Ya han pasado tres años desde que me han ingresado a este maldito hospital. ¿Cuándo acabará esto? Sólo quiero salir de aquí y hacer una vida normal, ¿es mucho pedir?
Tenía doce años, cuando me descubrieron una mancha en el pulmón, al parecer llevaba ya un año y medio antes de que me lo descubrieran. Ahora tengo quince años y no los he festejado por culpa de este maldito cáncer. La mancha se ha esparcido cada vez más, y todavía no logran curarme. Una puta mierda ¿verdad? Lo es.
Les contaré algo sobre mi. Antes de ingresar a esta mierda, yo tenía problemas en casa, en el colegio y me afectaban demasiado. Mis papás discutían cada tres horas, mi hermano no hacía más que burlarse de mi y mi aspecto físico (descuidada a causa de que no me sentía muy bien) y en el colegio, la causa fueron las burlas de mis compañeros, el acoso, el bullying. Lidié con el bullying desde que tenía seis años, ellos simplemente me pegaban y me insultaban sin razón, lo hacían por diversión. Yo era muy tímida, nunca tuve maldad por nadie y no los molesté nunca, en realidad nunca entendí por qué lo hacían, yo podría haber sido una buena amiga.
En fin, estoy sobre la cama en la que me hacen la quimio. Esta cosa te hace sentir peor de lo que estás, te revuelve el estómago y lo despido por mi boca, cada dos malditos minutos. Ya llevo más de 49 de estas y las odio, maldita sea.
Lo bueno de este hospital es que las enfermeras son como mis psicólogas, son una buena compañía ya que no tengo amigas, las que tenía fuera de aquí, desde que me han ingresado, nunca me han venido a visitar. Y lo malo del hospital, es la comida.
Conozco el hospital como nadie, incluso más que los médicos. Todos ellos aquí me conocen, de hecho conocí a cinco chicos, y me gustaría ser su amiga, necesito compañía, necesito amigos, ya que estoy sola, y ellos también.
