Prologo

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— Te ves bien hoy —dice Justin cuando la ve acercarse

Está usando un vestido morado que hace juego con su piel levemente bronceada, ella sonríe haciendo que sus pómulos se marquen, los ojos grises demasiado fijos en él

— Tu igual. Me gusta esa traje, te hace lucir como un chico malo —dice con una voz demasiado tierna y Justin le responde con una leve risa

— No soy un chico malo, soy todo un príncipe. Tú príncipe

Ella se rie y se acerca hasta besarlo levemente en los labios

— ¡Hey! Dejen de hacer eso —les reclama Brandon mientras juega paintball con Marco, agarro su arma y le apuntó a Justin que estaba equipado con todo— o voy a dispararte Justin y sabes lo que eso significará, estarás fuera.

Justin pone los ojos en blanco y entrelaza sus dedos llenos de pintura amarilla con los dedos delgados de su novia, la lleva a un lugar mas o menos alejado en el que sabe que nada malo le podrá pasar

— Es raro que vinieras acá, pensé que no te gustaba nada de esto

— Ugh, y no me gusta... Es algo... Para hombres —sonrie incomoda

— Y conociéndote... Solo viniste a dar malas noticias —Justin baja su arma y siente como el corazón le late más rápido que nunca

— Algo así —desvia la mirada. Mal habito, siempre lo hace cuando va a decir algo malo y no le importa si herirá a alguien o no. Sólo lo dice

— Bien, puedes hablar ahora.

— Me voy —vuelve sus ojos grises a Justin, como si a ella no le doliera nada de esto. Como si él no fuera nada— voy a mudarme, quizás a Los Ángeles, o alguna gran ciudad. La verdad es que no quiero decirte, no quiero que me busques. ¿Entiendes? Terminamos Justin, y para siempre. Si en algún momento me ves puedes actuar como si no me conoces, o acercarte y empezar a ser amigos. Pero todo lo de nosotros, llegó a su fin. No hay más un nosotros

— ¿Y por qué no quieres que te busque? 

— Porque yo no te amo —desvia la mirada de nuevo— sí siento algo por ti, pero no te amo

Justin se quedó ahí, pensando que decir

¿La amaba? Eso lo sabía, jamás se había sentido de esa manera, sus ojos se llenaron de lágrimas y apretó los labios. No iba a dejarse arrastrar por ella. No tan fácil. Si hay algo que Justin sabia, era que el karma era una perra y que en un futuro las cosas cambiarían, él encontraría a alguien nuevo y alguien le dirá a ella todo lo que le esta diciendo a él.

— ¿Cuándo te vas? —fue lo único que pudo preguntar

— Esta noche...

— Entonces supongo que esta es nuestra despedida

Ella asiente, Justin se inclina para besarla, un último beso, algo para recordarla, pero cuando sus labios rozan los de ella, enseguida voltea la cara y termina besando su mejilla. Casi de inmediato ella se aleja 

Justin ve con cautela sus ojos, están brillosos, pero de alegría, como si se hubiera quitado un peso de encima.

Hace una mueca y se da la vuelta.

Como si nada hubiera pasado. Nunca.

Justin da vueltas en la cama, hasta que por fin se logra despertar de golpe.

No es más que un estúpido recuerdo. 

Se dice asimismo, está sudado y con el corazón acelerado, tantea para buscar las sabanas y seguir durmiendo cuando siente un cuerpo. Se paraliza unos segundos

¿Será ella? No, imposible. Eso ocurrió hace años.  

Se acuesta de nuevo hasta que el olor a cerezas de Emma llena toda la habitación, Justin voltea con una sonrisa en la cara y ve la cara de su novia, completamente dormía. Le acaricia el cabello y se acerca para besarle la mejilla

— Gracias por llegar a mi vida y cambiarlo todo—le susurra antes de abrazarla y volverse a dormir

Echoes of the past.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora