Lady Rubí Carlton

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 Rubí en multimedia                                                                                                                                                     

 Narrador Omnisciente 

Narrador Omnisciente

En una tarde primaveral, en una mansión ni muy grande ni muy pequeña, situada a las afueras de Londres. En el magnífico jardín custodiado por los jardineros contratados, en uno de los arboles sentada en una rama, está sentada una joven de 17 años, con una vestido de campesina de color blanco con rayas gris claro, fácil de poner y lo mejor sin corsé, con que la joven se siente más libre de movimiento. La joven está leyendo uno de los libros que secretamente coge de la biblioteca personalizada de su abuelo, esta vez está leyendo uno de derechos, uno que se ha leído unas tres veces más.

La joven deja de leer para mirar al cielo y cerrar los ojos para sentir una brisa primaveral, la brisa hace que mueva su melena pelirroja, su flequillo liso, de lado se pone en frente de su cara, la pone en su sitio moviéndolo con sus dedos, de forma elegante. Sus ojos grises, como la mismísima plata, se abren mirando el cielo azul despejado, suspirando en voz alta.

Sin duda alguna la joven posee una belleza heredada de las características de ambos padres.

Su padre el duque Franconia, Adolph Carlton, alemán, un hombre de 40 años, a pesar de la edad parece que no le afecte mucho, a pesar de algunas canas y pocas arrugas sigue manteniendo esos ojos grises, su pelo bien arreglado, castaño oscuro, liso, alto, que impone con su figura bien entrenada por las guerras que estuvo presente con los mismísimos reyes de Alemania. Es un hombre que sabe lo que dice manteniendo su compostura y su seriedad delante de los demás, pero delante de las personas que quiere es otro hombre, sonríe y de vez en cuando te puede contar alguna anécdota. Pero en la guerra es un hombre asesino, con sus manos expertas tanto en la espada como en la pistola, mato con sus propias manos a montones de soldados enemigos, no estando muy orgulloso de eso, aun sabiendo que lo hace por su país y la gente que le espera al final de la guerra, matar no es una de las cosas que disfruta y menos aún la caza.

Su madre la condesa de Saboya, Antonella Carlton italiana, una hermosa mujer de 39 años, a pesar de la edad sigue haciendo las mismas actividades que cuando era joven. Es una mujer habladora que engancha a cualquiera a para unirse a la conversación, creando un grupo de gente a su alrededor, donde los presentes solo prestan atención a la condesa hablando de política sin hablar, cosa que sorprendía mucho a los hombres y a las mujeres, pero aun así nadie le decía nadie porque están concentrados en lo que dice. La mujer es de piel blanca, destacando más su melena pelirroja, ojos marrones claros, como la miel, altura normal. Sus actividades favoritas siempre fue montar a caballo, sobre todo los caballos pura sangre. Pero también es una mujer que con el arco no hay quien pueda, haciéndola una mujer un tanto peligrosa, aun utilizando el arco para practicar o para combatir con los caballeros, dejándolos con su ego por los suelos.

La joven llamada Rubí, pasa su mano derecha por su pelo, tocando al final las ondulaciones que tiene, la joven tiene el pelo corto, hasta por debajo del hombro, dejando al principio liso y al final se produce tirabuzones, si lo tuviera más largo se le notaria más el ondulado.

Rubí mira el libro, lee un rato más, después cierra el libro con el mismo tono que el de antes, un suspiro de tristeza, ya que hoy va a ser su primer baile en la que será presentada en la sociedad, lo que significa que empieza la temporada. Lo cual a la joven no le hace gracia, por dos razones, la primera porque estará sola y sin la compañía de sus queridos padres, que están en Italia arreglando algo sobre sus tierras, cosa que la joven también querría ir, para disfrutar del tiempo en Italia montando a caballo o tocando el violín al aire libre.

El Caballero MisteriosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora