Lo que nunca nadie supo

Nunca lo habría imaginado

El iba en monopatín, era muy experto, así que iba a mucha velocidad. Con lo cual ni siquiera corriendo lo alcanzaría, de modo que decidí coger la bici de mi padre. Que no me venía muy bien por que me costaba llegar a los pedales, pero no tenía otra opción. 

Le seguí intentando ocultar mi presencia, que no fue algo muy difícil. Y partimos en un viaje algo largo, unos 15 minutos. Paramos en un hospital, el entró súper veloz, y yo algo más lenta e intentando recuperar el aliento. Se adentro en una habitación pero no pude ver quién se ocultaba dentro. Así que con toda la impaciencia y curiosidad del mundo esperé, y ojala nunca hubiera tomado esa decisión.

Salió, salió inundado en lagrimas. Nunca había visto tanta tristeza reflejada en una persona. Pensé que ya volvía a su casa pero estaba muy confundida. Se dirigió a un bosque, yo intrigada me quedé observándolo detrás de un arbusto, y comenzó a golpear todo lo que tenía a su alcance, se machaco los nudillos contra los árboles. Me estaba doliendo mucho ver aquello, pero me daba miedo salir a decirle algo inoportuno en esa ocasión y salir mal parada, seguí observando...

 Sacó una cuerda no sé de dónde y yo empecé a temblar. ¿Que diantres haría con eso? Salí de mi escondite, decidida a ayudarle. Mientras veía como se colgaba de un árbol, le grité, le grité con todas mis fuerzas que parase. Qué esa nunca era una solución, no me escuchaba. Ya nada existía para él. ¿Qué habría visto en aquella habitación de hospital?, Se suicidó. 

Me sentí de lo peor, ahora yo tenía en mi mente grabado todas las imágenes de como la persona que mas amaba se había quitado la vida. Y ahora sufro esta condena, de tristeza y amargura que no me dejaran nunca. Por no haber actuado nunca, por no tener la suficiente valentía de tender mi ayuda a alguien que ya me la había tendido a mi. 

Lo único que os puedo decir al respecto, es que jamas dejéis vencer a vuestra cobardía y timidez, luchar contra ello, por que solo se vive una vez. Y hay que aprovechar al máximo cada momento, para que cuando seamos viejos, tengamos recuerdos para reirnos, y para sentirnos realizados y tranquilos.