Teoría del Caos [exo/mafia]

Furia y Fuego

TEORÍA DEL CAOS

CAPÍTULO NUEVE - FURIA Y FUEGO

Sehun se rehusaba a hablar.

El adolescente no respondía a las preguntas de Luhan, no le dirigía la mirada y se rehusaba a comer lo que le era ofrecido. Una de las manos de Sehun permanecía encadenada a la cama en la que estaba acostado y nada tapaba su boca.

Sehun le había preguntado a Luhan porque no lo había asesinado en el motel como amenazó con hacer... Por qué lo llevó a ese lugar, por qué lo encadenó a una cama y por qué actuaba ahora con cariño, cuando nada más importaba. Nada podría ser como era antes, ellos no podían más fingir ser solo prostituto y cliente. Eran enemigos y eso hacía que el adolescente se sintiera tonto, mareado y triste. Él amaba a Luhan más de lo que soportaba, pero lo que ocurría con él en ese momento le parecía una demostración clara de que el prostituto no le correspondía.

Sehun sentía que iba a morir y pensó estar equivocado en cuanto a lo que ocurrió con Suho. Imágenes creadas pasaban en su cabeza y él estaba seguro de que el líder de K ya estaba muerto - así como el mismo lo estaría en breve.

Ninguno además de Luhan, Xiumin y Kris sabían de su presencia en la casa y el encargado por el prostituto de la familia M no dejaba el cuarto a no ser que fuese extremadamente necesario. Luhan sabía lo que necesitaba hacer hasta el domingo a la tarde y eso lo destruía por dentro.

Él no estaba acostumbrado a acabar con vidas con sus propias manos, pero entendía porque el líder le mandaba a hacer eso. Luhan necesitaba probar su lealtad y Sehun era un impedimento que podía estorbar en los planes de la organización.

"¿Y Suho? ¿Por qué él está vivo y Sehun tiene que morir, líder?" Luhan preguntó a los susurros en el pasillo, antes de entrar nuevamente al cuarto en el que el adolescente estaba

"Para Suho tengo otros planes. Planes de los cuales te enteraras hoy a la tarde, en la reunión." Kris respondió también en un tono bajo. "Haz lo que te mande, Luhan. Será lo mejor para todos nosotros."

Era domingo y el mediodía se aproximaba. Luhan sabía que probablemente Lay estaba en la cocina preparando algo para que los miembros de la organización comieran, pero no sentía hambre alguna. Él había pasado la noche en el cuarto con Sehun, intentando explicarle lo que ocurría, pero el otro pareció ignorarlo hasta caer dormido.

"Si, líder." Luhan respondió sinceramente antes de entrar al cuarto, esperando encontrar a Sehun aún dormido.

Sehun no estaba dormido.

El adolescentes tomaba con una de sus manos el colgante de su collar, el pequeño localizador que funcionaba dentro del mismo, pensando en si sus compañeros de la organización ya habían notado su ausencia y si, por dios, algunos de ellos había prestado atención a su explicación sobre como localizarlo.

Sehun sabía que no le quedaba muchas horas de vida.

"¿Quieres comer algo?" Luhan preguntó, cerrando la puerta detrás de él y trancándola. Sehun lo ignoró y permaneció en silencio mientras soltaba el colgante de su collar, con recelo de que Luhan pudiese desconfiar de algo. "¿Hasta cuándo me vas a ignorar y quedar en silencio, Sehun-ah?"

Sehun suspiró. Sus muñecas dolían donde la esposa estaba cerrada y su estómago se retorcía del hambre.

"Hasta que dejes de fingir que nada ocurrió entre nosotros." El adolescente murmuró, mirando - lo que parecía ser la primera vez en mucho tiempo - los ojos de Luhan. "Hasta que dejes de fingir que solo era un cliente y nada más, que mi vida no vale nada y que vas a matarme porque te fue ordenado eso. ¿Por qué no acabaste con mi vida en el motel? Es por que no pudiste, ¿no es así? Deja de fingir-"