Hermione Granger permaneció de pie junto al taller de reparaciones de Draco Malfoy, el corazón le latía desbocado mientras intentaba reunir el valor para encarar a Draco con una proposición indecente.
Nunca en sus 25 años de vida había sido tan descarada, pero hacía tan sólo unas pocas horas parecía haberse soltado un poco, casi no se reconocía.
Primero había arrancado una página de un libro...y eso ya era un horror para ella, pero tenía un porque; era una página de un libro que encontró en la agencia de eventos de bodas...el libro de las "sexcapadas".
Luego había tomado la desicion de buscar lo que debería haber entre un hombre y una mujer en el terreno sexual, porque eso era algo que no estaba consiguiendo con su novio Ron, de echo Ron parecía inmune a sus esfuerzos por llevarlo más allá de los besos y abrazos, alegando que la respetaba y que era mejor esperar a la noche de bodas para hacer el amor que eso lo haría especial.
Eso en el caso que ella aceptará casarse con él...penso apoyándose débilmente contra la fría pared metálica del edificio. Se había quedado atónita al recibir la inesperada proposición una semana antes, durante una romántica cena con velas en uno de los mejores restaurantes de Chicago.
Después de todo solo llevaban saliendo 6 meses, aunque tenía que admitir que desde el primer momento Ron Weasley la había cortejado como todo un caballero incluyendo cenas románticas y regalos extravagantes y caros, como el anillo de compromiso con un diamante engarzado de dos quilates.
Aunque a veces se sentía más como una chica de adorno que como una novia y aunque sabía que su relación estaba basada más en la compatibilidad que en la pasión, no pudo evitar pensar en su proposición.
A pesar de ser tan serio y formal, Ron le estaba ofreciendo lo qie ella había buscado infructuosamente durante los dos últimos años...un hombre que quisiera sentar cabeza y casarse.
El trabajo de Ron como inversor bancario era estable y seguro, lo que ella consideraba como una ventaja adicional, a Hermione le encantaban lo niños y se moría de impaciencia por formar una familia y Ron le había asegurado que él quería lo mismo ya que venía de una familia numerosa.
Había pronunciado las palabras en la proposición y aunque ella se decía así misma que los sentimientos hacia él faltarían con el tiempo, no pudo ser capaz de contestar con un sí incondicional. En vez de eso le había dado una respuesta tranquila y seria "No estoy segura"...
Puso una mueca al recordar la decepción que vio en la cara de Ron, pero el se había mostrado increíblemente cortés y comprensivo. Le había apretado la mano por arriba de la mesa y le pidió que lo pensará mientras él estaba fuera de la ciudad en un viaje de negocios...pero podría darle una respuesta el domingo en la tarde cuando el regresará.
Por tanto, solo tenía ese fin de semana para descubrir lo que en verdad quería en la vida.
Pero una cosa estaba clara...la intimidad que faltaba entre Ron y ella estaba despertandole demasiadas dudas sobre ella, su relación, la falta de interés sexual de Ron la hacía ser dolorosamente consciente de que no le inspiraba una pasión salvaje a su novio...ni él a ella. No de esa forma en la que otra persona podía prender un fuego en su interior con solo una mirada. Respiro ondo y maldito el libro erótico con el que se había tropezado, el contenido del mismo había echo mella en sus inseguridades femeninas y había sembrado en su loca cabeza las dudas sobre ella misma y Ron.
Había ido a Divine Events, aquella tarde con la esperanza de que la glamorosa agencia organizadora de bodas le diera el empujón y la ilusión necesaria para aceptar el anillo de compromiso de Ron...pero fue todo lo contrario, ese maldito libro rojo que hablaba sobre las sexcapadas, estaba repleto de ardientes fantasías sexuales para disfrutar libremente con tu amante y aunque faltaban muchas hojas, pido leer una que le llamo la atención en verdad..."La danza de los 7 velos".
Una vez que estuvo a salvo en su coche, después de salir casi corriendo de la tienda, se dedicó a leer las instituciones de la "sexcapadas" y estas exigían desnudarse para su amante en cuerpo y alma.
Se estremeció de horror, convencida de que no tenia el valor suficiente, pero ya muchas fantasías habían cobrado vida propia en su mente.
Salvo que esas fantasías aunque en su mente, no eran protagonizadas por su novio Ron, sino por Draco Malfoy, él mejor amigo de su hermano desde la escuela de quien había estado enamorada en la adolescencia, fue cuando se dio cuenta de que sus sentimientos por Draco tenían parte de la culpa en su incapacidad de tomar una desicion firme respecto a Ron y entendió que antes de que pudiera comprometerse de por vida con Ron o con cualquier hombre, tenía que olvidar a Draco Disco de una vez por todas acabar con esos sueños de adolescente y poder vivir tranquila sin dudas ni remordimiento.
Draco era un hombre al que siempre había deseado pero al que nunca podría tener ya que con el paso del tiempo se habían echo muy buenos amigos y habían compartido muchos momentos juntos, pero también como su amiga sabía perfectamente que es un mujeriego tanto él como su propio hermano, empeñados en conservar la soltería y ella misma había sido testigo de largas charlas sobre las andanzas y aventuras de ambos al punto de conocerle a la perfección su modus operandis con las mujeres, nada de lazos ni compromiso ese era su lema y por supuesto siempre le había dejado bien claro que no le interesaba en lo más mínimo el matrimonio.
Y precisamente por esto Draco era el indicado para lo que Hermione tenía pensado, después de haber recibido el rechazo de Ron...siempre con las excusas más delicadas, estaba decidida a hacer valer su sensualidad.
También necesitaba saber que tenía el coraje necesario no sólo para seducir a un hombre, sino para desnudarse ante él.
Tenía intensio de aprender lo que realmente querían los hombres de las mujeres, lo que los exitaba, descubrir también lo que ella encontraba sexy y excitante y en el proceso esperaba descubrir qué clase de hombre necesitaba en su vida.
Para un experimento semejante no había mejor candidato que Draco Malfoy, no sólo porque la exitaba expiraba en un modo que Ron No, sino porque a pesar de su fama de mujeriego era uno de sus mejores amigos y alguien en quien ella podía confiar para pedirle clases particulares de seducción y también confiaba en que mantendría el secreto.
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Todas Sus Fantasias
FanficHermione siente que sus fantasías y apetitos sexuales no están satisfechos...no se siente lo suficientemente sexi y quiere serlo, quieres que esa mujer salvaje floresca, el problema es que necesita averiguarlo en tan solo 48 hs. Draco recibe la prop...