Capítulo 1. Justin

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La pequeña mano de Emma está entrelazada con la mía, y se siente demasiado bien. Hoy estamos cumpliendo dos años de ser novios, y esa sensación de orgullo que siento cada vez que caminamos agarrados de la mano, se siente igual después de todo este tiempo

Cada día he llegado a conocerla mejor, y una de las cosas que más me encanta de ella es que es demasiado sencilla ante todo, casi nunca nos estamos regalando cosas, como el resto de las parejas. En los dos años que llevamos siendo novios, puedo contar con una mano todos los regalos que nos hemos dado; pasamos la mayor parte de nuestro tiempo viendo películas o hablando de cualquier idiotez, de clases o de lo que sea. Cuando estamos aburridos nos inventamos juegos y todo ese tipo de cosas. Es lo que hacemos cuando no estamos durmiendo juntos

Ambos estamos por empezar nuestro segundo año en la universidad, ella está estudiando cálculo porque "quiere ser profesora", y además del fútbol, estoy estudiando idiomas... Solo por si eso del fútbol no funciona, pero lo hace, y muy bien. Soy toda una estrella del fútbol universitaria.

Esta noche estamos caminando por toda la feria de la ciudad, volteo a verla y mi corazón se acelera, tiene un brillo en los ojos, una enorme sonrisa y miraba todos los puestos donde se ganaban peluches máso menos de su tamaño, y veía esos algodones coloridos

— ¿Quieres uno de esos? ¿O palomitas? —le pregunto cuando ella se detiene

— Oh Dios no, se ve tan provocativo pero he comido demasiado

Es cierto, antes de venir aquí habíamos comido con nuestros amigos en una pizzería, sin mencionar el helado antes de eso

— Entonces, ¿Qué quieres hacer? —pregunto antes de besar su mejilla

Ella lo pensó y me jaló hasta ponerse de pie en uno de esos puestos donde tienes que apuntar con una pistola de agua a algo y esperar que se llene

— Te reto —dice con una sonrisa y agarra una pistola de agua

— Perderás

Empezamos a competir y le gané, ella pidió la revancha y en las otras dos partidas le volví a ganar, hizo puchero y se fue algo molesta, elegí un pequeño peluche de un cocodrilo y caminé tras ella

Estuvimos dando vueltas por ahí hasta que le dio sueño. Subimos a mi Range Rover negra, que había sido un regalo de graduación por parte de mi padre

Ella se recuesta y revisa su teléfono

— ¿Algo interesante que ha pasado hoy?

— Ayre me está diciendo que los nuevos están llegando hoy —sonríe y me ve— y que tendré que pasar la noche contigo... ¿Quieres ir a ver los nuevos?

— La verdad es que no, prefiero pasar toda la noche contigo —digo poniendo mi mano en su pierna y noto que se sonroja un poco

— Bien, porque me debes mi gran regalo de aniversario

— Dos años contigo no es para nada fácil

Se ríe algo fuerte y arranco canino a la universidad.

Emma duerme en mi dormitorio de vez en cuando. Solo porque soy uno de los pocos hombres sin compañero de cuarto, y Ayreli, la compañera de Emma, disfruta estando con uno que otro chico algunas noches, así que Emma duerme conmigo

Es muy raro cuando se lo dice con anticipación, porque cada vez que Ayreli está con alguien en el dormitorio, amarra su bufanda roja al pomo de la puerta, y las pocas veces que voy a su dormitorio, hacemos lo mismo. Y todo esto paso porque un día estaba con Emma, aún no estábamos haciendo nada, pero estábamos semi desnudos. Fue ahí cuando Ayreli abrió la puerta, y fue desde ese día que se les ocurrió la idea de la bufanda

Echoes of the past.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora