mis manos entre las suyas, ahora ya no me avergonzaba mostrar mi piel, había mejorado notablemente, así como mis golpes, ahora sólo quedaba el recuerdo, ni siquiera había cicatrices, pues todas y cada una me encargué de borrarlas, quería ser alguien nuevo para mi chico de oro.

-Yo te debo todas y cada una de mis alegrías, estuviste aquí para mi, me ayudaste a recuperar a mis amigos, me enseñaste lo mucho que valgo y además de eso, me entregaste tu amor de forma incondicional, me ayudaste a pasar aquel trago amargo con tus palabras lindas y tus detalles, si volviera a nacer, y tuviera que pasar por aquel infierno, lo haría, siempre y cuando al final de eso te encuentras tu esperándome con los brazos abiertos, y esperando para llenarme del amor y cariño del que carecía.- No había notado que al terminar de decir aquello estaría llorando, sólo sentí la mano de TaeYong tocar mis mejillas con suavidad, para después acercarse y rozar sus labios con los míos.

-Y yo estaría tan feliz de recibirte entre mis brazos, pues eres la persona que alegra mi día a día, sin ti la casa se sentiría tan vacía, yo no sé que haría si algún día me faltaras...- Y sin dejarme decir algo más, selló nuestros labios en un suave beso, el momento estaba siendo maravilloso, más que perfecto.

–Te amo, y eso será hasta que llegue a mi próxima vida...– a este punto TaeYong ya me tenía sobre su regazo, brindando caricias a mi espalda y bajando sus labios a mi cuello, las caricias no me resultaban desagradables, pero mi cuerpo se sentía pesado y cansado.

–T-tae para...– Susurré cerrando los ojos, pues ahora un pesar profundo se había asentado en mi, me habían entrado unas ganas profundas de dormir.– Estoy algo cansado s-sigamos mañana...– a medida que el tiempo pasaba, yo sentía como se cerraban mis ojos, aunque no quisiera parecía no tener el control de mi cuerpo, y TaeYong lo notó, pues me tenía sostenido con ambas manos viendo como me quedaba dormido entre sus brazos, empezó a gritar cosas que ya para mis oídos eran casi palabras nulas, sólo sentí mis ojos cerrarse por completo y caí en un profundo sueño...