Parte 6

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Del rostro de Beth desaparece el gesto de horror para ser sustituido por otro de determinación. Se levanta de golpe y se sienta a horcajadas encima de mí. Esto no me gusta. No sé qué le está pasando por la cabeza, pero el terror se apodera de mí cuando la veo agarrar la barra con las dos manos. Grito de dolor al sentir el tirón. Consigo coger aire un segundo antes de que me vuelva a recorrer ese dolor tan intenso por todo el pecho. Entreabro con esfuerzo los ojos. Beth sigue con las manos en la barra y apenas ha conseguido que salga un par de centímetros. Cuando veo de nuevo la decisión en su mirada, el horror me invade. A pesar del dolor algo se enciende dentro de mí permitiéndome mover el brazo derecho. De un manotazo aparto las manos de Beth de la barra.

—Hay que quitártela —me sermonea sujetando de nuevo el hierro.

—Para —gruño casi sin fuerzas volviendo a retirar sus manos.

—Blake, tengo que quitarte la barra —vuelve a insistir siendo más rápida que yo y tirando con más fuerza. Un grito desgarrador sale de mi garganta. Lo que quiere es que muera de la forma más horrible que se le ha ocurrido.

—Beth eres una puta sádica. ¡¡Quítate de encima de mí!!

Aunque me sigue doliendo mucho el pecho, poco a poco siento que las fuerzas me vuelven. El cuerpo vuelve a responderme y consigo empujar a Beth para que se aparte, pero ella sigue insistiendo y vuelve a tirar de la barra. Esta vez consigo aguantar el grito aunque todo el cuerpo se me tensa por el dolor. Sé que no voy a salir de ésta, pero juro para mis adentros que si salgo voy a matar a Beth. Me doy cuenta que no va a desistir en su empeño después de varios tirones seguidos, así que decido que lo mejor es echarla una mano para que no siga con la tortura. Cogiendo aire agarro las manos de Beth y juntos conseguimos que la barra salga del todo. El dolor es tan intenso que por unos segundos pierdo la visión, creo que me he desmayado.

Abro los ojos y veo a Beth con una sonrisa de satisfacción. "La voy a matar" pienso cuando siento que el dolor se va pasando. La voy a hacer picadillo, voy a hacer que esa carita de ángel se contraiga de dolor, voy a torturarla hasta...

—¡Ya se está curando! —dice con un gritito. ¿De qué habla? Mis cavilaciones de cómo asesinar a Beth desaparecen cuando me fijo en la herida. ¡Se está cerrando! Tengo los ojos completamente abiertos sin dar crédito a lo que estoy viendo. ¿Qué está pasando? Una sensación de alivio me invade, no voy a morir por segunda vez en la noche. Pero pronto otro sentimiento diferente me asalta, eso no es natural, algo le pasa a mi cuerpo.

—¿Qué has hecho? —pregunto mirándola con horror. Me siento bien y el dolor, aunque no ha desaparecido del todo, no es ni mucho menos tan intenso. La culpabilidad se refleja en sus ojos.

—Cumplir tus deseos —dice con un murmullo alejándose de mí.

Me incorporó para hacer frente a lo que viene. Sé que no me ha contado todo y no sé por qué me da que no me va a gustar nada lo que me tiene que decir.

—Me dijiste que ya no tenía más deseos —digo poniéndome totalmente de pie. En ese momento caigo en otra cosa—. No he deseado nada —digo de golpe buscándola con la mirada. Ella se ha alejado con la intención de marcharse. "De eso nada " pienso alcanzándola con facilidad y cogiéndola por el brazo.

—Sí que lo deseaste —dice intentando soltarse. A través de la escasa luz de la luna veo cómo se le vuelven a empañar los ojos. Esta vez me da lo mismo. Al ver que no voy a ceder, continua hablando—: Dijiste que deseabas cualquier cosa para salir de esa situación. —Al escuchar sus palabras me quedo helado. Entrecierro los ojos advirtiéndola para que continue—. No te podía salvar la vida, te estabas muriendo, tenía que buscar otra solución.

—¿Qué has hecho niña del demonio? —pregunto apretando los dientes. Baja la vista mirando a sus pies mientras susurra algo tan bajo que no consigo oírlo—. Beth —la amenazo de forma seca.

—Convertirte en hada. 

Deseo ConcedidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora