💞 Twenty-two: Narración 💞

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Marcus se terminó de duchar, caminó con cuidado hasta su habitación y se comenzó a vestir. Pensaba en Elías, tal vez tenerlo bloqueado por tanto tiempo no estaba bien, y en realidad no tenía derecho de enfadarse si no eran nada. El timbre sonó, rápidamente se puso la última prenda que le faltaba y abrió.

—¿Qué tal, cariño? —dijo Elías, con un tono que hacía que un escalofrío recorriera la espalda de Marcus. Rápidamente él le cerró en la cara.

—¿Qu- Qué haces aquí?

—Ábreme, bebé.

—Ugh, no hay nadie, es una contestadora programada.

La puerta se abrió, seguramente por la fuerza bruta de Elías. Marcus corrió hacia el baño para esconderse, pero el pelirrojo lo vio y lo siguió pero no pudo entrar. Tomó su celular y le escribió un mensaje a Marcus, el cual no se pudo enviar porque Marcus lo había bloqueado hace tiempo.

"Me amas, lo sabes."

—Desbloquéame de Thanks Cupid! —pidió Elías.

—¡Nunca! —respondió Marcus.

—Hazlo o entro a la fuerza —Amenazó el pelirrojo, y segundos después su celular vibró anunciando un nuevo mensaje.

"Vete, ahora."

El chico sonrío y mostró sus bellos hoyuelos en sus pecosas mejillas.

"Déjame explicarte lo que en realidad pasó."

Del otro lado de la puerta se escuchó un bufido.

"No quiero tus "explicaciones"."

"¿Cómo rayos entraste?"

Ahora fue Elías el que bufó. Marcus le encantaba, pero puede ser bastante... Complicado de entender.

"Sí que las quieres."

"Magia, bebé."

"Sal del baño, cariño."

Elías tocó la puerta con suavidad antes de enviar ese último mensaje, esperando que por fin, aquel chico de ojos grises, le abriera la puerta. Lo cual no sucedió.

"Estoy cagando."

—Por dios, Marcus —gritó Elías.

"Te vi meterte al baño corriendo cuando me viste entrar."

—Ugh, te odio —se escuchó del otro lado de la puerta, y segundos después un mensaje nuevo le había llegado a Elías.

".-."

Marcus se desconectó, y mientras salía de su escondite Elías le envió un último mensaje.

"Buen niño. :)"

Marcus terminó por salir, miró a Elías e hizo una mueca.

—Estoy aquí, y tu vida acaba de mejorar —dijo Elías con una sonrisa.

—¿Qué es lo que quieres?

—Quiero que me escuches.

—Lo estoy haciendo.

—No la besé.

—¡Eso no dice la foto!

Elías suspiró. Tomó a Marcus de los brazos y lo acercó a él, sintió como Marcus se tensó y mostró una sonrisa. Puede que Marcus sea más alto que él, pero Elías tenía cierta maña para hacer de Marcus alguien vulnerable y pequeño. Con ambos brazos hizo que el más alto se agachara para estar a la misma altura, y lo besó. Marcus no correspondió. Unos segundos después, el pelirrojo, se separó y volvió a suspirar.

—Esto fue exactamente lo que pasó con aquella chica —dijo Elías, esperó una respuesta del otro, pero no hubo alguna. Resignado, volvió a suspirar y salió del departamento.

ElíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora