Baraja Española

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Noto como los invitados se van moviendo asustados, empujando a todos a su paso. Los gritos de todos me vuelven loca y no encuentro a tía Antonia, ni a las gemelas.

-¡Las puertas están cerradas! –grita alguien.

-¡Las del jardín también!

-¡Nos están robando!

-¡Son ellos! ¡La baraja española! ¡Ladrones!

Con todos esos gritos hacen que caos empeore, damas gritando, caballeros chillando que mantengan la calma, todo un caos.

Vamos Rubí, tranquilízate, coge aire y sácalo, sigue así. Me animo a mí misma. Vamos mantén la cabeza fría, coge aire y sácalo. Cierro los ojos y saco todo el aire de mis pulmones, tranquilándome. Bien lo único que puedo hacer es esperar a que las luces se enciendan, todas las puertas están cerradas ¿Qué puedo hacer? No se me ocurre nada y eso me pone de los nervios. Vamos coge aire y sácalo, coge aire y sácalo, coge aire y sácalo. No ayuda mucho, los gritos y el ambiente en si tampoco ayuda.

Noto la pared fría en mi espalda, sé que estoy en una esquina del salón de baile, al menos aquí no me empujan, miro en la oscuridad pensando en algún plan para que vuelva la luz o abrir las puertas.

Pero entonces escucho algo que me pone de los pelos en punta, escucho como alguien carga un arma de fuego, miro delante de mí y veo la llama encendida a punto de disparar a alguien.

Mi cuerpo se mueve ágilmente entre la gente hasta llegar delante de la persona que tiene el arma de fuego, una pistola. Esa persona levanta el arma, sé que no sabe quién está en frente suyo, cierro los ojos esperando el dolor, trago saliva y escucho el sonido del arma y un fuerte dolor en mi abdomen.

No puedo dejar que el asesino se vaya o se deshaga del arma, asique le cojo del brazo con fuerza clavándole las uñas, pero esa persona es más fuerte que yo y se deshace de mi agarre.

Después todo pasa en cámara lenta. Las luces se encienden, pongo las dos manos en la herida de bala, escucho gritos femeninos, me mantengo de pie, mis ojos miran el suelo ¡Mi dios! Como duele, pero aparte del dolor me siento mareada ¡No puede ser! ¡Veneno! ¡La bala tenia veneno!

Intento mantenerme de pie, hasta que noto unas manos tocándome indicándome que me tumbara.

Esto es malo mi vista se está nublando, tengo ganas de dormir, necesito...cerrar los ojos, pero ¿Qué pasa con el asesino? No mantente con los ojos abiertos.

-¡Lady Carlton! ¡Lady Carlton! Manténgase conmigo

Dice Lord Aron me está a un lado de mi con las manos en la herida, junto con las mías.

-Veneno –logro decir –bala... veneno

Lord Aron me mira sorprendida y su cara se transforma en ira.

-¡Maldita sea la bala esta envenenada! –grita con ira

-A...asesino

Levanto la mano con la cual lo he cogido y seguro tengo entre mis uñas su sangre, creo.

-Hom...bre

Mis ojos ya no se pueden mantener más tiempo despierto.

-¡Lady Carlton! ¡Mantengase conmigo, vamos! –dice Lord Aron

Noto alguien coger la mano, miro la persona encontrándome a tía Antonia mirándome llorando.

-Por favor mantente despierta –dice entre llantos

-Asesino... homb...re

Consigo decir, mis ojos poco a poco se van cerrando, ya no las puedo mantener abiertas, ¿Significa que voy a ir con los abuelos? Qué raro no siento miedo, ni una gota salada cayo de mis ojos, me hubiera gustado saber quién era el objetivo del asesino ¿A quién quería matar? No, con la oscuridad no podría tener a un objetivo, lo que significa que aleatoriamente, que hombre de sangre fría, matar a cualquiera con veneno, no es una buena idea.

Lo último que oigo son los gritos de tía Antonia, de las gemelas y gritos de damas.

-Ya ha pasado tres semanas des de lo sucedido, sigue en estado de coma –escucho una voz femenina

-Ya verás que se pondrá bien, nuestra hija es fuerte –dice una voz masculina

Esas voces las conozco, aun después de un largo tiempo reconozco sus voces como si fuera ayer.

-Mama, papa

Susurro, abro los ojos como puedo, encontrándome a mis dos padres a un lado de mí.

-Mi niña –dice madre llorando –estas despierta –me da un beso en la frente

-Mama, papa ¿Cuándo habéis llegado? –digo con mi voz seca

-Mi princesa –dice padre dándome un beso en la mejilla –cuando tu tía nos ha enviado la carta explicando la situación, venimos corriendo aquí

-¿Dónde está ella?

-Si tienes razón, tenemos que avisarles que has despertado, ahora vuelvo cariño –dice madre dándome un beso en la frente y se va de la habitación corriendo

-Vaya velada ¿no?

-Papa, el asesino yo...

-Cuando te recuperes hablaremos de ello, te lo prometo –dice sentándose en la cama a un lado mío –no sabes el susto que nos has dado.

-No volverá a pasar –digo segura

-No sé si creerme esas palabras

-Me conocer perfectamente –sonrió –os he echado de menos, tengo muchas cosas que contaros –digo moviéndome de la cama

-Quieta tesoro si no la herida se te abrirá –dice preocupado

Me pongo cómoda en la cama y me quedo quieta.

La puerta se abre de golpe dándole un susto a mi pobre corazón, de la puerta entra corriendo con los ojos llorosos tía Antonia.

-¡Mi niña! –Se acerca a la cama mirándome -¡Mi niña! ¡No sabes el susto que nos has dado a todos! ¡Me has dado uno de los mayores sustos de mi vida!

-Tita, estoy viva –digo sonriendo

-¡Han sido las tres peores semanas de mi vida!

-Hermanita me gustaría que no chillaras tan fuerte –dice madre entrando junto con las gemelas

Las gemelas están horribles tienen bolsas debajo de sus ojos y los ojos rojos, llevan un vestido cómodo, su pelo esta hecho un desastre. Al verme me miran con ojos sorprendidos.

-¡Estas viva!-gritan acercándose corriendo a mi

-Nada de darle un abrazo recuerden

Les advierte una voz masculina familiar. Las gemelas inmediatamente se detienen y miran a Lord Aron con ira, un momento ¿Qué hace aquí Lord Aron? A si... ya recuerdo él fue el que tenía las manos en mi herido y si no recuerdo nada mal es médico.

Si él está aquí ¿significa que los demás están también?

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2017 ⏰

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