capítulo 3 completo.

10K 413 10
                                    

Tragó en seco y respiro ondo.
-¿Te importaría repetirme la pregunta?-le pidió con una sonrisa de disculpas. Le acarició los brazos hasta las muñecas y le busco el pulso con los pulgares, sólo para mantener la conexión entre ellos- tengo mil cosas en la cabeza y no creo haberte oído bien.
-Yo creo que sí- respondió con una sonrisa lenta y deliberadamente sensual, más atrevida de lo que nunca se había mostrado con él- quiero que me enseñes lo que exita a un hombre y como hay que satisfacerle en la cama.
Ho demonios...a Draco se le hizo un nudo en el estómago.
Solto las manos de Hermione y dio un paso atrás. El lazo que los unía ya no era el gesto de alivio y consuelo que una vez había sido. Entre ellos se prendian las chispas de pasión sexual, la clase de atracción que él había estado reprimiendo durante tantos años. Deseaba a Hermione pero había aprendido a controlar sus deseos y a enterrar su anhelo en lo más profundo de su alma, de modo que nadie lo sepa jamás.
Y con una simple declaración Hermione había barrido todas sus defensas. De repente lo asaltaba la necesidad de enseñarle como se complasia a un hombre...y de complaserla a ella a cambio.
Expulsó el aire con fuerza y busco una explicación lógica a a qurlla situación tan extraña como excitante.
-Hermione...dime que esto es una broma de tú hermano, para hacerme pagar lo de el último fin de semana, cuando salimos a emborracharnos.
-Te juro que no es una broma, Draco- dijo ella con una voz dulce, mirándolo esperanzada y decidida al mismo tiempo- estoy hablando completamente en serio. Quiero que seas tú quién me hable de las fantasías masculinas y quien me enseñe lo que los vuelve locos de deseo.
Se humedecio los labios con la lengua y cubrió la distancia que los separaba para ponerle una mano en el pecho, justo encima de su corazón.
-Quiero aprender la manera más eficaz de tocar y acariciar a un hombre para excitarlo- dijo con voz ronca, mientras descendía con la palma hacia su estómago- y tampoco me molestaría averiguar una o dos cosas que me gusten a mí.
Para no tener ni idea de cómo excitar a un hombre estaba haciendo un trabajo magistral en aquellos momentos.
A Draco le hervia la sangre en las cenas, los músculos del abdomen se le endurecieron y su sexo erecto pugnaba por escapar de sus pantalones. Le costó toda su fuerza de voluntad, no agarrar la mano de ella y llevarla hasta su erección para mostrarle una prueba palpable de lo excitado que estaba por su culpa.
Apoyó su trasero contra el escritorio y se cruzó de brazos, probando un enfoque más razonable.
-¿Porque necesitas que te enseñe todas esas cosas?
Ella se encogió de hombros y retiro la tapa de la botella.
-Quiero comprender mejor a los hombres y su sexualidad.
Draco observó como tiraba la cabeza para atrás y tomaba un largo trago de agua fría.
-¿Y que pasa contigo y tu sexualidad?
Ella se lamio una gota de agua de la comisura de sus labios al tiempo que un ligero rubor cubría sus mejillas, pero la pregunta directa de Draco no la amedrento en lo más mínimo.
-Supongo que eso lo descubrire en el camino- dijo en tono malicioso.
A Draco lo asaltó una inquietante posibilidad.
-Santo Díos Herms...no serás?- ni siquiera pudo pronunciar la palabra.
-¿Virgen?- concluyó ella y soltó una ligera carcajada- no, he estado con otros hombres, pero ninguno de los cuáles hizo estallar fuegos artificiales. Eso me llevo a creer que me estoy perdiendo algo crucial en lo referente al placer sexual y la seducción.
Draco se froto la frente, no podía creer que estuviera manteniendo una conversación semejante con Hermione.
-¿Porqué no le pides a Ron, que te ayude en tú...búsqueda?.
Por primera vez desde que le hiciera aquella proposición, Hermione apartó la mirada. Pero a los pocos segundos volvió a mirarlo a los ojos, más decidida que antes.
-Porque, sinceramente, no sirve para ello y porque no tiene tú reputación.
Draco arqueo una ceja la respuesta de Hermione le recordó al joven desaliñado he inseguro que una vez fue y que seguramente siempre sería en el fondo, a pesar de la fechada de aplomo y seguridad que había construido en torno a si mismo a lo largo de los años.
-Ah¿ así que prefieres aprender de un chico malo de los bajos fondos?- le preguntó con sorna. Hermione no sería la primera mujer que quisiera tener una aventura con alguien así.
Ella pareció asustarse por la rudeza de su tomo, pero enseguida se recuperó.
-No quiero decir eso y sabes muy bien que nunca he tenido esa imagen de ti- le dijo con firmeza.
Draco no podía discitirselo, porque ella había sido una de las pocas personas en su vida que lo habían aceptado tal cual era...antes de convertirse en un próspero hombre de negocios.
-En cuanto a tú reputación- siguió ella- has estado con muchas mujeres, por lo que creo que tienes mucha experiencias en el campo.
El Palatinado tuvo que tragarse un bufido sarcástico por el halago inmerecido. No había estado con muchas mujeres, dio se había acostado con media docena como mucho y con la edad se había puesto más exigente...la verdad no se creía un Don Juan.
Alargó un brazo y le acarició la mejilla con el dorso de la mano, vio como le ardían los ojos por el tacto y una parte de él agradeció saber que aunque ella pudiera cuestionar su propia capacidad para responder a otros hombres era evidente que se mostraba increiblemente sensible ante él.
-Cariño- murmuró con voz ronca- no se como son los otros hombres, mi lo que los excita, sólo se como soy yo.
-Eso me basta- dijo ella sin aliento, los pechos le oscilaban por la respiración acelerada- te estoy pidiendo que hagas esto por mí, conmigo, porque confío en ti para que me lo enseñes todo, desde lo más básico hasta lo más erótico y para que esto quede entre nosotros, lo único que Quiero, lo único que necesito de ti, es un fin de semana.
Le estaba ofreciendo dos noches de posibilidades infinitas, a juzgar por las apariencias Ron no Le estaba dedicando la atención que ella necesitaba para satisfacer sus deceos más femenino. De otro modo no estaría allí Ahora, pidiéndole lecciones de seducción y apareamiento...pero que acaso es tal Ron era idiota, o qué?
Lo tentaba como ninguna otra mujer, pero aún así consiguió mantener la suficiente desencia y cordura para intentar disuadirla.
-¿Y si digo que no?
Hermione levantó el mentón en un gesto de orgullo y rebeldía que contrastaba fuertemente con su tolerante personalidad.
-En ese caso, tendré que buscarme otro que esté dispuesto a hacerlo.
El ojigris reconocía un desafío en cuanto lo oía, ella lo estaba provocando descaradamente para que aceptara el reto, parecía totalmente decidida a llevar a cabo su plan, y la idea de que se buscara a otro hombre para hacerlo, le provocó una descarga de celos que lo abrazo por dentro.
Y teniendo en cuenta lo atrevida y descarada que estaba siendo con él, no tenía ninguna duda de que acabaría encontrando a un hombre dispuesto a complaserla en sus demandas, de echo debería estar loco el que dejará pasar una oportunidad como la que la castaña ofrecía.
Quería hacer lo correcto, comportarse con la noblesa que esperaría de él, la familia de ella, pero no podía arrojará en brazos de otro, cuando él mismo se moría por darle lo que buscaba. Aquella emoción posesoria que se retorcia en su garganta lo pilló por sorpresa.
Sí, sería su amante de fin de semana, de aquel modo podría controlar la situación, mientras que no había manera de saber como se aprovecharía de ella cualquier desconocido. Si alguien iba a satisfacer su curiosidad sexual, sería el, nadie más.
Podría tener a Hermione por un solo fin de semana, todas sus fantasías se harían realidad y también las de ella, un acuerdo íntimo y discreto, sin complicaciones, ni expectativas...tan sólo una aventura secreta de la que nadie más sabra nada. Realmente era el acuerdo ideal.
La emoción recorrió sus venas, se pasó los dedos por el platinado y suave cabello y le dio la respuesta que Hermione había ido a buscar.
-Muy bien, lo haré.
Ella soltó un suspiro de puro alivio.
-Gracias Draco.

Gracias por leer, este es él capítulo completo antes no se que pasó.

Todas Sus FantasiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora