Beauty And The Villains [Carlos De Vil] ✓

Capítulo 26

Narrador omnisciente

La luz brillante del sol brillaba a través del vitral de Belle y Bestia mientras el coro de niños cantaba. Evie, en el balcón, miró a Jay algo preocupada esperando que todo saliera bien. Miró hacia atrás y asintió la cabeza ligeramente, Roxanne miró a Jay y agarró su mano. Esa acción hizo sonreír a Jay y entrelazó sus dedos con los de ella. De pronto, todos vieron como se abrían las grandes puertas, la Princesa Bella y el Príncipe Ben entraron lentamente por ellas. Los hermanos todavía tenían sus brazos vinculados, ambos mantuvieron una cara seria mientras la gente se inclinaban hacia ellos. En el estrado, El Rey y la Reina se levantaron de sus tronos, mirando a sus hijos con caras orgullosas. Más personas se inclinaron cuando Bella y Ben pasaron junto a ellos, incluso los hijos de los villanos también se inclinaron.

En la isla, los villanos miraban con impaciencia como Bella y Ben caminaban por el pasillo. Los gemelos se miraron el uno al otro y sonrieron levemente. Mal y Carlos se inclinaron cuando Bella y Ben pasaron junto a ellos. Los gemelos no pudieron evitar reírse de la situación de los dos hermanos. Bella se había olvidado completamente de lo nerviosa que estaba con tan solo mirar a Carlos y a Ben le pasó lo mismo cuando miró a Mal.

-Hija, no lo fastidies. - dijo Maléfica mientras veía la tele, lo único que le importaba a Maléfica era esa varita mágica. Olvídate de su hija, ella solo quería poder y nada más que poder.

La Hada Madrina se acercó a la vitrina en la que estaba la varita, besó las mejillas de la Reina y se inclinó ante el Rey. Ben ayudó a su hermana a calmarse y pronto se arrodilló a su lado. La Hada Madrina le quitó la corona al Rey y se puso en frente de Ben, reduciendo la velocidad y poniéndola sobre la cabeza del muchacho. Mal y Carlos se pusieron de pie tensamente mientras esto sucedía. Ambos pares de ojos estaban en una sola cosa, esa cosa era la varita que estaba dentro de la vitrina de cristal. Carlos estaba tan nervioso que temía lo que pasaría si Mal tomaba la varita. No quería que nadie saliera lastimado y definitivamente no quería que Bella saliera herida. Solo imaginarla en una mazmorra lo hace querer detener todo y llorar.

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Narra Bella

La Hada Madrina bajó la corona y la puso sobre la cabeza de mi hermano. Ben miró a nuestros padres sonriendo. Entonces, la Hada Madrina se volvió hacia mí y colocó una especie de metal en mi vestido, parecía el escudo de mi familia. Le sonreí a mi hermano y él me la devolvió pero sin mostrar los dientes, por último miré a mis padres y sonrieron. La Hada Madrina retrocedió y se puso directamente frente a nosotros.

-¿Juras solemnemente gobernar el pueblo de Auradon con justicia y clemencia, mientras dure tu reinado? - le preguntó el Hada Madrina a Ben.

-Juro solemnemente. - dijo Ben.

-Y tú querida, ¿juras solemnemente dirigir a tu Rey en el camino correcto, proporcionarle conocimiento y estar a su lado siempre que sea necesario? - me preguntó ella.

-Juro solemnemente. - respondí.

Ella nos sonrió a los dos.

-Tengo el honor... - dijo mientras golpeaba los hombros de Ben con su varita.

-Y la alegría. - dijo golpeando también mis hombros con su varita mágica.

-De bendecir a nuestro nuevo Rey y su....

Inesperadamente, la varita fue arrancada de la mano del Hada Madrina.

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