SINOPSIS

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Y pensar que todo había terminado, que jamás volvería a sentir ni a querer.

Tal vez me haya equivocado, pero tal vez no deba confiarme, solo un pequeño empujón, creo que volvería a caer, y eso no es algo que quiera.

...

WILLIAM'S PoV:

Desde aquel parque podía ver las estrellas. Todas ellas brillaban parpadeaban y es que ese día soplaba el viento con fuerza. Algunas parecían cambiar incluso de color. De pronto mi vista fijada en el cielo paso a observar la arena suave como la de la mejor playa del mundo limpia con pequeñas piedras que apenas se podían percibir con cada paso que daba.

Moviéndome en círculos sobre el terreno escuche los pasos de alguien. Cada vez mas fuertes se acercaban a mi posición. Al elevar la mirada supe de quien se trataba.

Era Katy, una chica de unos 17 años de edad, con andares un tanto indecisos mirando a veces al suelo a veces a la cara de todo aquel que se cruzara. Solía parecer una chica bastante amigable de hecho lo era pero no del todo. Siempre guardaba pequeñas vivencias o sentimientos en su corazón y eso a veces le hacia parecer un tanto distante con determinadas personas. A veces también cuando parecía que estaba bien o eso es lo que creía se le caía el mundo encima y no encontraba ninguna explicación. Simplemente cerraba el corazón y intentaba que pasara rápido ese momento. Era una chica con una gran imaginación, tenia fantasía, y se escondía detrás de los libros. Ama leer. Es su gran pasión, la lectura. Pasa las horas leyendo huyendo de la realidad.

Por lo que se refiere a su físico no se puede quejar, Tiene unos ojos suaves de un color relativamente oscuro, mirada traviesa inquieta observadora. No es muy alta, es mas bien pequeña y no solo de altura. Era como una muñeca a la le puedes rodear con tus brazos y no querer nunca separarte. Tenia una piel suave con un toque de color. Vestía sencilla con pantalón, camiseta y chaqueta .generalmente verde.

KATY'S PoV:

Detenerme durante un tiempo, para observarle detenidamente en la distancia, me está esperando, está impaciente, bastante nervioso por lo que se aprecia y con una pequeña sonrisa de niño pequeño.

Impredecible y caótico, dos adjetivos perfectos para describirle.

Impredecible, nunca sabes que va a hacer, ni en que piensa, ni en que te va a decir, eso es bueno, me gusta lo nuevo, no lo aburrido, tiene carisma y una inocencia celestial que puede llegar a matarte de admiración.

Me acerco a el, voy a paso lento, tímido pero seguro, el detiene su vista en un punto del terreno, y se dispone a sentir, cierra los ojos unos segundos para luego elevar la mirada hacía mi, y sonreír con una sonrisa de guerrero.

William, ese alguien que sin temor puedo contarle lo que quisiera con confianza, no tengo ese miedo de sentirme juzgada cuando de el se trata, una persona admirable, increíblemente buena y angelical, y es que literalmente, es un ángel caído del cielo. Se que siempre estará allí para mi, sin tener que buscarle, me ahorra la molestia, no tengo que decir que me encuentro mal, porque con un solo mensaje o una sola mirada ya lo sabe todo.

Sus indecisos ojos verdes, curiosos, siempre buscando el mas allá, lo que no es visible a ojos humanos. Una altura suficientemente alta, no muy alto, pero perfecto, extremadamente abrazable, y es que antes de conocerle ya quería abrazarle, me gusta, se que tal vez sea tan apresurado decirlo, pero es que no veo un futuro que no sea a su lado, preferiría no pensarlo, no soy una persona futurista, pero esta vez no he podido evitarlo.

El también tienes sus secretos, sus tristezas escondidas bajo una gran sonrisa, y es que sería capaz de mentir a cualquier persona, pero no puede engañarme, no puede mentirme con los ojos.

Su manera informal de vestir, que me encanta, es casual, es un chico con miedos e inseguridades que hacen sus defectos perfectos.

Y es que tengo miedo de que esos ojos verdes, algunas veces oscuros, pero tan verdes a la vez, tan hermosos, que puedo ver cuando quiera, alguna vez pierdan ese brillo y se sequen, como prado en el que no llueve o jardín no regado.

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LA SOMBRA DEL NIÑO ©LSDN#1 #wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora